La esperadísima 'boda Bridgerton' de la monarquía europea se acerca con problemas cuando falta poco más de una semana para que se celebre, el próximo 31 de agosto. La princesa Marta Luisa de Noruega ha tomado una polémica decisión con respecto a su enlace que ha puesto en jaque a la Familia Real: vender una exclusiva del "sí, quiero".
Resulta algo inusual, aunque podría justificarse por el hecho de que la novia haya renunciado a sus deberes institucionales hace ya dos años y no represente a la Casa Glücksburg. Sin embargo, sigue siendo princesa, hija de los actuales reyes, hermana del futuro monarca y cuarta en la línea de sucesión al trono.
Aun así, Marta Luisa, como si de una famosa mundana se tratara, ha llegado a un acuerdo comercial sobre su boda con el chamán Durek Verret. Una conocida revista internacional será la encargada de ofrecer los detalles más íntimos de este gran acontecimiento. La decisión parece que no ha gustado nada a la Familia Real, que ha reaccionado de manera contundente.
Harald y Sonia de Noruega, así como el heredero Haakon y su esposa, han hecho saber que no participarán de este reportaje para Hello Magazine y no se dejarán fotografiar ni grabar por los profesionales de la revista. Resulta lógico pensar que ni los Reyes ni el Príncipe podrían aceptar formar parte de una exclusiva remunerada, así que no aparecerán junto a los novios en ninguna de las imágenes que formen parte del artículo. Así lo ha confirmado a la cadena NRK el responsable de comunicación de palacio, Guri Varpe.
No hay duda de que la exclusiva de la boda de Marta Luisa de Noruega y Verret va a traer cola. El contrato que han firmado (se desconoce cuánto han cobrado) con la revista hará que la ceremonia religiosa se celebre a puerta cerrada, sin la presencia de otros medios. Eso es algo que no pasa en las bodas reales. Eso sí, la pareja tendrá la deferencia de salir a saludar a las gentes y a la prensa y es cuando se podrán tomar las únicas fotos de los recién casados. Eso sí, palacio distribuirá una instantánea oficial de la pareja con la Familia Real.
La firma de esta exclusiva no es baladí, pues impide conocer con anterioridad detalles como la lista de invitados o el traje de la novia. No se ha revelado qué Casas Reales europeas irán al enlace, pero ninguno de sus miembros participará del reportaje.
El hecho de que la boda tenga lugar en el histórico Hotel Union de la localidad de Geiranger, en los fiordos noruegos, dificulta la posibilidad de ver entrar o salir a los asistentes; muchos de ellos allí alojados. Además, llegarán al lugar varios días antes para asistir a las celebraciones previas.
Marta Luisa y el chamán Durek Verret han preparado un sinfín de eventos prewedding para sus familiares y amigos venidos de Europa y Estados Unidos. Está prevista una fiesta de bienvenida en el hotel 1904, donde se pide como código de vestimenta que el look sea "sexy y genial". También han preparado un crucero de tres horas el viernes 30 seguido de una cena con fiesta hasta la madrugada. ¿Estará esto dentro del pack de la exclusiva? Pronto lo sabremos.
Un documental a lo Harry y Meghan
Pero Hello Magazine no es la única que ha logrado blindar esta boda. Una importante plataforma de streaming (podría ser Netflix, según los expertos reales) ha adquirido los derechos exclusivos de televisión para realizar un documental sobre la pareja. Siguiendo los pasos de Meghan y Harry, Marta Luisa y el gurú espiritual estadounidense quieren contar su historia de amor, que desde el principio ha estado marcada por las dificultades y el racismo.
"Ambos hemos recibido amenazas de muerte por estar juntos y cada semana nos han dicho que avergonzamos a nuestra gente y nuestras familias por habernos elegido. La realidad de todo esto es que me encanta cómo él me da mi espacio, escucha mi sabiduría y está ahí para mí y para mis hijas. Me encanta cómo comparte su sabiduría con el mundo, cómo inspira y crea cambios", decía la princesa hace un tiempo. Incluso los reyes Harald y Sonia han tenido que salir en defensa de su yerno.
Sin embargo, la inusitada decisión de la exclusiva podría haber abierto una pequeña brecha en la unión de los Glücksburg a pocos días del gran acontecimiento.