Guste o no a la corona británica, la duquesa de Sussex ha brillado como una auténtica reina en su tour africano junto al príncipe Harry. Aunque ambos renunciaron a sus deberes reales cuando decidieron abandonar Inglaterra, esta visita para promocionar los juegos Invictus ha relanzado su imagen pública.
No hay duda: el viaje a Nigeria de Meghan Markle a Nigeria ha sido un gran triunfo y vuelve a coronarla como sucesora perfecta de Lady Di; tanto ella como su marido se inspiran en su legado y así lo han hecho constar con palabras y hechos.
Los titulares que le ha dedicado la prensa británica y americana ahondan en el triunfo que han conseguido con su puesta en escena y se destaca especialmente el papel de la nuera de Carlos III, que ha brillado con sus estilismos y también con sus actos y declaraciones. Meghan se mostró exultante durante los tres días que permaneció en Nigeria, comportándose como una auténtica primera dama.
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Cariñosa con los niños, posando para selfies y repartiendo sonrisas y apretones de manos, haciendo guiños a la cultura de sus anfitriones y mostrando una cierta actitud naíf que era tan característica de Diana, se ha comportado como su auténtica sucesora. Y para que nadie olvide que tiene a su suegra muy presente, la duquesa lució un collar idéntico al que Diana había llevado durante un viaje a Nigeria en 1990. ¿Casualidad? No, mensaje. Podría ser el mismo, aunque no se ha confirmado.
Este no fue el único guiño a Lady Di, porque para otra de sus citas eligió un collar con una cruz que perteneció a la recordada Princesa de Gales y que combinó con unos pendientes de Dior y un vestido blanco con escote palabra de honor de St. Agni. La joya, que fue un regalo del príncipe Harry, es de oro con un colgante cuajado de diamantes y la lució en un acontecimiento significativo: un encuentro con familias nigerianas.
Markle, que recientemente confesó que tenía raíces de este país africano tras hacerse un test de genealogía genética, recibió muchos piropos por parte del presidente de Nigeria. "Es hermosa, inteligente, diligente y trabajadora y se mantiene firme en medio de los desafíos. Príncipe Harry, te casaste con la mejor: nuestra hija, nuestra amiga, la princesa Meghan. Espero que vuelvas una y otra vez", dijo.
El éxito de Meghan es incuestionable y sirve de advertencia a la Corona británica. Pese a sus problemas con su familia política, la duquesa enamora y tiene una legión de sus seguidores. Quizá para reivindicar que pertenece a la Familia Real, en su primer día de tour escogió un vestido llamado Windsor de la diseñadora Heidi Merrick. También supo cómo rendir homenaje a sus anfitriones luciendo una falda tradicional nigeriana tejida a mano que le regalaron durante una recepción en Abuja.
Todo parecía estar escrupulosamente estudiado, uniendo el discurso con la imagen externa. El domingo 12 de mayo, fecha en la que se celebra el Día de la Madre en Estados Unidos, la esposa de Harry rescató el vestido que usó para anunciar el embarazo de Lilibeth en su visita a Lagos. Se trata de un diseño amarillo de Carolina Herrera que también llevó en el primer cumpleaños de su primogénito.
Aunque Archie y la pequeña de la familia se han quedado en Montecito mientras los duques promocionaban los juegos Invictus en Nigeria, su madre ha hablado de ellos en un encuentro centrado en el liderazgo de las mujeres: "Ser madre para mí ha sido un sueño. De verdad, soy muy afortunada de tener dos niños preciosos, sanos y muy habladores".
En resumen, un viaje con resultado sobresaliente que llega en un momento que sigue siendo complicado para la Familia Real británica. El Rey ya se ha incorporado a sus deberes institucionales, no así Kate Middleton que continúa de baja médica recibiendo tratamiento preventivo para el cáncer que padece. Antes de viajar a África, Harry estuvo en Inglaterra para conmemorar el décimo aniversario de los juegos Invictus, pero el encuentro con su padre y su hermano no se produjo. Es más, el príncipe rechazó alojarse en una residencia real y prefirió ir a un hotel.