Es una de las cosas que más se comenta de los retratos de la Reina realizados por Annie Leibovitz y que se desvelaron el marte 26 de noviembre tras muchos meses de impaciente espera. "Parece una superestrella de Hollywood", ha escrito el medio noruego Se og Høre. En Alemania, la prensa también comenta: "Parecen una mezcla de estrellas de Hollywood, supermodelos y miembros de la realeza de otra época".
En efecto, la imagen de la esposa de Felipe VI, con un imponente look vintage de Balenciaga, mirando directamente a cámara y sin diadema hace que estas imágenes sean llamativas. Hay opiniones para todos los gustos, pero, sin negar que está guapísima y que la elección de la pose y las prendas es perfecta, son muchos los que han echado de menos un porte más regio.
Hay que precisar que no se trata de retratos oficiales ni pertenecen a Patrimonio Nacional, son un encargo del Banco de España para su colección real y se 'permiten' ciertas licencias. Por mucho que haya sorprendido la imagen de Letizia, lo cierto es que antes que ella fueron otras reinas las que posaron como divas de la época.
Una de ellas fue precisamente Victoria Eugenia. Gran admiradora del talento de Balenciaga, de la moda en general, de las pieles y de las joyas, la esposa de Alfonso XIII hizo historia, además, por esa colección conocida como lote de pasar que va pasando de reina a reina.
Letizia ha lucido dos de sus piezas en el posado de Leibovitz. Las mismas que la propia consorte lleva en una imagen que nos recuerda a los tiempos dorados de la Meca del Cine. Con un vestido palabra de honor, dejando los hombros al aire, su imponente collar de chatones y una estola blanca de pelo, solo la tiara la distingue de una actriz de los años 50. La pose es muy Ava Gardner.
También Lilian de Bélgica tiene un aire Rita Hayworth en uno de sus retratos. Pese a no ser una reina en el sentido literal de la palabra, haberse casado (en secreto y por lo civil) con Leopoldo III de Bélgica le da esa condición de royal. Al margen de su curiosa vida y de haber pasado a la historia por su carácter ambicioso y su gusto por las intrigas, este retrato de la princesa de Réthy da buena muestra de que el aire Hollywood está presente en la monarquía.
Para este retrato lucía un glamuroso vestido negro, con chaqueta a juego, actitud relajada en uno de los salones de palacio, peinado retro y brillantes joyas.
Astrid de Bélgica, primera esposa del rey Leopoldo III, que murió prematuramente en un accidente de coche a los 29 años, tenía una de esas bellezas clásicas que tanto gustaban en la gran pantalla en la década de los 20 y 30. Entre las imágenes que dejó para la posteridad se encuentra esta, donde posa como una estrella flapper, sin tiara, con un vestido joya y un abrigo con cuello de piel estratégicamente colocada para dejar ver uno de sus hombros.
Para terminar y no por ser la última es la menos importante, el increíble número de fotografías y retratos que hay de la longeva Isabel II de Inglaterra permite una gran variedad de encuadres y de estilo. En 2006, se negó en rotundo a que Annie Leibovitz la sacara sin su corona y prefirió ser inmortalizada con todos los símbolos de la institución, capa de armiño incluida.
En cambio, fueron muchas las ocasiones en las que se colocó frente a la cámara con una imagen más relajada y glamurosa. En 1958, en el palacio de Buckingham, la madre de Carlos III miraba al infinito apoyada en el quicio de una puerta, luciendo uno de esos diseños fifties que estrellas como Audrey Hepburn o Sofía Loren.