Ilona Calparsoro nació en París hace 53 años, aunque tiene ascendencia húngara, inglesa y española. Tras una larga trayectoria profesional como periodista, en 2005 empezó a comercializar en España, junto a dos socios, un antioxidante importado desde Estados Unidos. Ahí arrancó su interés por los suplementos nutricionales, hasta que en 2017 fundó Longevitas Labs, un laboratorio que fabrica nutracéuticos. De su mano desentrañamos qué hay detrás de un mercado que cada vez cuenta con más adeptos en España.
Empecemos por aclarar conceptos. ¿Qué es exactamente un nutracéutico?
Es un mix de plantas o de principios activos destinado a favorecer la salud y el bienestar de una persona, bien sea para nutrirla debido a una carencia (por ejemplo, de vitaminas o minerales) o porque ese producto tenga algún efecto terapéutico demostrado.
¿Y qué diferencia hay entre un nutracéutico y un nutricosmético?
La nutricosmética tiene un efecto sobre el exterior, sobre la belleza de una persona: la piel, el pelo, las uñas… Pero la nutracéutica engloba a la nutricosmética. Es decir, la nutracéutica es como la gran familia de los suplementos alimenticios.
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¿Cómo se te ocurrió la idea de crear Longevitas Labs?
Pasé una época de mi vida muy estresante en la que empecé a tener muchos problemas de salud. Visité a muchos médicos y todas las soluciones que me daban eran a base de medicamentos, antibióticos, mucho Omeprazol… Un compañero de trabajo me propuso ir a un especialista en medicina alternativa, en la que yo no creía nada. Pero, como no tenía nada que perder, allá fui.
Aquel hombre me cambió los hábitos alimenticios, me dio suplementación, me hizo acupuntura… En un año, mi cuerpo dio un giro impresionante. Aquello me rompió los esquemas. Entonces empecé a investigar; a estudiar macrobiótica, ayurveda… Lo que empezó siendo un hobby acabó convirtiéndose en un negocio. Abrí Longevitas Labs en 2017, aunque pasé por un cáncer y no me enfoqué realmente hasta 2018. Ahora fabrico lo que yo me quiero tomar (se ríe).
Muchos médicos aseguran que las personas sanas no necesitan suplementos nutricionales, que es suficiente con seguir la dieta mediterránea.
Bueno, en casi todos los sectores hay controversias. Yo creo que ya está suficientemente demostrado que los alimentos que llegan a nuestra casa, desgraciadamente, no tienen los nutrientes que el organismo necesita, debido a los cultivos rápidos, el clima, el abaratamiento en los costes de producción…
A diferencia de lo que ocurría en el pasado, nuestra fuente de micronutrientes y macronutrientes hoy nos llega muy deteriorada. La OMS (Organización Mundial de la Salud) habla de una desnutrición generalizada a nivel mundial debido a esa carencia de micronutrientes y macronutrientes.
Entonces, ¿crees que todas las personas adultas que viven en España necesitarían tomar suplementos alimenticios?
Quizá es generalizar demasiado. Si resides, por ejemplo, en un caserío del País Vasco y llevas una vida sana, igual no te hace falta. Pero si vives en una ciudad, tienes estrés, duermes poco, fumas y bebes, te medicas… todo eso tiene una repercusión sobre la salud. Hay estudios que demuestran que el 80% de la población de Occidente tiene una carencia de magnesio, mientras que el 70% presenta unos niveles muy bajos de vitamina D. Hay mucha evidencia científica que respalda que hay carencia de esos nutrientes que el organismo necesita para desarrollar sus procesos de manera óptima.
"A partir de los 30 o 40 años tu sistema neuronal empieza a envejecer y puedes suplementarte con un Omega 3 que ayudará a frenar ese deterioro"
Es curioso que menciones la carencia de vitamina D en un país como España, tan soleado…
La vitamina D está en la piel, se activa con el sol y luego se convierte en una hormona. Pero con la edad empezamos a perder vitamina D. Por otro lado, tampoco nos podemos exponer al sol todas las horas que necesitaríamos para activar la cantidad suficiente de esta sustancia, porque el cáncer de piel es una realidad.
