Letizia deslumbra con un vestido italiano, sin tiara, pero con las pulseras de diamantes del lote de pasar
- La Reina ha hecho un guiño a sus anfitriones con la prenda principal, firmada por Max Mara, en el banquete celebrado en el Palacio Quirinal.
- Más información: Letizia se convierte en una reina 'lady in pink' con un dos piezas rosa y desafía al frío con zapatos destalonados
Un viaje de Estado siempre tiene una cena de gala. El de los Reyes a Italia está teniendo lugar en Roma, en su honor. El evento es ofrecido por el presidente italiano Sergio Mattarella y su hija, Laura, que como es viudo actúa como su primera dama. El Palacio Quirinal se ha vestido de largo para recibir a Felipe VI y a Letizia.
Han pasado más de 20 años desde su primer banquete de este tipo. Por entonces, una entonces novata Princesa de Asturias elegía el color con el que más segura se sentía entonces: el rojo. Estrenó un cuerpo drapeado con escote pico y un escote barco para presumir de hombros desnudos y bronceados, con una falda de corte sirena, todo firmado por Lorenzo Caprile.
Han pasado dos décadas de aquel debut y poco tiene que ver aquella Letizia con la actual. Ha participado en muchas cenas de este tipo, y para jugar bien en este terreno, la experiencia es un factor fundamental.
Acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, la cena de gala en homenaje a los Reyes ha dejado de manifiesto, con las palabras de Felipe VI, la importancia de las relaciones entre ambos países.
Letizia ha lucido sus mejores armas. Aunque muchos esperaban que la Reina se pusiera alguna de sus espectaculares tiaras, no lo ha hecho porque sigue una tradición no escrita que implantó su predecesora en el cargo, la emérita Sofía, cuando el país que se visita no es una monarquía, no se debe llevar.
Eso no significa que no haya elegido piezas importantes como son las pulseras gemelas de diamantes, con las que ha elevado el look. Se trata de dos brazaletes idénticos que son considerados la pieza más moderna del lote de pasar. Tienen su origen en una coronita que Alfonso XIII le entregó a su mujer, Victoria Eugenia, como uno de los regalos de boda, en 1906.
El magnífico vestido elegido para la ocasión tampoco se ha quedado atrás. Parece que ya es costumbre vestir de una marca del país anfitrión, así que se ha decantado por Max Mara. Se trata de un diseño de gala compuesto por cuerpo sin mangas de georgette de seda pura y falda de raso brillante cortado al bies. Lleva un drapeado escultórico en el hombro y detalle de lágrima en la parte delantera. Su precio es de 599 euros y está disponible en la web de la casa.
Aunque no ha lucido el tan esperado moño italiano que tanto deseábamos, el peinado era perfecto. El problema es que hemos tardado un poco en descubrir qué pendientes había escogido, ya que el cabello nos impedía verlos bien.
Pero cuando por fin se ha revelado la sorpresa, nos hemos dado cuenta de que Letizia quería dejar el pabellón bien alto. Si las pulseras gemelas son de división de honor en la alta joyería, los pendientes de la firma suiza De Grisogono están en el mismo nivel. Se trata de un increíble modelo realizado en oro blanco y diamantes negros. No faltaba, por supuesto, su anillo de Coreterno.
Así termina una jornada muy intensa que sigue el jueves 12 con otros actos institucionales y nuevos estilismos de Letizia.