María Unceta-Barrenechea (Bilbao, 1964) se dio cuenta de que las enfermas de cáncer que están bajo tratamiento tienen necesidades especiales para su piel que se convierte en la primera afectada, provocando aún más molestias y dolor a cada sesión de quimio o radio. Y vivió casi en primera persona esa situación cuando a su madre, Carmen, le diagnosticaron cáncer.
"Cuando a mi madre le detectaron el cáncer y el oncólogo nos alertó de los efectos secundarios sobre su piel, no lo dudé un minuto y pensé: 'Yo voy a hacer todo lo que esté en mi mano para cuidar su piel y que se sienta bien. Voy a desarrollar los mejores productos'. Y me puse manos a la obra".
Lo consiguió en 2015, cuando, tras cinco años de investigaciones, lanzó María D'uol Oncology, la primera línea de cosmética oncológica realizada en España: "Debido a las múltiples visitas al Hospital Universitario de Álava, Txagorritxu, pude tener una relación más cercana con el personal sanitario e intercambiar conocimientos e inquietudes sobre las carencias que existían en el cuidado de la piel de los pacientes y los nuevos avances médicos que se estaban produciendo. Desarrollé los productos con todo el rigor científico, la exquisita selección de las materias primas y con todo el amor y el buen hacer".
Un bálsamo, un aceite y una loción reparadora fueron sus primeras propuestas que enseguida se colaron en las recomendaciones de los oncólogos a sus pacientes incluso antes de comenzar el tratamiento, junto con dos cremas (una con color) y un protector solar. Todo realizado expresamente para tratar de bajar la inflamación, eliminar el escozor y las rojeces y recuperar la piel desde su interior para evitar que, a las molestias y el dolor de la enfermedad, se una esa incomodidad externa en la piel que muchas veces no deja ni dormir.
"Los pacientes durante el tratamiento de radioterapia manifiestan distintos efectos secundarios tales como descamación seca o húmeda, prurito, inflamación, enrojecimiento y dolor, además de un daño vascular. En la actualidad para la disminución de algunos de estos síntomas la práctica habitual es la utilización de
corticoides". Pero meter más medicación al cuerpo no siempre es una buena idea y en este caso muchas veces contraproducente.
Por eso, lanza ahora dos nuevos productos que seguir paliando las necesidades de estas mujeres (y hombres), uno especializado en radioterapia y el otro un sérum calmante que aumenta la inmunocompetencia de la piel.
"Es muy importante cuidar la piel en estos casos porque casi todos los enfermos tienen miedo a la radiactividad porque no se ve pero minimizar los efectos que producen en la piel donde reciben el tratamiento provoca menos dolor, más confort en el paciente y, por lo tanto, más seguridad", reconoce esta farmacéutica con más de 25 años de experiencia en el sector.
El Radio Skin Lotion, especializado en los efectos que provoca la radioterapia, posee una potente actividad antinflamatoria y restauradora de la barrera hidrolipídica, que calma y suaviza la piel eficazmente y acelera la reducción de las rojeces y de las irritaciones causadas por la radiación. Además, se vende en un formato "que se puede llevar en el bolso o en la mochila y en el mismo hospital, antes de vestirse, se puede pulverizar el área dañada y marcharse", recomienda María para empezar a evitar el dolor desde el principio.
Y como siempre, detrás de María D’uol Oncology, no hay sólo innovación e investigación en el laboratorio, sino que están oncólogos y médicos que confían en su buen hacer, sus visitas a los hospitales y el contacto constante con pacientes y enfermeras. De hecho, estos dos nuevos productos nacen tras varios estudios observacionales en distintos hospitales de España con resultados muy satisfactorios y se ha iniciado un estudio clínico con 250 pacientes de cáncer de mama en el Hospital de la Defensa Gómez Ulla.
De hecho, la doctora Ana Mañas, oncóloga radioterápica en el hospital de la Milagrosa, jefe de servicio en el hospital universitario de la Paz y expresidenta de SEOR (Sociedad Española de Oncología Radioterápica) asegura que dio a probar a sus pacientes esta crema y que todas hablaron de la calma y el frescor que ofrecía esta loción. "Lo único que sufrieron fue la inflamación de la piel, lo mínimo que puede pasar con la radioterapia", explica la doctora.
"A mi ama, le aplicaba los productos cada día, era nuestro momento. Comprendí los efectos secundarios que se pueden producir tras cada sesión: eritema, picor, calentamiento, sequedad extrema, etc. Sin embargo la piel de mi madre quedaba perfecta después de aplicarle los productos que con tanto cariño había formulado; disminuían el picor y el enrojecimiento y le permitían dormir bien", explica María, recordando el tratamiento por el que pasó su madre, que falleció cinco meses después de lanzar Oncology.
Todos los productos de esta línea cosmética son también perfectos para las pieles sensibles, con dermatitis, rosácea y cualquier afección de la piel que la haga más delicada de lo normal.