Hoy, la menopausia afecta a la mujer en el ecuador de su vida, dado que la esperanza de vida de la población se ha alargado. Debido a un mejor estilo de vida, más ejercicio y mejor dieta, es una etapa a la que se llega actualmente en muy buen estado físico y psíquico, pero también es una etapa en la que se sufren cambios físicos, debido principalmente a las modificaciones hormonales que se generan, y como consecuencia, se padecen efectos como sofocos, dificultad para conciliar el sueño, aumento de peso, dolores de cabeza, etc.
[Marta León, experta en salud femenina, defiende desvincular la menopausia de la vejez]
Hablamos con el doctor Luis Tallaj, cirujano experto en medicina wellaging e instaurador en España del 'chip de la juventud', un tratamiento que posibilita el equilibrio hormonal de las mujeres durante la premenopausia y la menopausia.
“A partir de los 40 años se inicia el preámbulo de la menopausia, con el descenso en la producción de testosterona en la mujer. Se produce un desequilibrio que va a alterar desde el estado de ánimo hasta la tolerancia, la morfología del cuerpo, el deseo sexual y la falta de sueño”, asegura Tallaj.
Y continúa: “Hay falta de energía, aumento de peso y dificultad para perderlo, perdida de la memoria, cansancio, ansiedad, retención de líquidos, sequedad de la piel y de la mucosa vaginal, dolores musculares y articulares, entre otros”.
Hasta principios del siglo XX, no se comenzó a estudiar el efecto de la reducción de las hormonas, y muchas mujeres que sufrieron los síntomas de la menopausia, se les acusaba de ‘padecer de los nervios’ acabando en muchas ocasiones en el psiquiátrico...
Efectivamente. Y cientos de estudios científicos realizados en la última década han demostrado que por la reducción en la producción de testosterona a partir de los 40 años en la mujer se produce una sintomatología florida caracterizada por la irritabilidad y la pérdida de la memoria, pudiendo llegar incluso a una bajada del estado de ánimo y a la depresión misma, toda una tragedia emocional.
En la década de los 50 se comenzó a aplicar THS (terapia hormonal sustitutiva) con estrógenos sintéticos, aunque ahora esta terapia también se ha mejorado, ¿a favor o en contra del THS?
Esta terapia comenzó a realizarse sin protocolo alguno, de manera alegre y empírica, observándose numerosas complicaciones que iban desde la formación de trombos o coágulos en las piernas, hasta infartos al miocardio o cáncer de endometrio. Este fenómeno contaminó la imagen de la THS, cosa que prevalece hasta el día de hoy.
Los estrógenos en la mujer actúan como protector vascular, mantienen limpias las arterias en su etapa reproductiva, libres de placas de ateroma, por lo que, para reponer dicha hormona en particular, debemos realizar un screening cardiaco, un doppler venoso de las extremidades, además de verificar que las mamas y el útero estén libres de cualquier patología. En resumen, son más las desventajas que las ventajas de suplementar tales estrógenos.
¿Estamos en un buen momento para la salud de la mujer? Tenemos más conocimientos sobre el cuerpo femenino y las hormonas que juegan un papel esencial en la vida de la mujer…
Por supuesto, ya podemos confirmar que la testosterona no es una hormona masculina y que es la hormona de la vitalidad y la fertilidad, y que se produce en los ovarios. Ya sabemos que a la baja en su producción se deben todos los problemas y síntomas asociados a la menopausia.
Háblenos de su ‘chip de la juventud’, ¿en qué consiste?
Se trata de un chip de liberación lenta con hormonas bioidénticas que contrarresta los efectos de la perimenopausia y la menopausia.
Esta terapia de origen natural destinada a las mujeres mayores de 40 años, regulariza los niveles hormonales en la mujer y este tratamiento natural con la hormona testosterona tiene efectos beneficiosos sobre el peso, el estado de ánimo, la higiene del sueño y la salud sexual.
Se implanta fácilmente, debajo de la piel de la cadera, en tan sólo 5 minutos y tiene una duración de cinco meses, tiempo en el cual es absorbido y de nuevo se necesita colocar otro. La dosis dependerá de la contextura física de la paciente. El desarrollo de este dispositivo nos ha llevado casi dos décadas de investigación y pruebas hasta conseguir su éxito.
¿Cuántas mujeres lo han probado? ¿Es un grupo lo suficientemente grande para extraer conclusiones?
Existen estudios como el publicado en la revista The Lancet Diabetes and Endocrinology que han contado con 8.480 mujeres. No es algo nuevo. Hay otros estudios en los que se han contado con miles y miles de personas en los últimos 10 años, en todo el mundo. Nosotros lo aplicamos desde hace unos seis años aproximadamente a cientos de mujeres de manera exitosa en Santo Domingo.
¿Qué es el ñame que incluye la fórmula del chip?
El ñame es un tubérculo muy popular en África y Asia del Sur y proviene de climas cálidos.
Dicho tubérculo es rico en hidratos de carbono, sobre todo en almidón y en fibra, ya que contiene unos 8 gramos por cada 100 gramos que tomemos.
También el ñame es conocido por muchas culturas ancestrales como ayuda para depurar el organismo de impurezas causadas por enfermedades.
¿Por qué se decidió por un microimplante?
Este dispositivo nos garantiza la liberación diaria de dosis fisiológicas de la hormona testosterona durante un periodo aproximado de cinco meses, tiempo en el cual se absorbe, por lo que no hay necesidad de cambiarlo, sino que se coloca un nuevo fito-implante debajo de la piel de manera ambulatoria con una gota de anestesia local en tan sólo dos minutos. No necesita de seguimiento médico y tiene un coste de 400 €.