Era una de las bodas más esperadas en Inglaterra. En ella se han dado cita la aristocracia británica y muchos nombres poderosos con grandes fortunas. El "sí, quiero" del duque de Westminster y Olivia Henson ha tenido lugar este viernes 7 de junio en la catedral de Chester. El novio, Hugh Grovesnor, es de sobra conocido, entre otras cosas por su estrecha amistad con la Familia Real británica: es ahijado de Carlos III y padrino de George, el primogénito del príncipe Guillermo, y de Archie, el hijo mayor de Harry y Meghan.

La novia también proviene de una familia poderosa de banqueros y es ejecutiva de cuentas en Belazu, una empresa de gastronomía sostenible. Su belleza y estilo hace que muchos la comparen con Kate Middleton, que no ha podido asistir a la ceremonia por encontrarse convaleciente de su enfermedad.

Como en todo enlace que se precie, ella era la gran protagonista y su vestido de novia, el secreto mejor guardado. Secreto que ha sido desvelado a su llegada a la catedral, emocionada y sonriente, del brazo de su padre, Rupert Henson. Numerosas personas se agolpaban a los alrededores desde primera hora de la mañana para verla y también a los ilustres invitados del enlace. Olivia, nueva duquesa de Westminster, ha elegido un look nupcial sorprendente.

La novia, del brazo de su padrino, con su vestido de novia de larguísima cola. Gtres

El vestido en apariencia era muy clásico, sobrio, minimalista y sin estridencias. De líneas depuradas en blanco impoluto, tiene manga francesa, escote redondo ribeteado de un sutil encaje y una larga cola, con un velo bordado encima que ha llevado tapando su rostro. Aún así, se podía ver la tiara que adornaba su recogido.

Sin embargo, lo cierto es que el look nupcial tenía algunos detalles atrevidos que rompían con ese clasicismo inicial. Cuando Olivia ha tomado el camino de entrada a la catedral de Chester, se ha desvelado una de las sorpresas del vestido. Una gran abertura trasera en forma triangular dejando gran parte de la espalda al aire que le daba ese toque diferencial. Un acierto total de su creadora, Emma Victoria Payne.

Detalle trasero del vestido de Olivia Henson. Gtres

Las puntillas que decoraban parte de la prenda están inspiradas en el velo de su tatarabuela de 1880. Y como detalle destacar que la cola era desmontable. La segunda sorpresa del look han sido los zapatos. Olivia ha elegido un modelo en azul pavo real con lazada, rompiendo así la tradición de que sean blancos, a juego con el vestido. Un punto de color ideal. Y además son de marca española, Silvia Lago.

En cuanto a las joyas, discretos pendientes de perlas y la tiara Myrtle Wreath, que pertenece a la familia del novio y que data del año 1906. Es obra del joyero Fabergé y se ha usado en muchas bodas de los Westminster: en esta tampoco podía faltar. Está decorada con hojas de laurel y engastada con diamantes

La nueva duquesa llevaba zapatos azules y una tiara familiar. Gtres

Al enlace de los duques de Westminster han asistido algunos miembros de la Casa Real británica, como el príncipe Guillermo y la princesa Eugenia de York. Hugh Grovesnor no ha querido invitar a Harry, gran amigo suyo, consciente de los momentos tensos que atraviesa la familia.