Era una de las incógnitas de este 15 de junio, fecha de la celebración del desfile Trooping the Colour y de la esperadísima reaparición de la Princesa de Gales. Todos los ojos iban a estar puestos en ella, por lo que el look elegido era importante. Kate Middleton no ha defraudado: al bajar del carruaje a su llegada al Palacio de Buckingham hemos podido verlo con detalle. En blanco, símbolo de paz, calma y crecimiento personal, con detalles en negro de aire marinero, con una gran lazada de rayas al cuello y cintura marcada.
No es la primera vez que elige esta tonalidad para este importante evento, pero en 2024 cobra aún más significado. La esposa de Guillermo ha combinado su vestido de largo midi con un gran tocado bicolor, zapatos de tacón y cartera de mano. Por fin la hemos visto sonreír, quizá ya pasados los nervios, y realmente estaba radiante.
Ha recurrido a una de sus diseñadoras favoritas, que elige recurrentemente para grandes ocasiones, y ha acertado de lleno. Se trata de Jenny Packham. Una de las cosas que ha llamado la atención es que la princesa Charlotte iba a juego con su madre, con un vestido bicolor también de aire navy con lazada al cuello. Nuevamente, la pequeña ha acaparado muchas miradas.
Como accesorios, la futura reina de los británicos ha preferido un perfil bajo, rescatando unos bonitos pendientes de perlas, que usa con bastante frecuencia. Son de la joyera Cassandra Goad y están realizados con perlas naturales en forma de flor sobre oro amarillo de 18 quilates, engastadas con diamantes.
En cuanto al tocado, era nuevo, del sombrero casi oficial de las mujeres de la Casa Real, Philip Treacy. Los tacones, de Jimmy Choo, y el bolso de mano de Mulberry eran repetidos. ¡Todo firmas inglesas!
En cuanto al recogido, Middleton ha escogido uno de esos moños bajos que tan bien le sientan y que resultan perfectos para sujetar y lucir el tocado. Maquillaje suave en tonos nude y cejas perfectamente perfiladas: un efecto tan elegante como pulido. Pero, sin duda, el mejor complemento ha sido la sonrisa que al fin ha lucido en todo su esplendor y que refleja que se encuentra bien.
La pequeña Charlotte, siempre dando muestras de su madurez pese a su corta edad, ha seguido su estilo para este tipo de ocasiones con su vestido marinero de estilo naíf y sus bailarinas blancas. El pelo recogido despejando el rostro y adornado con un gran lazo blanco en la parte de atrás.