Sería interesante poder medir los niveles de vitamina D que tenían nuestros abuelos, para saber si eran distintos a los actuales debido a que pasaban más horas al aire libre y no usaban protectores solares. El Gobierno suizo está recomendando la ingesta diaria de vitamina D, o sea que ya hay un movimiento institucional en este sentido.
¿Qué suplementos necesitaría una mujer de entre 35 y 45 años que viva en una gran ciudad?
Hay unos básicos que todas necesitamos. En primer lugar, recomendaría magnesio, que es un mineral que interviene en más de 350 funciones de nuestro organismo. Es esencial para la salud muscular y la energía celular, y también para regular el sistema nervioso. Añadiría vitaminas del grupo B, para las funciones digestivas, neuronales, nerviosas… Y vitamina C, un gran antioxidante. También un buen Omega 3, que ayuda a regular el funcionamiento neuronal y cardiovascular. Si tuviera que elegir un plato de suplementos, eso es lo que yo tomaría (y de hecho tomo) todos los días.
Aunque no estemos hablando de medicamentos, ¿no hay un riesgo en el hecho de autoprescribirse los suplementos alimenticios?
Hay complementos nutricionales que sí deben ser prescritos por un médico, pero otros ya han demostrado su seguridad y su beneficio. El consumidor debe saber que puede tomar magnesio sin ningún riesgo, pero que tiene que tener cuidado si toma gingko biloba. Es bueno estar informado, es cierto que no vale con ir y comprar lo primero que tienes a mano. Hay que informarse sobre qué tomas, cuánto y para qué. Pero cuando ves las fichas técnicas de estos productos, te das cuenta de que tienen una pureza y unos controles excepcionales. Yo creo que ningún alimento llega a tu casa con tanto control…
Las empresas como la tuya se basan en el concepto del "age management". ¿De qué se trata?
Consiste en la toma de conciencia para cuidarte y prevenir la degeneración que se va a producir con el paso del tiempo. El age management es saber, por ejemplo, que a partir de los 30 o 40 años tu sistema neuronal empieza a envejecer, y por lo tanto puedes suplementarte con un Omega 3 que ayudará a frenar ese deterioro. Es, en definitiva, una gestión del envejecimiento.
"Está demostrado científicamente que tú puedes sanar un organismo que está en proceso de deterioro"
Está claro que todos vamos a vivir más años, pero ¿es complicado que vivamos esos años extra con calidad?
Dicen que la siguiente generación a la nuestra va a tener una calidad de vida peor. Por la comida basura, la falta de nutrientes… Nos tenemos que poner las pilas, porque vamos a vivir mucho tiempo, pero lo interesante es poder vivirlo con calidad de vida. Para eso tienes que empezar a cuidarte a los 30, porque a los 70 es muy difícil revertirlo.
El doctor Ángel Durántez, vuestro director técnico, afirma lo siguiente: “Lo que hagas a los 50 va a marcar tu vejez”.
Es que es así. Tenemos que vigilar nuestra comida, hacer deporte, practicar meditación, suplementarnos… Todo ello tiene que caminar de la mano. Hay que adoptar un nuevo estilo de vida.
España es el cuarto país del mundo con mayor esperanza de vida. ¿Qué cosas estamos haciendo bien?
La dieta mediterránea que mencionabas antes es muy importante. También el clima que tenemos, la vida social… Y, pese a lo que solemos creer, el español es una persona muy cultivada. Todo eso hace que seamos un país longevo. Yo, que he viajado mucho, no viviría en ningún sitio que no fuera Madrid.
Estamos hablando de revertir el envejecimiento, ralentizar el paso del tiempo… Sinceramente, ¿no estamos persiguiendo una quimera?
