Tal y como se había anunciado, este 3 de diciembre, Kate Middleton ha regresado a la vida pública y lo ha hecho a lo grande: muy elegante y con joyas importantes. La futura reina de Inglaterra está radiante, señal de que su proceso de curación del cáncer que le fue diagnosticado, sigue en buena marcha [terminó su tratamiento el pasado mes de septiembre]. Aunque previamente había estado en otros actos oficiales, como el Remembrance Day o el desfile Trooping the Colour, esta reaparición podría suponer el principio de su vuelta a la normalidad tras muchos meses de baja.
Sonriente y con muy buen aspecto, la Princesa de Gales ha acompañado a su esposo, el príncipe Guillermo, en la ceremonia de bienvenida al emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, y su esposa, que han llegado a Londres para iniciar su visita oficial. El acto, presidido por Carlos III, ha tenido una ausencia destacada, la de la reina Camila que ha vuelto a suspender sus actividades por enfermedad.
Vestida de burdeos, con uno de esos looks que son clásicos en su armario, Kate ha deslumbrado en su llegada al Horse Guard Parade. La sobriedad de la ropa contrastaba con sus lujosas joyas que, además, tiene un significado muy especial para los Windsor, ya que pertenecieron a Isabel II. Un guiño de continuidad de la monarquía.
La Princesa ha sacado de su armario un precioso abrigo de Alexander McQueen, a modo de vestido de invierno. El resto de los accesorios se teñían del mismo tono: unas botas altas de piel de Gianvito Rossi, guantes y un elegante bolso acolchado de Chanel de asa corta, que ya ha llevado en otras ocasiones y que resultaba perfecto para este momento.
No ha faltado el tocado tan típico para este tipo de actos, que es una de sus señas de identidad. El pelo recogido en un moño bajo trenzado y el maquillaje, discreto. La prenda principal del look, gracias a su escote pico, ha permitido lucir en todo su esplendor el collar de perlas japonesas tipo gargantilla con diamantes en el centro, propiedad de Isabel II. Kate suele elegirlo para recordar a la soberana y lo lució tanto en su funeral como en el del duque de Edimburgo. También llevaba los pendientes de perlas de Bahrein, también de la fallecida monarca.
Pero no ha sido la esposa de Guillermo la única protagonista en cuanto a elegancia, la jequesa de Qatar también ha dado una lección de estilo con un increíble abrigo largo en color topo, con doble botonadura dorada. Debajo se adivinaba un pantalón ancho rojo. El pelo suelto, con efecto wet, y fastuosas joyas, como no podía ser de otra manera.
Esta reaparición de la Princesa de Gales no será la única del mes, pues dentro de unos días presidirá el tradicional concierto de villancicos solidarios en la Abadía de Westminster, junto a su marido y sus hijos.