Uno de los problemas que presenta el cáncer de ovario es que se diagnostica tarde, de forma que la enfermedad suele encontrarse en estadios avanzados, siendo peor el pronóstico para la paciente. La cirugía en este contexto juega un papel crucial, y es que, tal y como confirma la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en el cáncer de ovario, y a diferencia de otros tumores malignos, "existe una correlación entre la calidad de la cirugía y la supervivencia de la paciente".
Según explica en una entrevista con Infosalus, el vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica (SEOQ), el doctor Pedro Cascales, en el caso del cáncer de ovario el tratamiento inicial es quirúrgico, y en concreto se trabaja con lo que se conoce como 'cirugías perfectas', es decir, aquellas donde se consigue extirpar toda la enfermedad visible. "Se trata de intervenciones que se correlacionan con un mejor pronóstico y futuro de la paciente, e incluso con las posibilidades de curarse.
En el resto de pacientes podemos mejorar el futuro, pero si no es perfecto el procedimiento en el cáncer de ovario, las probabilidades de curación son muy bajas, incluso prácticamente nulas", considera el cirujano. Además, resalta que estas operaciones son muy complejas, por lo que es imprescindible contar con un profesional que tenga una capacidad y experiencia en realizarlas, de cara a poder lograr ese resultado perfecto. "Si no, el pronóstico se ensombrece bastante", según lamenta el experto de la Unidad de Cirugía Oncológica Peritoneal del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia).
De hecho, subraya que España cuenta con buenos profesionales, y además de prestigio internacional en este campo. "El cáncer de ovario sólo tiene un disparo. Si gastas la bala innecesariamente, el futuro de la paciente es difícil remontarlo. Por eso importante que el equipo que intervenga sea experimentado. Son pacientes especiales y el carácter humano va unido a la valía profesional", insiste el miembro de SEOQ.
Recordemos que, por regla general, cada mujer tiene dos ovarios, que se encuentran a cada lado del útero. Tienen forma de almendra y una longitud máxima que oscila entre los 2 y 4 centímetros. En concreto, la SEOM precisa que existen 3 tipos de cáncer de ovario: el carcinoma epitelial, los tumores de células germinales, y los tumores del estroma. El primero de ellos, el carcinoma epitelial, representa el 85-90% de los cánceres de ovario, siendo el resto poco frecuentes.
Asimismo, esta sociedad científica estima que la mayor parte de pacientes (70-80%) se diagnostican en una etapa avanzada de la enfermedad; y el cáncer de ovario representa el 3% de los tumores en la mujer, aparte de suponer la cuarta causa de muerte por cáncer en mujeres tras el cáncer de pulmón, el de mama y el de colon.
Sintomas inespecíficos
El problema que suele encontrarse con el cáncer de ovario es que se detecta en las fases avanzadas. Sus síntomas son muy inespecíficos, lo que impide detectarlo a tiempo, según sostiene el doctor Cascales. Es más, afirma que este cáncer "nada en un mar de antiácidos", porque como tiene una sintomatología "tan inespecífica" hay muchas pacientes a las que se les trata primero con protectores de estómago o medicamentos frente a gases.
"Los síntomas que deben alarmar son la hinchazón del abdomen y el dolor en la zona de la pelvis que, mantenidos en el tiempo, más de 2-3 semanas deben hacer pensar que pasa algo. La mayor parte de veces al estudiarlas no se encuentra nada, lo que hace que el cáncer gane tiempo, y cuando se descubre, éste está ya avanzado. En dos tercios de las pacientes es así, y cuando la enfermedad se ha extendido dentro del abdomen", relata.
Sobre cómo se produce la metástasis a otras partes del cuerpo, este especialista de la SEOQ hace un símil entre el cáncer de ovario y un saco de semillas: "El cáncer de ovario es como saco de semillas. Tiene cierta facilidad para romperse espontáneamente y esas células tumorales pasan a la cavidad abdominal, y se pueden extender en todos y cada uno de los rincones de ella (estómago, útero, peritoneo_membrana que recubre todas las vísceras--, el intestino delgado, el grueso, el bazo, y alrededor del hígado)".
Por eso, según indica, las 'cirugías perfectas' de cáncer de ovario suelen conllevar, además de la extirpación del útero y de los ovarios, que son obligatorios, supone "el tratamiento básico del cáncer de ovario", implican también el resecar en muchas ocasiones varios órganos o fragmentos de estos afectados.
Cirugía abierta
Una vez está claro el diagnóstico y que se debe emprender la cirugía en la paciente, el especialista del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca mantiene que la intervención recomendada en el cáncer de ovario es la cirugía abierta, dado que permite revisar cada rincón de la cavidad abdominal y extirpar aquellas zonas afectadas.
Estos procedimientos suelen tener una duración media de 5-6 horas ya que requieren varias intervenciones en una. "Implica tiempo el revisar todo, el extirpar las masas tumorales, y además mediante una técnica muy cuidadosa, ya que la recuperación es delicada. Se trata de una cirugía agresiva", subraya Cascales.
Eso sí, el experto en cirugía de cáncer de ovario celebra que la recuperación en estas pacientes suele ser buena, aunque como en toda cirugía mantiene que pueden aparecer complicaciones. "Es una cirugía de riesgo pero gracias a los equipos experimentados está bastante controlado", defiende el experto de SEOQ.
Entre las principales complicaciones que pueden surgir tras una cirugía de cáncer de ovario el doctor recuerda a las infecciones y a las hemorragias, que pueden surgir tras cualquier operación; si bien puntualiza que en esta cirugía puede ocasionarse un retraso en el inicio de la función del intestino delgado, lo que se conoce como 'parálisis
intestinal' transitoria, una "complicación grave pero poco frecuente en equipos experimentados en estas intervenciones".
En último lugar, en el caso de las mujeres en edad fértil que desean ser madres y a quienes se les detecta un cáncer de ovario, el doctor Cascales señala que cada caso se valora individualmente, aunque existe lo que se conoce como 'cirugía de preservación de la fertilidad', donde se opera lo justo para poder continuar esa mujer con su función reproductiva, siempre que sea posible médicamente, aunque reconoce que "realmente éstas son poco frecuentes".