El insomnio es uno de los trastornos del sueño más habituales entre la población. Según la Sleep Foundation, se estima que aproximadamente el 30% de las personas han sufrido interrupción del sueño y el 10% presenta síntomas relacionados con el deterioro funcional durante el día asociados a síntomas del insomnio.
La fundación define este trastorno del sueño como la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, incluso cuando una persona tiene la oportunidad de hacerlo. Generalmente, las personas que sufren insomnio pueden sentirse insatisfechas con su sueño y generalmente experimentan fatiga, poca energía, dificultad para concentrarse o alteraciones del estado de ánimo, entre otros.
Además, las mujeres son más proclives a sufrir insomnio que los hombres. Concretamente, el 63% de las mujeres experimentan síntomas de insomnio en comparación al 54% de los hombres.
Entre los factores que pueden promover el desarrollo de insomnio están el ruido, la temperatura ambiente y tener un trabajo por turnos que altere las rutinas de sueño. Sin embargo, un reciente estudio de la Sleep Foundation ha apuntado a los cambios hormonales como una posible razón del insomnio entre las mujeres.
"Las condiciones biológicas exclusivas de las mujeres, como el ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia, pueden afectar a la calidad de su sueño. Esto se debe a que los niveles cambiantes de hormonas que experimenta una mujer durante todo el mes y durante su vida, como el estrógeno y la progesterona, tienen un impacto en el sueño. Comprender los efectos de estas hormonas, los factores ambientales y los hábitos de estilo de vida pueden ayudar a las mujeres a disfrutar de una buena noche de sueño", sostienen desde la fundación en el artículo.
En este sentido, la Oficina de la Salud de las Mujeres, dependiente del Departamento de Salud de EEUU, también tiene las hormonas en su lista de causas del insomnio secundario, que es aquel que "ocurre por o junto a otras afecciones de salud o como un efecto secundario de medicamentos recetados. Puede ser agudo (a corto plazo) o crónico (a largo plazo)".
Cambios hormonales
Durante el ciclo menstrual, en los días previos al sangrado, los niveles de progesterona disminuyen. Esto significa que durante los días en que la mujer experimenta síntomas del síndrome premenstrual, realmente puede manifestar dificultades para dormir. Después del la menstruación (los días de sangrado), los niveles de progesterona aumentan nuevamente y puede implicar un mejor descanso.
Por el contrario, durante el primer trimestre del embarazo los niveles de estrógeno y progesterona aumentan considerablemente, los que provoca que muchas mujeres sientan sueño y cansancio durante las primeras etapas del embarazo.
La menopausia es otro momento en que sus hormonas fluctúan dramáticamente. Algunos efectos secundarios de la menopausia incluyen sofocos y sudores nocturnos que pueden ser increíblemente perjudiciales para el sueño.
Otros motivos
Además de las hormonas, puede haber otras razones poro las que el insomnio afecta a más mujeres que hombres. Un estudio producido por la Sociedad para la Investigación de la Salud de la Mujer publicado en 2018, en el que se observó los hábitos de sueño de mujeres y hombres, comprobó que las mujeres tardan más en dormirse.
Las mujeres tenían también más probabilidades de sufrir el síndrome de piernas inquietas que aumenta después de tener hijos y eran más propensas a tener vejiga hiperactiva. Asimismo, había otros factores externos que dificultaban el descanso como el cuidado a los padres ancianos, lo que aumentaba el estrés en su salud mental.
La investigación apuntó además que "el riesgo de insomnio entre las mujeres surge con el inicio de la menstruación", pero en ese momento se desconocía "la causa biológica exacta", algo que ahora se ha relacionado con las hormonas.