Dolor de cabeza intenso e incapacitante. Así es como definen la migraña quienes la sufren, una enfermedad neurológica que en España padecen unas 5 millones de personas, de las cuales ocho de cada 10 son mujeres de entre 20 y 40 años, es decir, cuatro millones. Es por lo que de forma mayoritaria, la radiografía de la migraña se escribe fundamentalmente, en femenino. Tanto que en España, esta enfermedad supone la segunda causa de discapacidad en mujeres.
Según explica la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE) -con motivo del Día Mundial de Acción contra la Migraña celebrado cada 12 de septiembre- la migraña es uno de los tipos de cefalea más prevalente, con una gran discapacidad asociada. Pese a su indigencia la migraña es todavía, explica esta entidad, "una enfermedad infradiagnosticada: tarda de media casi siete años en ser diagnosticada, invisible y poco reconocida, pero con un fuerte impacto en la calidad de vida, tanto el área personal y familiar como en el social y laboral".
Tal es la repercusión que tiene esta enfermedad en los pacientes y en su entorno, que un nuevo estudio "La realidad de la migraña: paciente y entorno" realizado en 10 países europeos, incluido España, muestra cómo más del 90% de los pacientes encuestados considera que la migraña afecta “negativamente” a su calidad de vida. El estudio ha sido impulsado por TEVA Pharmaceuticals y presentado de forma online el pasado miércoles.
Otros datos relevantes señalan que el 50% de los pacientes con migrañas sienten depresión o ansiedad debido a la enfermedad y el 86% asegura que su entorno más cercano también se va afectado.
Y es que, según el informe, la repercusión es más que evidente: el 60% de los pacientes indicaron que la migraña ha repercutido negativamente en su vida social, sus estudios, su trabajo y su carrera; el 40% de los jóvenes que viven con migraña indica que impacta en su educación y hasta un tercio de los pacientes ve afectada su actividad sexual y también la imposibilidad de realizar sus hobbies.
Incluso, por temor a no ser comprendidos, hasta un 66% de los pacientes esconden que sufren esta enfermedad en sus lugares de trabajo. Además, y según la OMS, como muestra en su web la AEMICE, la migraña es la 8ª enfermedad más discapacitante de la humanidad en días de capacidad por años vividos.
Más allá del dolor de cabeza
Y es que la migraña es más que un dolor de cabeza. Se define como una enfermedad neurológica debilitadora que causa episodios recurrentes de dolor que duran de 4 a 72 horas y que a menudo están acompañados de náuseas, vómitos, fotofobia, fonofobia y cambios en la visión. Además, "es frecuente su asociación con trastornos del estado de ánimo", comenta Sonia Santos, coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Es importante, no obstante, hacer hincapié en que "cada migraña es distinta, al igual que cada paciente. Tenemos que transmitir a la sociedad que la migraña es mucho más que un dolor de cabeza. Es una enfermedad de la que, cuando se produce una crisis, es incapacitante y condiciona la vida de quienes la sufren", apunta Isabel Colomina, presidenta de la AEMICE. Por ejemplo, según datos de la SEN, más de un 70% de las personas que padecen migraña presenta una discapacidad grave.
Existen diferentes categorías de migraña, según explica la AEMICE: migraña episódica poco frecuente (cuando el dolor aparece hasta 9 días al mes); migraña episódica muy frecuente (cuando hay dolor entre 10 y 14 al mes) y migraña crónica (aquella que aparece más de 15 días al mes).
En España, explica la SEN, "el 80% de las personas que padecen esta enfermedad son mujeres, generalmente en edades comprendidas entre los 20 y 40 años, sufriendo éstas mayor duración e intensidad de dolor en las crisis, mayor riesgo de recurrencia, mayor discapacidad y necesitando, a la vez, un periodo de tiempo mayor para recuperarse. Por esa razón, en nuestro país, la migraña es la segunda causa de discapacidad en mujeres".
Más visibilidad y conocimiento
Por ello, los expertos abogan por un mejor conocimiento de la enfermedad por parte de la sociedad general. "Diagnosticar adecuadamente esta enfermedad es básico para mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen y para evitar que ésta se convierta en algo más grave. Con un tratamiento adecuado, todos los pacientes son susceptibles de mejorar", afirma Santos.
Pero además del tratamiento médico y farmacológico para la migraña, es fundamental también, añade la experta, "la educación del paciente en cuanto a hábitos y estilo de vida saludables (mantener los mismos horarios de comida, una buena calidad de sueño y evitar el sedentarismo y la auto-medicación), el tratamiento sintomático (de los ataques) y el tratamiento preventivo".
En la mayoría de los casos, añade por su parte Colomina, "gracias a un correcto diagnóstico, un tratamiento personalizado y un estilo de vida adecuado, la enfermedad se puede manejar. Para lograrlo, es imprescindible la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales, la investigación continua y contribuir a mejorar el conocimiento en torno a la migraña y reconocer la discapacidad e incapacidad asociada a esta enfermedad".
Una mayor visibilización y conocimiento de la enfermedad por parte de toda la sociedad, se antoja más que fundamental para ayudar a todos los pacientes con migraña a que se sientan mejor, más respaldados y comprendidos. Para dar un paso más, la AEMICE ha puesto en marcha a través de Twitter e Instagram la campaña "Mi migraña es…" en que las personas podrán compartir cómo viven la enfermedad y cómo afecta a su calidad de vida.