Las imágenes del domingo 3 de noviembre han dado la vuelta al mundo. Nadie esperaba (o quizá sí) que sucediera algo tan grave e inédito en la historia reciente: los Reyes, increpados en medio de una multitud destrozada y angustiada. Con barro en la cara, presas del nerviosismo, pero al pie del cañón pidiendo perdón y tratando de calmar los ánimos. Aguantaron la situación y dieron la cara. Pero son humanos y las imágenes de Letizia, llorando, desolada mientras se abrazaba a las víctimas y con la cabeza baja dan buena cuenta de su calidad humana.
Esos gestos han sido portada de la prensa nacional e internacional, pero hay detalles que se escapan a simple vista y que los profesionales de la comunicación no verbal saben analizar. Por eso, Magas ha contactado con Silvia Panadeiros Vence, socia experta de la Asociación Española de Comunicación No Verbal, para analizar los vídeos y fotografías de los Reyes en Paiporta. Integridad, templanza y conexión con el sufrimiento de los afectados es el primer gran resumen que hace de la pareja.
Centrándonos en Letizia, la más afectada visiblemente por esta ola de indignación de los afectados por esta devastadora DANA. "Las imágenes que nos han llegado de la Reina nos muestran que estaba completamente desolada, en un auténtico estado de shock. Se llevaba constantemente las manos a la cabeza, incluso se tapaba la boca y la nariz. Estos son gestos adaptadores que ayudan a regular las emociones: la Reina estaba intentando asimilar la situación con estos mecanismos", explica.
"Letizia, al igual que Felipe VI, se ha mostrado muy cercana, ha escuchado las quejas y se ha fundido en numerosos abrazos con los afectados. Ha mostrado claras señales de empatía hacia la población con miradas cómplices y con palabras como: 'Lo siento' y 'tienes toda la razón'. Se ha sentido desbordada por la situación y ha comenzado a llorar. Su tristeza se ha reflejado en su rostro", añade Silvia.
Una de las cosas más llamativas es la vulnerabilidad que ha mostrado Letizia a través de sus gestos corporales. Una actitud muy de verdad: "La hemos visto completamente abatida, lo podemos saber gracias a su postura corporal, cada vez que escuchaba a las víctimas, bajaba la cabeza. Es una muestra de profundo respeto hacia las personas que estaba atendiendo".
"Una actitud impecable"
Mucho se ha hablado de si la visita era oportuna o del papel que han jugado los Reyes a nivel institucional, quedándose en Paiporta y afrontando el temporal. ¿Tiene algo que ver esto con el protocolo? Amparo Torres, experta en el tema, lo aclara: "Lo sucedido está fuera del protocolo, es un acto de empatía y de acercamiento al pueblo, a la sociedad. La Reina ha hecho lo que tenía que hacer, más incluso de lo que se podría esperar, teniendo en cuenta el abucheo, el escrache y las circunstancias tan adversas. Su actuación ha sido cercana y valiente. ¡Impecable!".
Mientras las cosas se van calmando, los monarcas ya piensan en volver a Valencia para seguir apoyando a las víctimas de este enorme desastre y dejan claro que no los van a abandonar. Esos momentos de tensión, sus disculpas, sus rostros manchados de barro y sus palabras tardarán mucho en olvidarse. La prensa internacional se ha hecho eco de lo sucedido. Point de vue titula: "Felipe y Letizia se enfrenta a la desesperación", mientras que el periódico alemán Bunte resalta "el lado más vulnerable de Letizia".