Este sábado, día 11 de enero, da comienzo la vuelta al mundo de la heredera al trono, una experiencia única que afronta con entusiasmo. Bonita, única, pero no fácil ni ligera, lo que supone todo un desafío para ella.
La princesa Leonor tendrá que realizar un duro trabajo a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, con jornadas intensas que comienzan a las 6:45 horas de la mañana con el toque de diana. No solo eso, estará alejada de España seis meses, sin poder ver a su familia; algo a lo que nunca se ha enfrentado y que pondrá a prueba su estado emocional y su madurez.
Es quizá la parte más dura de la instrucción militar que finalizará en 2026 tras su paso por la Academia del Aire de San Javier en Murcia. Una vez que sea reina de España se convertirá capitán general de los Tres Ejércitos. Todo un hito en la monarquía de nuestro país.
El buque de instrucción que llevará a la princesa de Asturias en una memorable vuelta al mundo zarpa a las 12 de la mañana del 11 de enero desde el puerto de Cádiz. Junto al resto de la tripulación, compuesta por 76 guardiamarinas, visitará varios países de Latinoamérica, además de recalar en Nueva York, en un periplo de seis meses que tendrá su broche de oro en de julio en la misma ciudad de la que partió.
La despedida de la princesa de Asturias, que contará con la presencia de los Reyes será, por tanto, su última aparición oficial en mucho tiempo y también la última vez que pueda abrazar a sus padres hasta verano.
La expectación es máxima y se espera que el día en el que se inicia la navegación sea multitudinario, entre fans reales, curiosos y familiares, que se darán cita en el puerto para contemplar cómo Elcano suelta amarras llevando en su interior a la futura reina de España.
Será una jornada intensa, que comenzará con una misa en el Convento de Santo Domingo de Cádiz, a la que solo se podrá acceder con invitación y que cuenta con la asistencia de la tripulación. Posteriormente, saldrá en procesión la Virgen del Rosario, llamada La Galeona, que se dirigirá al buque escuela, acompañada por la Unidad de Música del Tercio del Sur.
Sin duda, el momento estelar será el adiós de Felipe VI y Letizia a su hija, con posado oficial de por medio para la posteridad. Cuando el actual Rey se embarcó, allá por el año 1987, fueron cerca de 15.000 personas las que se agolparon en el lugar para verle partir y desearle suerte.
Ahora, con su hija, que goza de una enorme popularidad, esa estampa se repetirá. La única incógnita a despejar es si la infanta Sofía también estará allí. Su presencia no está confirmada en la agenda de Zarzuela, pero... ¿viajará desde Gales a Cádiz para poder despedir a su hermana o lo hará a través del teléfono?
El momento del desatraque del buque y sus primeros metros de navegación serán sin duda espectaculares. Mientras Elcano empieza a surcar el mar sonará la Salve Marinera por la Coral de la Universidad de Cádiz y también las salvas de honor del Batallón de Puntales desde la Punta de San Felipe. Además, serán muchas las embarcaciones que lo acompañarán durante su salida por la bahía gaditana a modo de escolta, muchas de ellas engalanadas para la ocasión.
Desde la Asociación Cádiz con Elcano explican: "Este año se cuenta con el aliciente de que embarca como guardiamarina la Princesa de Asturias doña Leonor de Borbón, por lo que se espera una numerosa participación de barcos acompañantes y un esmero por parte de la Armada con sus buques y los vistosos vuelos de helicópteros y aviones".
Así es el buque por dentro
A partir del 12 de enero, la rutina de la heredera al trono será intensa. Se ha de levantar a las 6:45 horas de la mañana para empezar con las clases y la actividad física y marítima. ¡Y son muchas horas de trabajo! El capitán Rubén Correa, capitán de corbeta, ha dado algunos detalles de la vida a bordo: "La instrucción en la mar es integral y va desde el régimen académico que es muy intensivo con cinco u ocho clases diarias y 18 asignaturas, parte de ellas es el grado de ingeniería mecánica que hacen, y otras específicas como navegación, maniobras, etcétera. Y, además, con la particularidad de hacerlo en un velero de cuatro palos, donde entra la instrucción marinera, naval".
Nos podemos hacer una idea de cómo serán sus trabajos en cubierta gracias a un vídeo que ha publicado la Armada donde se ve a los guardiamarinas subiendo por el mástil (no apto para personas con vértigo), tirando de las maromas y otros momentos de la travesía. Durante estos meses, Leonor y el resto de sus compañeros lucirán ropa de trabajo y uniformes reglamentarios.
Este es su segundo año de instrucción militar, así que ya está acostumbrada a vivir sin las comodidades de palacio, aunque no hay duda de que este nuevo hogar es diferente a todo lo conocido. En el Juan Sebastián Elcano, la princesa de Asturias dormirá el litera y compartirá habitación con otras compañeras en un espacio muy reducido. Una luz por cada cama, se cierra con una cortinilla para un poco de intimidad, y no dispone de armarios. Todo milimetrado.
El baño también es común y las escaleras de acceso a los camarotes estrechas y empinadas. En cuanto a los espacios para las clases, el tiempo de descanso y las comidas y cenas son austeros y básicos. También dispone de una capilla. El buque tiene casi 100 años (fue botado el 5 de marzo de 1927) y ha sido renovado para mantenerlo en buenas condiciones, aunque la comodidad no es una de sus características principales.
Pese a la sobriedad, y como es lógico, está a punto en cuanto a tecnología se refiere. Dispone de wifi, así que Leonor podrá mantenerse en contacto con sus padres y sus amigos durante toda la travesía que incluirá ocho países.
Una experiencia dura
A sus 19 años, Leonor de Borbón y Ortiz enfrenta este reto con nervios e ilusión a partes iguales. Ya está en parte acostumbrada y pasar tiempo lejos de su familia, pues durante su estancia en Gales, en Zaragoza y en Marín ha podido vivir esta distancia. Pero nunca como hasta ahora, ya que pasarán seis meses hasta que vuelva a posar sus pies en España y reunirse con los Reyes y con su hermana, la infanta Sofía. Pese a que se mantendrán en contacto no podrán abrazarse.
Aún así, la heredera sabe que es una experiencia única que recordará siempre. Se lo ha dicho en privado y en público Felipe VI, deseándole que lo disfrute sobremanera. 2025 va a ser un año ajetreado, pues a penas tendrá tiempo de descanso cuando regrese del crucero de instrucción, pues tras unas semanas de vacaciones, ingresará en la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier (Murcia).