El sudor es un proceso corporal, útil y completamente normal, pero muy molesto para todos. Ahora, en plena ola de calor, podemos llegar a sudar incluso por la noche o recién levantados. Manchas en la ropa, mal olor... son muchas las incomodidades que genera.
Para algunas personas que sufren exceso de sudoración, llega a convertirse en un problema real en su día a día. Por un lado, afecta a la estética y puede provocar problemas de inseguridad, más aún en las mujeres, donde el estigma del sudor es mayor.
También puede producir irritaciones en la piel o incluso la aparición de hongos, debido a la continua humedad de la zona. En la mayoría de las ocasiones, no hay una razón o motivo concreto por el que se sufra esa sudoración, pero para esas personas existe una solución: el tratamiento con toxina botulínica.
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Más conocida como bótox, se puede inyectar en las glándulas sudoríparas para reducir la producción de sudor. "La toxina botulínica es un medicamento y, como tal, tiene una acción farmacológica", explica el doctor Ernesto Pérez, médico estético de la Clínica FEMM.
"Esa acción lo que hace es bloquear unos determinados procesos químicos. Por eso, cuando se inyecta en un músculo deja de funcionar o se mueve con menos fuerza. Al aplicarlo en glándulas, en este caso glándulas sudoríparas, dejan de fabricar sudor y de responder a los estímulos".
Diagnosticar la hiperhidrosis
Este tratamiento lo aplican médicos estéticos y está dirigido a personas con problemas importantes de sudor, como puede ser la hiperhidrosis. Tal y como explica el doctor, diagnosticar esta patología es complicado, aunque se puede hacer con el test de Minor.
"Se aplica en la zona que preocupa al paciente. Primero se pone como Betadine, una povidona yodada de color naranja. Despuésn se aplican unos polvos de almidón, como si fuera maicena, y luego una fuente de calor. Así, el sudor atraviesa la capa de Betadine y tiñe de color morado, de color anaranjado, el almidón".
El doctor afirma que "a efectos prácticos no se suele hacer" el test de Minor porque "al final ese sudor que a una persona le puede resultar normal, a otra le parece muy molesto. Lo que ocurre en estética, al fin y al cabo, es que es el propio paciente el que se diagnostica. Es algo subjetivo".
Tratamiento
No obstante, aquellas personas que consideren que sufren un problema de sudoración, pueden acudir a un especialista y valorar la posibilidad de inyectarse bótox. El efecto del tratamiento se empieza a notar a los pocos días de aplicarlo y suele durar entre 6 y 9 meses.
No hay problema en hacer repeticiones durante años y, según explica el doctor Pérez, la mayoría de los pacientes acuden una vez al año. "Lo que suelen hacer es venir cuando llega la temporada de calor, que es cuando más se suda. En abril, mayo o junio, se inyectan para así tener el sudor bloqueado. El efecto se pasa más o menos en enero o febrero y tampoco pasa nada porque estén un par de meses sin ello".
Las zonas más frecuentes en las que se aplica el bótox son las axilas, las manos y los pies. "La axila es una zona que, aunque inyectes, no duele casi nada. Además, por poner un ejemplo cuantitativo, si inyectas 100 unidades, el efecto te puede durar más de medio año".
"Sin embargo, en las manos y los pies duele más, por lo que usamos una crema anestésica antes de poner la inyección. Además, para las manos necesitaríamos 150 unidades y el resultado es de menos duración. Para los pies usamos 200 unidades y dura poco también".
Casos extremos
Además de estas tres, la toxina botulínica se puede inyectar en cualquier parte del cuerpo con glándulas sudoríparas. Sin embargo, no es lo más aconsejable.
"Es un tratamiento que no deja de tener efectos secundarios. Por ejemplo, hemos estudiado el tema del sudor en el cuero cabelludo. Hay gente que suda mucho por el pelo y le parece desagradable. ¿Cuál es el problema? Que en el cuero cabelludo hay tantas glándulas que hay que inyectar mucho, 300 unidades, para que funcione. Eso relajaría tanto músculo que, como efecto secundario, a lo mejor se te caería un poco la posición de las cejas, tendrías una expresión extraña", declara el doctor Pérez.
En los casos más graves de sudoración, se pueden extirpar las glándulas sudoríparas, un procedimiento que en España sí cubre la Seguridad Social, pero eso es para casos muy extremos.