Muchas mujeres pueden haber sufrido estas pequeñas sensaciones de parálisis en el lado derecho u otros síntomas, como debilidad, dificultad para hablar correctamente, entumecimiento o parálisis en la cara, vértigo o pérdida de coordinación y pueden hacerles pensar que, si desaparecen en una hora (aunque a veces pueden durar hasta 24 horas) y son de carácter leve, no suponen una urgencia médica. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Los ictus transitorios son también una emergencia médica. El estudio precoz de estos casos permite identificar a pacientes con alto riesgo de recurrencia en los primeros días después del ataque y adaptar el tratamiento preventivo para evitar uno nuevo.
El ictus se sitúa ya como la primera causa de muerte en mujeres en España, teniendo en cuenta que el 35% de ellos tienen su origen en patologías como la fibrilación y arritmias cardiacas, la gran mayoría podrían prevenirse simplemente con un estilo de vida cardiosaludable.
En el caso de las mujeres, hay que tener muy en cuenta también la toma de anticonceptivos orales, que es una de las causas con las que se relaciona esta grave patología. Además, hay otros factores como la hipertensión arterial, la obesidad, el sedentarismo, la dieta, la diabetes, el colesterol, el tabaco o la presencia de enfermedades cardiacas.
Existen dos tipos de ictus: el isquémico, cuyo origen se encuentra en una falta de riego sanguíneo cerebral provocada por un trombo, y el hemorrágico, cuya causa es la rotura de un vaso arterial cerebral.
Un 10% de los ictus hemorrágicos puede ser candidato a la cirugía mientras tengan un tamaño considerable y sean relativamente superficiales. El éxito de esta cirugía dependerá de la edad de la paciente y sus antecedentes, así como la rapidez en la actuación.
En cualquier caso, lo más recomendable es acudir cuanto antes a los servicios de urgencias ante síntomas como una pérdida de fuerza súbita, desviación de la comisura de los labios, dolor de cabeza fuerte y repentino, pérdida total o parcial de la visión, aparición de problemas al hablar, vértigo y trastornos de sensibilidad como sensación de acorchamiento u hormigueo en rostro, brazos o piernas.
Finalmente, es importante resaltar que no hay que tener miedo en acudir a los hospitales llegado el caso, dado que actualmente han adaptado sus instalaciones y cuentan con circuitos perfectamente diferenciados para atender a todos los pacientes minimizando el riesgo de contagio. Sobre todo en los que tienen el certificación Applus+ de 'Protocolo Seguro frente al Covid-19'.
*Catheline Lauwers, jefa del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Valencia.