La lección de empatía de Letizia con los familiares de las víctimas de la DANA provoca un clamoroso: "¡Viva la Reina!"
- Los Reyes han presidido en la catedral de Valencia una misa por los fallecidos en las inundaciones provocadas por la DANA.
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De luto riguroso, fiel a su firme compromiso de ayuda y consuelo a los afectados por las inundaciones de Valencia, ha llegado Letizia a la capital del Turia, junto a Felipe VI, para asistir a la misa por los fallecidos en la DANA, que se ha celebrado este lunes 9 de diciembre en la catedral de la ciudad. Ha pasado poco más de un mes desde que localidades como Paiporta, Alfafar o Massanassa quedaban devastadas por el agua. 222 víctimas mortales, cientos de familias destrozadas y supervivientes que lo han perdido todo.
Este servicio religioso, fruto de la coordinación entre el Arzobispado, Cáritas y los párrocos y Vicarios episcopales territoriales de las zonas afectadas, ha sido el motivo del regreso de la Reina a Valencia para acompañar a la población y seguir demostrando que, tal y como prometió, no les olvida. Superados los contratiempos de su primer viaje, aquel convulso 3 de noviembre en el que acabó llena de barro y llorando, era momento de recogimiento y recuerdo para aquellos que no están.
Aún así, algunos damnificados se manifestaban en los alrededores, pidiendo las ayudas que no acaban de llegar. Letizia y Felipe VI eran los últimos en aparecer, cuando el resto de las personalidades políticas y demás asistentes ya estaban dentro de la Catedral de Valencia. Aplausos y gritos de '¡viva el Rey!' como recibimiento.
Bien abrigada y con gesto serio, la Reina ha entrado en el templo para ocupar su siitio destacado. Ha seguido con respeto el servicio religioso que ha durado más de una hora, antes de dar el pésame personalmente a algunos de los familiares de las víctimas allí congregados. Muchos portando retratos de sus seres queridos y muy emocionados.
Finalizada la misa, Letizia se ha acercado a los asistentes, mostrándose cariñosa y cercana en todo momento, repartiendo apretones de manos y algunos abrazos. Ha escuchado las confidencias y se ha volcado con la gente mayor ofreciéndole su consuelo; al igual que Felipe VI.
Pasando por los distintos bancos y visiblemente nerviosa, la Reina no paraba de tocarse el pelo, yendo de un grupo de personas a otro sin querer dejarse a nadie. Han sido muchos minutos los que los Reyes han dedicado a hablar con los seres queridos de quienes perdieron la vida, parándose con aquellos que se mostraban más afectados.
Emocionados, les han dado las gracias por venir y acompañarles en su dolor y los han despedido con un gran aplauso. En Valencia, Letizia ha dado una gran lección de humanidad y empatía y eso ha provocado que se hayan escuchado muchos '¡viva la Reina!' en la catedral.