Ha llegado el mal tiempo y las prendas de invierno a los armarios de la realeza. Empieza el desfile de abrigos, vestidos de manga larga y botas. Esta semana, Máxima de Holanda y Mary de Dinamarca han dejado claras dos cosas: los abrigos vitamina de colores intensos se llevan y si son en modo colorblock aún mejor. La consorte de Países Bajos coincide en tonalidad con la emérita Sofía: ambas hacen del azul Klein su fetiche en sus dos últimas apariciones públicas.
También ha habido tiempo para los trajes de gala y las tiaras en Noruega. La visita de Estado del presidente de Finlandia nos deja una cena de gala y la reaparición de Mette-Marit tras anunciarse que volverá a someterse a tratamiento médico por la fibrosis pulmonar que padece. Aun así, parece encontrarse bien y apareció en palacio deslumbrante.
También ha viajado fuera de sus fronteras Matilde de Bélgica, realizando una visita de tres días a Francia con el rey Felipe y dejando looks impecables. Además del Dior de su llegada y el vestido de terciopelo con pedrería de la recepción nocturna en el Elíseo, se despidió por todo lo alto del país galo mostrando su lado más brillante. No nos podemos olvidar de la reina Letizia, que ha añadido un nuevo traje de chaqueta a su ya amplia colección.