A la consulta de la doctora Isabel Moreno, especialista de Cirugía plástica, estética, y reparadora, y presidenta de AECEP (Asociación Española de Cirugía Estética Plástica) llegan cada día pacientes con una percepción de su cuerpo que no es real. Le preguntamos, ¿qué hacen los médicos y los especialistas en estos casos?
“Explicarles que su visión de ellos mismos no es real. Y que aunque se sometan a una operación, posiblemente no van a conseguir lo que pretenden. Entonces es muy importante explicarles cómo es su cuerpo y lo que se puede obtener si hiciera falta, pero que lo que ellos ven no es real. ¿Sabes que es lo peor? Los acompañantes que ven igual que el paciente, y tampoco ven la realidad”, asegura Moreno.
A las consultas llegan adolescentes acompañadas de padres...
Padres que lo que dicen: ¡No, no, es que mi hijo lo que quiere es esto! Entonces nuestra obligación como profesionales es explicarles que eso no es la realidad, y ese es un punto importante a tratar y que trae consigo no pocas complicaciones.
Existen padres potentes y padres débiles, y éstos últimos no aceptan que sus hijos no vean la percepción de la realidad. Los padres, como educadores, tenemos que saber si es o no es verdad y actuar sobre ello.
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¿Cómo afecta la celulitis a la salud mental de las mujeres hoy?
Lo más importante es definir qué es celulitis, que no coincide exactamente con lo que llamamos popularmente ‘celulitis’, que es la piel flácida y a veces, con piel de naranja que aparecen en personas mayores. En este caso, estamos hablando de que para evitarlo lo que tienes que hacer es tener hábitos de vida sanos como hacer deporte, cuidar la dieta y beber mucho agua. Lo importante es saber qué es una celulitis y distinguirla de la flacidez que aparece en personas que no llevan hábitos de vida adecuados.
Muchas mujeres asocian la celulitis con un defecto, pero en realidad habría que normalizarla, porque es algo común a casi todas...
Claro, a los 18 años no se tiene celulitis, salvo que sea una persona que tenga cierta obesidad. A medida que nos hacemos mayores, si no tenemos los hábitos adecuados en cuanto al deporte, en cuanto al ejercicio y en cuanto a una vida sana, es cuando las bebidas que tienen mucho gas y las comidas que no debemos de tomar, esos cúmulos grasos se empiezan a acumular, y unido a la flacidez es lo que determina lo que llamamos celulitis.
Realmente el término médico es una inflamación en el tejido celular subcutáneo, asociado a veces a un problema o una enfermedad. Pero esto no es lo mismo las piernas flácidas, que es diferente.
¿Y cuáles son las zonas en las que aparece habitualmente?
En las mujeres aparece, sobre todo, en las zonas de los trocánteres, que son las llamadas vulgarmente pistoleras. También aparece en la zona de los costados porque se va depositando a modo de cinturón, y en la cara anterior y posterior de los muslos. También es frecuente en las nalgas y en los brazos.
¿Cómo se corrige? ¿Qué métodos existen para reducirla?
La celulitis hay que prevenirla, aunque hay cosas que no podemos prevenir como el paso del tiempo. Aparte de unos hábitos adecuados, existen métodos quirúrgicos como la liposucción. Y dentro de la liposucción hay una variedad importante de aparatos: láseres, aparatos con irrigación de líquidos, etc., así como técnicas complementarias con mucha aparatología.
¿Se está banalizando en redes sociales el proceso quirúrgico como si fuera un paseo, algo muy fácil, cuando no lo es?
Siempre pienso que la cirugía es un tema importante, y no hay que banalizar. Está claro que cuando te vas a someter a una cirugía tienes que ir a un especialista que esté acreditado para ello. Y por supuesto, acudir a una clínica también acreditada.
Yo que llevo muchos años dedicados a esto, antes se hacían algunas reparaciones en las peluquerías y en los pisos. Afortunadamente, eso hoy en día ya no existe, y la gente se ha mentalizado y evita ese riesgo. Pero de todas maneras, siempre que entramos en un quirófano tenemos que ser conscientes de que una cirugía por muy rápida, por muy fácil que sea, tiene que hacerla un buen profesional acreditado y en un hospital acreditado también para ello.
En toda operación hay un riesgo para la vida.
Cuando mis pacientes me preguntan sobre el riesgo que corren con las operación, les digo que el mismo que todos los días cuando salen a la calle y nunca les atropella un coche. Si te operas con un cirujano experto, en una clínica experta es probable que no te pase nada. Pero el riesgo en la vida, lo tenemos siempre y lo tenemos que aceptar...
¿Las redes sociales están haciendo muchísimo daño mental?
Así es. Leo cosas y veo resultados que me digo: ¡Esto no es posible! Siempre digo a mis pacientes que tienen que escuchar y ver lo que les explico, pero que no se dejen guiar por las redes sociales porque la mayor parte de las veces están muy mediatizadas o simplemente no transmiten ideas reales. Al fin y al cabo, lo que quieren es vender algo y lo venden a cualquier precio, y eso es lo que no puede ser.
Seguro que hay quien te lleva una foto a la consulta…
Efectivamente, hay pacientes que vienen a la consulta y dicen: ¡quiero este resultado! Y te muestran una foto de otra persona. Y yo le digo: ¡Pero a ver, sé sensata! Tú no eres consciente de que no tienes esa base, ni esa altura, ni esa calidad de piel... La gente está muy influenciada por las redes sociales.
Sin embargo, también hay algunos famosos que dan la cara en favor de la aceptación de todos los tipos de cuerpo...
Yo creo que hay que aceptarse tal y como eres, pero yo soy cirujano plástico. Vivo de esto y me encanta y me apasiona mi profesión. Lo que pasa es que el profesional tiene que hacer el esfuerzo de explicar y trasmitir bien al paciente, si es posible, lo que busca. Es decir, yo estoy totalmente a favor de que cuando hay un defecto, cuando hay un complejo se puede solucionar. Y que podemos cambiar la vida de las personas.
A una chica que tiene un pecho exageradamente grande, y le dejas un pecho normal, esa persona es feliz, le cambia la vida. Unas orejas que están muy despegadas, o una nariz que es muy prominente, pero lo que hay que hacer es cosas sensatas, no someter a cirugía aquellas personas que no la necesitan. Creo que los profesionales tenemos que establecer muy claramente los límites.
Cuando llega alguien a la consulta con un problema que tú ves que no existe, ¿le aconsejas otro tipo de ayuda?
Es importante transmitir lo difícil que es para un cirujano plástico, explicar al paciente que no le quieres operar o que no se debe de operar porque no es como él entiende que es. La dismorfia que sufre el paciente es impresionante y al final incluso se llega a enfadar contigo. Me dicen: ¿Yo he venido a que me opere de esto y por qué no me quiere usted operar? Gestionar esto es muy difícil.
Personalmente, no suelo enviar a los pacientes a un psicólogo o a un psiquiatra, solamente en aquellos casos que realmente tiene una enfermedad diagnosticada, entonces, sí que les pido informes de su psiquiatra o de que se ha tomado una determinada medicación.