La quimera es la inmortalidad. Pero yo sí creo firmemente que se puede ralentizar el envejecimiento. Está demostrado científicamente que tú puedes sanar un organismo que está en proceso de deterioro y por lo tanto estás frenando su envejecimiento. Con un buen seguimiento puedes curar tu organismo, yo lo he vivido en primera persona.
¿En qué países hay más cultura de tomar suplementos alimenticios?
El 89% de los norteamericanos consumen un mínimo de dos suplementos diarios. En España, el 20%.
Pero aquí se produjo un repunte durante la pandemia, ¿no es así?
La pandemia fue un momento muy único, en el que todos tomamos conciencia de nuestra salud. Nos enfrentamos a la posibilidad de que todos nos muriéramos de un virus, y por eso mucha gente empezó a plantearse cómo podía defenderse. Esto hizo que la gente empezara a interesarse por la nutracéutica. Durante el año 2020, la venta de vitaminas y minerales creció un 75,4%.
¿Crees que dentro de diez años todos llevaremos un botecito de pastillas en el bolsillo?
Sí, incluso antes. Todos tomaremos nuestros minerales, vitaminas… Y va a cambiar hasta la forma de tomarlos, porque la tecnología dentro de la suplementación nutricional se está desarrollando de una manera espectacular. Va a haber soluciones que van a cambiar hasta el hábito de tomar la pastilla.
¿Por ejemplo?
Pues con sistemas de parches, para que el cuerpo absorba los activos que necesitamos. Y tendremos análisis muy precisos para saber qué necesita realmente nuestro organismo.
"Me transmitió la idea de que la mujer debía ser independiente y capaz de valerse por sí misma"
Longevitas Labs es probablemente tu proyecto profesional más ambicioso. ¿Resulta muy complicado ser hoy mismo una mujer emprendedora en España?
Es muy difícil seas hombre o mujer. A diferencia de Estados Unidos, aquí no hay una cultura de emprendimiento. Para salir adelante necesitas tiempo, aguante, mucho foco y empuje. Hay muy pocas ayudas, no es nada fácil.
En esta aventura te has aliado con otro emprendedor, el futbolista Aitor Ocio, que ahora dirige un centro de bienestar en Bilbao y se ha convertido en embajador de tu marca. ¿Qué valores compartís?
Todos. Aitor Ocio es un deportista de élite, y estos profesionales tienen una fortaleza, una tenacidad, una persistencia y un aguante frente al dolor muy por encima de la media. Por otro lado, él se cuida muchísimo. Su nivel de auto respeto es muy admirable. Es una persona que hace ejercicio, se suplementa, lleva un estilo de vida muy saludable… Es un regalo tenerle como embajador. Y ahora me gustaría contar también con una embajadora.
¿Tienes algún nombre en mente?
No, todavía no. Es algo que quiero hacer el año que viene.
Me gustaría hacer una referencia a tu madre, la desaparecida Belinda Ruspoli, una de las pioneras de las relaciones públicas en España. ¿Qué lecciones te transmitió?
Fue directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de Chanel para España y Portugal. Mi madre era una mujer brillante. Muy trabajadora y con un gusto excepcional: era elegantísima. Ella se cuidaba muchísimo. En mi casa, la estética era parte del día a día. De hecho, yo ahora, cuando creo cualquier cosa, pienso si le gustaría a mi madre: “¿Qué pensaría ella de esta etiqueta, de este color?”. La recuerdo en la mesa de la cocina, durante el desayuno, con su cesta de pastillas: tomaba vitamina E, Omega 3… Tenía esa costumbre de autocuidado.
Por otro lado, mi madre me puso a trabajar muy joven, cuando estaba estudiando la carrera. Me transmitió la idea de que la mujer debía ser independiente y capaz de valerse por sí misma. Aunque tengo mucho miedo a muchas cosas, al final lo hago todo, seguramente por esa influencia de mi madre.