Para la doctora Juana Crespo la planificación familiar no consiste solo en saber cómo no quedarse embarazada, sino que incluye el "tener hijos cuando yo quiero". Se trata de saber cuidarse y conocer los factores de riesgo que pueden dificultar la fertilidad e incluso llegar a impedir el tener hijos.
"Para tener hijos necesitamos óvulos sanos, espermatozoides sanos, un útero sano y una mujer saludable. ¿Qué pretende planificar la vida reproductiva? Que llegues al momento en el que decidas reproducirte con esas cuatro premisas de la mejor forma. Ese es el concepto clave a la hora de preservar una fertilidad. No es solo congelar óvulos, sino decir: qué cuatro cosas necesito para que eso sea posible", explica la doctora Crespo, ginecóloga especializada en fertilidad y fundadora de la clínica Equipo Juana Crespo.
En los últimos años se ha generalizado el retraso en la maternidad y cuanto más tiempo pasa más problemas de fertilidad puede haber. Por eso la doctora Crespo recomienda hacerse un examen completo entre los 30 y los 34 años, aunque en ese momento no se pretenda ser madre. "En esos años los óvulos son de muy buena calidad, pero de los 33 a los 38 años hay un océano brutal con respecto a la fertilidad".
Principales problemas
El problema principal con el que se suelen topar las pacientes que llegan a la clínica de la doctora Crespo es la edad de la mujer. "A partir de los 35 años a nosotras alguna tecla de nuestra orquesta se nos desajusta", asegura la doctora, que tiene más de 30 años de experiencia en la medicina reproductiva y ha ayudado a miles de parejas a conseguir el embarazo.
El segundo problema es la endometriosis, una enfermedad crónica que afecta al 10% de mujeres en edad reproductiva. La endometriosis está relacionada también con el retraso de la maternidad, ya que eso produce que tengamos un gran número de reglas durante nuestra vida. "No hay que olvidar que el embarazo es el descanso de reglas, el ahorro de ovocitos y el que nuestro sistema reproductivo se regenere".
El tercer problema más habitual entre las pacientes de la doctora Crespo es lo que ella llama "el factor masculino", que es más fácil de solucionar. "Es básicamente el semen que en casa no llega y tenemos que hacerle llegar. Técnicamente es muy fácil hacer el trabajo del espermatozoide, sin embargo, trabajar con óvulos viejos y con sistemas femeninos envejecidos es más difícil".
Prevención
Por esa razón es importante conocer los factores que potencian "de forma exponencial" el envejecimiento reproductivo y que en un futuro pueden dificultar la fecundación de manera natural:
La doctora Crespo destaca lo primero el tabaco, tal y como avisan las cajas de cigarrillos: "Fumar provoca infertilidad". "Un ovario que ha fumado cuando llega a los 38 años la mayoría de los ovocitos se han secado. Si eres fumadora a los 30 te puedo congelar óvulos a esa edad, pero si sigues fumando y vienes a consulta a los 38, ya no tengo óvulos".
También afecta la obesidad. "Cada punto más de IMC (Índice de Masa Corporal) por encima de 30 hay un 5% menos de nacido vivo". El peso también afecta a los hombres y provoca que "el semen sea cada vez peor". Pero no solo es necesario estar en un peso adecuado, también hay que tener una buena nutrición porque "todo lo que sea un estrés oxidativo para las células de nuestro organismo hace que la calidad de nuestros ovocitos y nuestro semen empeore".
Otros factores son la polución y el estrés. "Cuando estamos estresados nuestro cerebro anula los sistemas parasimpáticos para poder afrontar esa situación. Una de las anulaciones es la función reproductiva. Por lo tanto, lo que hace es que ovulemos mal, que nuestro útero esté hipertónico y que con el tiempo empeore y cada vez tengamos menos ovocitos y de menos calidad".
Examen completo
Si una mujer quiere planear su fertilidad, la doctora Crespo recomienda acudir a un profesional y realizarse un examen completo para descartar futuros problemas o ver cómo abordarlos.
"Por ejemplo si quieres tener hijos, pero dentro de 10 años. Pues en ese caso hacernos una revisión reproductiva para ver los antecedentes con un estudio genético, conocer enfermedades familiares que sean hereditarias y hacer un perfil de entorno social sobre los hábitos".
"Así, si una paciente tiene endometriosis, quizá necesita vitrificar más óvulos que una paciente que no la tenga. O en el caso de otra con antecedentes familiares de miomas, pues debemos planificar cómo hacer que ese útero se preserve bien haciendo un pronóstico reproductivo".
Antes de los 35
Planificar la fertilidad es sumamente importante ya que cada vez es más habitual que las parejas tengan algunos problemas de fertilidad. Por ejemplo, la doctora Crespo destaca la disminución en la producción de esperma.
"La doctora Swan, en un libro chulísimo que escribió, preveía que en el 2045 lo normal en los seminogramas sea de cero espermatozoides. Si eso es así, en 2045 los hijos solo se tendrán por reproducción asistida, porque hemos pasado en los últimos 30 años de 40 millones de espermatozoides a 15 millones".
Incluso si se empieza a buscar un embarazo antes de los 35 pueden surgir problemas que lleva años solucionar. Es lo que le ocurrió a Mari Carmen Sorrius, que se ha pasado siete años buscando el embarazo, hasta que hace un año llegó el nacimiento de su hijo Alejandro.
Tenía 30 años cuando empezó a intentarlo junto con su pareja y, al ver que a los nueve meses no conseguían resultados, acudieron al médico. Vieron entonces que Mari Carmen tenía las trompas obstruidas y, un poco más tarde, que tenía algunos endometriomas. A partir de ahí empezó la búsqueda con ayuda de los médicos especializados en reproducción asistida.
Han pasado años, decenas de pruebas, ciclos de inseminación, intentos con la fecundación in vitro... Y mucho sufrimiento hasta conseguir el esperado embarazo. "No sé ni cuantas veces me habrán pinchado, yo creo que más de mil", explica Mari Carmen. Ella nunca se rindió en su sueño de convertirse en madre y gestar al bebé, pero reconoce que lo pasó mál física y psicológicamente. "La endometriosis se fue extendiendo y tenía unos dolores terribles, pero quería seguir intentándolo".
Además, hay que contar que los ciclos para intentar conseguir el embarazo también repercuten en la salud del útero. Finalmente, en 2019 llegó a la consulta de la doctora Crespo, que le hizo todo tipo de pruebas y la operó para eliminar la endometriosis -que había crecido con los años-. Así, le quitó uno de los ovarios y parte del otro. Encontraron una donante para la ovodonación -ya que ella no producía más óvulos- y a la primera lograron el embarazo que acabó felizmente con el nacimiento de Alejandro.
Por eso, su consejo a las mujeres que quieran ser madres es claro: "Yo cuando hablo con conocidas y me dicen que no tienen prisa, siempre les digo que no lo dejen. Porque a veces te piensas que es llegar y besar el Santo, pero no sabes si por dentro estás bien o no. Como me ha pasado esto yo lo recomiendo para que eviten posibles problemas, y a ver si mi historia puede servir a otras".