Tercer y último acto de la Reina esta semana. Mientras Felipe VI se encuentra en Ecuador presidiendo una Cumbre Iberoamericana un poco descafeinada, Letizia ha presidido en Madrid en el Museo Nacional del Prado el 25º aniversario de la Fundación Aequitas. En él, han participado los máximos representantes del sector de la discapacidad, pretendiendo ser, en todo caso, un homenaje tanto a las personas que tienen algún tipo de discapacidad, como a sus familias y a las instituciones, públicas o privadas, que las representan y apoyan.
No esperábamos sorpresas. En sus otros dos actos de esta semana la Reina ha elegido dos elegantes y sencillos trajes de chaqueta, por eso este 14 de noviembre no ha sido muy novedosa en cuestión de moda, aunque sí que ha cambiado el 'uniforme'. Ha dejado la blazer y el pantalón de pinzas en Zarzuela, para lucir un vestido. Se puede decir que sigue de luto por las víctimas de la DANA de Valencia, ya que el color elegido ha sido el negro.
Ha llevado un look total black con el vestido perfecto para el frío que está haciendo en Madrid. Es un diseño midi firmado por COS, de corte recto en color negro, de punto -tejido que es tendencia en este momento-, de manga larga y cuello barco asimétrico con un discreto pliegue.
La primera vez que lo vimos fue en el 2020, en el mes de febrero, en la entrega de los Premios Nacionales de Investigación. Como ocurrió entonces, Letizia ha querido mejorar el diseño añadiendo un cinturón negro de Burberry -que ya ha lucido muchísimas veces- para que ceñir el diseño al cuerpo creando una silueta muy favorecedora y femenina.
Y un detalle que también nos ha gustado mucho son las mangas rectas y un poco más largas de lo habitual hasta la mitad de la mano con un pequeño efecto de campana, al más puro estilo Enrique Iglesias.
La gran diferencia entre el día que lo estrenó y esta segunda vez son los zapatos. Aquel febrero de 2020, calzó botas arrugadas de ante negro de Steve Madden de tacón fino para ganar en elegancia y en centímetros, y de efecto media, que también ayudan visualmente a definir la figura.
Pero claro, esto fue antes de la dolencia de su pie izquierdo y el cuento ha cambiado mucho. Así que esta mañana ha estrenado unas botas de la firma española Unisa, de origen valenciano, que tienen la punta cuadrada y están fabricadas en tejido elástico efecto piel con cremallera interior. El tacón ancho y de seis centímetros le da a Letizia la comodidad que busca y necesita.
Las joyas han ido a tono con el look en cuento a sencillez, eligiendo unos pendientes de la firma española Gold & Roses, el modelo Shawel, realizado con tres aros en oro rosado y decorados con pequeños diamantes. En cuanto al bolso, es ya un viejo conocido: el modelo Rosario, de la firma vasca Mauska. De color negro y con cierre de cremallera, bolsillo trasero cerrado e interior forrado con un algodón efecto ante aterciopelado en color crudo. Aunque diseñado en el País Vasco, está hecho a mano en Ubrique (Cádiz) con piel de la Toscana italiana. Está a la venta en la web por poco más de 400 euros y en varios colores.
Con este look terminamos una semana que ha servido un poco de transición hacia la rutina y la normalidad en la agenda de la Reina