Estamos acostumbrados a verla luciendo diseños elegantes, a veces sorprendentes, con los que siempre acapara la atención. Su versatilidad hace que triunfe tanto de gala, como de calle... como vestida de camuflaje. Sí, Máxima de Holanda se ha enfundado el traje de campaña para participar en unas maniobras con el Regimiento de Ingenieros de las Fuerzas Armadas. El resultado son estas sorprendentes imágenes de la argentina, sacando su lado más "guerrero".

Y llegan en un momento de gran popularidad para ella, al menos en España, donde ha empezado a emitirse la serie biográfica que lleva su nombre en Antena 3 y que narra su historia de amor con el rey Guillermo de Países Bajos.

Aunque no ha hecho formación castrense, como la princesa Leonor y otras royals de su generación (además de Victoria de Suecia), la Reina no ha tenido problema en colocarse el casco y la ropa de camuflaje para acompañar a este grupo de hombres entrenados para despejar obstáculos y construir infraestructura militar como puentes y transbordadores. Bajo el lema "¡Juntos allanamos el camino, Sodeju!", los ingenieros marcan el camino, buscan una carretera o la construyen.

Máxima se les unió por una jornada para poder conocer de primera mano su labor. Después de una breve explicación de la obra, participó en dos ejercicios de ingeniería. El primero fue la exploración del área y el segundo, ayudar a colocar pontones en el agua. Como siempre, cercana, dejando momentos impagables.

Demostró estar en buena forma física y colaboró en todas las actividades con soltura. No es la primera vez que protagoniza actos relacionados con el ejército, en 2022 durante una visita a la Escuela de Defensa de Breda, donde se imparten todos los cursos de paracaidismo de las Fuerzas Armadas, no dudó en tirarse del paracaídas con un instructor. "Me parece muy emocionante. Por supuesto, hago esto para apoyar a los hombres y mujeres de la defensa y experimentar lo que están pasando", dijo entonces.

Es curioso ver estas fotos castrenses de Máxima y no de la heredera al trono. A diferencia de las otras princesas que un día serán reinas, como la propia Leonor y Elizabeth de Bélgica, Amalia no hará formación militar, al menos no de momento o no de forma obligatoria. Esto marca una gran diferencia con sus coetáneas.

Lo que sí ha decidido hacer, cambiando de opinión con respecto a lo que manifestó en 2021, es empezar a cobrar la asignación del Estado para sufragar los gastos relacionados con el desempeño de sus deberes reales a partir del próximo mes de enero. Son 1,5 millones de euros anuales, nada menos.

Este cambio ha provocado malestar en Holanda, aunque abre la posibilidad a que la Princesa empiece una vida independiente fuera de palacio, con secretaría propia.