Entre los actos más esperados del año de la agenda real de Mónaco se encuentra la gala benéfica de la Cruz Roja. Desde 1948, la asociación tiene como objetivo salvar vidas y preparar a la población ante los desastres, apoyar sin discriminación a todas las personas necesitadas y llevar a cabo acciones de sensibilización y prevención de carácter humanitario. Este 2024, ha marcado su 75.ª edición.
Como cada año, la gala, celebrada en la Salle des Étoiles del Sporting Monte-Carlo, arrancó con la celebración de la tómbola benéfica. Le sucedió la cena y el baile, que abrió la pareja real. Un concierto de Jamiroquai y fuegos artificiales cerraron el acto.
Esta cita destaca cada año por su carácter solidario. El dinero recaudado permite, en efecto, financiar algunas acciones de la Cruz Roja en Mónaco. Este año, se subastó, entre otros, un excepcional bolso Kelly, propuesto por la prestigiosa Maison Hermès en un formato de 32 cm, en piel de becerro box Rouge Piment, con ribetes en paladio plateado.
Pero este acto también suele suponer un despliegue estilístico excepcional. Este año, no falló a la regla. Alberto y Charlène de Mónaco brillaron de forma especial, luciendo looks que han dado protagonismo a los colores de su bandera.
Charlène lució un vestido blanco, de escote bardot y corte ceñido, solo realzado por un cinturón dorado de Louis Vuitton. Lo completó con un par de pendientes con diamantes firmados por Graff y un bolso tipo minaudière, sencillo y elegante. A nivel beauty, destacó su melena corta y ligeramente ondulada y su maquillaje glamuroso, marcado por un labial rojo mate.
Charlène y Alberto de Mónaco.
Alberto, por su parte, optó por una americana blanca y un par de pantalones negros, que completó con una pajarita roja, a modo de homenaje a los colores de Mónaco. La pareja acaba de cumplir 13 años de matrimonio, concretamente, el 2 de julio.
Camile Gottlieb.
También presenció la gala Camile Gottlieb. La hija de la princesa Estefanía de Mónaco, responsable de la sección juvenil de la asociación, participa activamente en las obras sociales.
Brilló literalmente con un vestido off shoulders, en tono rojo, con un acabado satinado, firmado por Lia Stublla. Un auténtico vestido de gala que completó con un par de salones transparentes de Zara y joyas de APM y Cartier, demostrando su habilidad a la hora de combinar diseños de Costura con otros más asequibles.