Las tareas de la princesa de Asturias han comenzado antes de zarpar. Llegó a Cádiz el miércoles 8 para un breve periodo de aclimatamiento y ya se ha dejado ver haciendo sus primeras maniobras en el buque Juan Sebastián Elcano. ¡Y son espectaculares! La jornada del jueves nos ha dejado una imagen impactante de Leonor, que da buena cuenta de lo que será su vida a bordo de este crucero de instrucción de seis meses.
Vestida con ropa de trabajo reglamentaria, pantalón oscuro, jersey marinero y zapatillas, ha tenido que practicar una de las actividades quizá más arriesgadas y, desde luego, no aptas para personas con vértigo. Sujeta con un arnés y con suma cautela, ha subido por las escalerillas de uno de los palos de la nave, de casi 50 metros de altura, para maniobrar con las velas.
Es una de las maniobras que practican habitualmente cuando están en puerto, antes de su partida, aprovechando que el barco se mueve poco. Después tendrán que realizar lo mismo durante la navegación, cuando es más complicado. Aún así, la heredera ha logrado completar el ejercicio sin problemas.
Hay que destacar que pese a lo espectacular del ejercicio, cuentan con toda la seguridad necesaria para no caer al vacío, aunque no deja de impresionar ver la cubierta del barco desde esa altura.
Ha sido una mañana intensa, tras la cual ha habido tiempo para el ocio. Tras cambiarse de ropa y enfundarse el uniforme de la Marina, Leonor ha salido a tomar algo con sus compañeros por el puerto de Cádiz. Numerosas personas la han parado durante el camino y ella las ha atendido de manera solícita.
La Princesa ha tomado algo en el puerto con los demás alumnos del buque.
Ante las preguntas de una transeúnte, ha confirmado que está "muy contenta en Cádiz". Incluso se ha fundido en un abrazo con una chica morena. Parece que podría ser conocida de uno de los guardiamarinas que la acompañaban.
Muchos llevaban sus petates. Lo que también ha llamado la atención es que la heredera ha tratado de mimetizarse entre ellos para ser una más, que es lo que se pretende durante toda su instrucción militar. En la chaqueta del uniforme, lleva el lazo de nudo que se les otorga a los alumnos ejemplares, prueba de su entrega.
Leonor se abraza a una chica durante el paseo por el puerto.
Están siendo jornadas emocionantes para la hija mayor de los Reyes y el resto de los alumnos de la Escuela Naval de Marín. El viernes 10 serán recibidos en el Ayuntamiento por el alcalde a primera hora de la mañana y previsiblemente seguirán con sus entrenamientos en el barco. Al día siguiente, llegará el momento de la despedida y el inicio real de la aventura.