El 1 de julio de 1995, en la catedral londinense de Santa Sofía, se celebró una boda de sangre azul que reunió a muchos miembros de las monarquías europeas, aunque los novios pertenecían a esas casas reales sin trono.
El príncipe Pablo de Grecia, primogénito del último rey de los helenos, Constantino, le daba el "sí quiero" a una plebeya, de muy buena familia, eso sí, Marie Chantal Miller. Él fue el primero en romper las reglas, un pionero de algo que hoy es habitual en la institución, todas las consortes actuales son del pueblo y no de la corte.
La pareja ha celebrado este lunes, por tanto, su 29 aniversario de boda, uno de los más especiales porque es el primero desde que Pablo se convirtió en el nuevo jefe de la Casa Real tras la muerte de su padre y, por tanto, la británica en 'reina' sin corona.
En estos casi 30 años, Pablo y Marie Chantal han formado una pareja unida y sin fisuras, de esas de postal, con cinco hijos que parecen salidos de una revista de moda: altos, guapos, con estilo… ¡Una familia perfecta!
Como suele ser habitual, el matrimonio ha utilizado sus redes sociales para felicitarse por este nuevo aniversario. Han elegido la misma foto, aunque con distinto encuadre. El mensaje que le dedica Marie Chantal, muy romántico.
"Feliz aniversario para mi primero y único", escribe junto a un corazón. Pablo, por su parte, tampoco se ha quedado corto: "Hoy celebramos 29 años de matrimonio feliz: gracias por nuestros maravillosos hijos y nuestras vidas. Todavía me siento igual que el día que nos casamos".
Una de las primeras en felicitarlos públicamente ha sido su hija, la modelo Olympia de Grecia, que ha comentado: "Los mejores". Mafalda, hija del príncipe Kyril de Bulgaria y la española Rosario Nadal, también les dedica un corazón.
Hubiera sido fantástico que Felipe VI y Letizia hubieran aprovechado que se han estrenado en Instagram para dejarles también un mensaje en su muro, pero no se ha producido. Y eso que el Rey vivió en primera persona los inicios del romance de su primo Pablo con Marie Chantal, ya que ambos estudiaban en Georgetown en aquel entonces.
El primogénito de Ana María de Grecia hace alusión a su boda en el citado mensaje, lo que nos lleva a recordar el increíble vestido que lució la empresaria británica para su "sí, quiero".
Se trataba de un diseño de Valentino, valorado en 225.000 dólares. Todavía hoy se recuerda por su elegancia. Confeccionado en seda de color marfil, la parte superior tenía escote palabra de honor, aunque suavizado con una pieza de encaje bordado de cuello alzado. La falda, de silueta tulipán, estaba bordada con perlas en la parte de abajo, lo que le daba un toque muy regio.
No podía faltar el velo y, por supuesto, la imponente tiara de la Familia Real griega. Se trataba de la diadema Corsario, fabricada en diamantes y perlas, que pertenecía a su suegra, que la recibió como regalo de bodas en su enlace con Constantino.
Marie Chantal siempre ha destacado por su elegancia y su impecable sentido de la moda, siendo una de las royals más admiradas y su enlace fue el primer gran ejemplo de lo que vendría…
Al margen de su pertenencia a la casa helena y debido a que no tiene deberes reales como tales, ya que en Grecia hace décadas que se abolió la monarquía, ella es una empresaria de éxito, con su propia marca de ropa para hombre, mujer y niños y también es autora de un libro sobre cómo tener buenos modales. Tiene ojo para los negocios, algo que, sin duda, ha aprendido de su padre, el acaudalado empresario Robert Warren Miller.