En algunas ocasiones pasar a un baño público se convierte en una aventura para las mujeres. Inodoros sucios, poco espacio, ropa complicada de quitar y poner... ¿Cuántas veces no te has intentado aguantar las ganas de orinar para ir a un sitio más confortable? ¿Y esos momentos de llevar varios paquetes de clínex por si no queda papel y hay que proceder a una tarea de limpieza? ¿O la sentadilla mientras evacúas para intentar no rozar la taza?
Son muchas las mujeres que, cuando se plantean estas situaciones, comentan lo fácil que lo tienen los hombres, que con bajarse la bragueta tienen todo solucionado. Por eso está triunfando el 'urinario femenino', un sencillo aparato que ha llegado para hacernos la vida más fácil.
El concepto es muy sencillo: es un artilugio en forma de embudo que se coloca por debajo de la entrepierna con el tubo apuntando al váter para que pase el líquido. Su forma se adapta a la vagina para evitar que haya derrames y hacer de este un sistema completamente seguro a la hora de ir al servicio.
Existen multitud de marcas que fabrican estos 'urinarios' para mujeres, y se pueden encontrar por menos de 10 euros, principalmente en tiendas online, como Amazon, AliExpress, Joom o Matimedic -una web proveedora de suministros médicos-. Aunque todas son muy similares, hay diferentes modelos. Sin embargo, la mayor diferencia está en el material.
De cartón o silicona
Por un lado están los 'urinarios' desechables de cartón. En este caso, su diseño es más simple y la dureza del cartón puede hacer más difícil que se adapte al cuerpo, provocando así que pueda haber algún que otro desbordamiento. Lo mejor de este formato, es que una vez se usa, puede tirarse a la papeleta.
Además, ocupa muy poco espacio en el bolso y su peso es mínimo. Es ideal para llevarlo a cualquier lugar, e incluso pueden tenerse varios a mano, ya que en internet se encuentran packs de 10 urinarios por seis euros.
También están los dispositivos reutilizables que, al igual que ocurre con las copas menstruales, están hechos de silicona médica, apta para el contacto con la piel. Estos urinarios son flexibles y algo más grandes que los desechables, por lo que pueden resultar más cómodos.
Habitualmente incluyen bolsas de tela o cajas de plástico para guardarlos después del uso. Por supuesto, estos aparatos requieren de limpieza para ser higiénicos. Tras su utilización se pueden limpiar superficialmente con pañuelos de papel o un poco de agua, pero una vez en casa es recomendable lavarlos con agua y jabón.
Tras varios usos, también es importante esterilizarlos poniéndolos a hervir. Para ello, se pueden meter dentro de un recipiente con agua durante tres minutos en el microondas o ponerlos en un cazo a hervir. En este caso, nunca se deben dejar más de cinco minutos o se quemarán.
Gracias a estos urinarios femeninos, acudir al baño no volverá a ser un problema y podrás orinar de una forma higiénica, rápida y segura.
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