El pasado 18 de septiembre Margarita de Dinamarca sufría una caída accidental en el castillo de Fredensborg y era ingresada en el hospital. Fue dada de alta unos días más tarde y pudo regresar a casa. Ahora, la reina Mary ha dado la última hora de su estado de salud respondiendo con amabilidad a la prensa durante un acto de su agenda institucional.
Sucedió durante una entrega de galardones en la Ópera de Copenhague. La esposa de Federico X presidía la ceremonia, en la que se reconocía la labor de siete docentes que se han distinguido por su presencia, compromiso y curiosidad profesional. Muy sonriente, como de costumbre, no dudó en pararse unos segundos para hablar con los periodistas.
Consciente de la preocupación por la situación en la que se encuentra su suegra, quiso tranquilizar a los presentes con unas breves palabras sobre ella. Sin embargo, no hubo comentarios sobre la polémica que rodea a su marido, el Rey, por su viaje privado al extranjero mientras su madre aún estaba ingresada en el hospital y su esposa se quedaba pendiente de ella y, además, ejerciendo de regente.
"Está muy bien. He tenido la oportunidad de visitarla varias veces desde que volvió a casa. Está muy simpática y mantiene el ánimo en alto. Gracias por la pregunta", dijo la Reina aclarando que la recuperación de su suegra va muy bien. No obstante, Margarita II de Dinamarca estará alejada de la vida pública un tiempo, tal y como confirmó la Casa Real tras su alta médica.
En un escueto comunicado se informó también de las consecuencias que había tenido ese incidente casero: "La reina Margarita fue hospitalizada después de una caída que lamentablemente provocó daños alrededor de las vértebras del cuello, así como una fractura de la mano izquierda. Como resultado de esa desafortunada caída, la mano izquierda está ahora escayolada. Está de buen humor y se encuentra bien dadas las circunstancias, pero estará de baja prolongada por enfermedad".
Ahora, tras las declaraciones de Mary, sabemos que mantiene alto el ánimo y que se toma este reposo con tranquilidad y buena actitud. Esta era la primera aparición dela reina danesa desde el accidente de su suegra. Había elegido para la ocasión un estilismo de aire lady muy favorecedor compuesto por prendas que ya conocemos.
Repitió su blusa azul con escote tipo lágrima con drapeado de Victoria Beckham y una falda midi plisada con estampado floral de Paul&Joe y salones nude de tacón alto firmado por Gianvito Rossi. Como joyas, unos pendientes de perlas de una de sus marcas favoritas, Dulong.
Otro look perfecto, como los que ha lucido en el reciente crucero real que ella y Federico X han realizado durante cuatro meses recorriendo muchas localidades del país y en el que la Reina se mostró deslumbrante en todas y cada una de sus apariciones.