Otra fecha histórica en el camino al trono de Leonor. El 24 de octubre marca este 2024 la diferencia en los Princesa de Asturias, aunque no están vinculados directamente con estos premios los dos actos que la heredera protagoniza sola antes del tradicional concierto que precede a la gala. Antes, ha hecho su primera aparición estelar en solitario en para recoger el título de alcaldesa honoraria de Oviedo, un hecho que no hace más que afianzar su estrecha relación con el Principado.
Desde primera hora de la mañana, multitud de personas esperaban en la Plaza de la Constitución de Oviedo su llegada. Con las gaitas de la Real Banda sonando de fondo, algunos se atrevían a hablar ante las cámaras, definiéndola como una "niña muy educada" y mostrando su emoción de poder verla en persona. La 'leonormanía' se hace aún más evidente en Asturias.
Las autoridades consistoriales de la ciudad le daban la bienvenida a las puertas del Ayuntamiento, hasta donde la Princesa llegaba en coche oficial para iniciar de alguna manera la celebración de los Premios Princesa de Asturias 2024. Lo hacía con casi media hora de retraso con respecto a la hora prevista (parece que el avión había salido tarde), pero muy sonriente y dándose un auténtico baño de masas. Durante unos minutos saludaba a la gente con apretones de manos mientras una lluvia de móviles inmortalizaba el momento.
Para estar más cómoda y con total naturalidad había pedido que le sujetaran el bolso, en un gesto espontáneo. Vestía un traje de chaqueta en azul pastel y zapatos de tacón sensato, un look muy acertado para la ocasión. La entrega de la distinción como alcaldesa honoraria ha sido formal, pero con anécdota. A la hora de colocarle la medalla, la larga melena de Leonor, que llevaba suelta, ha dificultado un poco el proceso. El alcalde de Oviedo no atinaba a abrocharle el cierre y ha tenido que recibir ayuda para retirarle el pelo. Ella, tímida y con una sonrisa contenida, ha pedido perdón en voz baja. Seguidamente, ha firmado en el libro de honor y ha recibido el bastón de mando.
Hay que recordar que este pequeño contratiempo con su pelo no es la primera vez que sucede. En 2023, durante la jura de la Constitución, también necesitó colaboración para retirar su coleta y poder colocarse bien las medallas de las Cortes. Fue su padre, Felipe VI, quien la ayudó en aquella fecha.
Tras ser nombrada alcaldesa honoraria se dirigía al edificio histórico de la Universidad de Oviedo donde recibía la Medalla de Asturias, exactamente igual que hizo Felipe VI hace 38 años. Este ha sido un acto muy especial porque había mucha presencia de gente joven, alumnos, que antes de empezar el acto se mostraban nerviosos y esperaban poder hablar con ella para intercambiar opiniones y hacerle algunas preguntas sobre su papel en la monarquía.
También ha sido accidentado, por algunos fallos de protocolo. El himno de España empezaba a sonar mientras aún se estaba colocando a las personalidades. Solventado el despiste y tras las palabras de rigor presentando la distinción, ha llegado el gran momento de la heredera.
Nerviosa y con emoción contenida, ha pronunciado un emotivo discurso cargado de referencias familiares y resaltando su estrecha vinculuación con la tierra natal de su madre: "Os confieso que vine muchas veces con mi madre y mi padre a Asturias durante mi niñez. Mi familia asturiana es muy asturianona, ya me entienden, y pude desde bien pequeñina conocer los bosques de oriente y dar paseos largos entre aquellos carbayos y castaños que ya forman parte de mi infancia".
Especial mención la que ha hecho a la memoria de su bisabuela, la periodista Menchu Álvarez del Valle, fallecida en 2021. También a su hermana, la infanta Sofía, que no la acompañaba en esta ocasión.