Superar la dependencia emocional no siempre es algo fácil de lograr. Estos consejos te ayudarán a conseguirlo. Hablar de dependencia emocional es abarcar un término cada vez más habitual en la actualidad y con el que cada vez más se trabaja en las consultas de psicología.
Una dependencia afectiva o sentimental a la que van asociados una serie de comportamientos adictivos que suelen darse en una relación interpersonal y que incluye conductas patológicas y desproporcionadas en la persona que la sufre.
Esta dependencia emocional puede afectar por igual tanto a hombres como a mujeres, pero lamentablemente los roles de género y las expectativas sociales también han jugado un papel que a menudo pasa desapercibido, sobre todo en el caso de las relaciones de pareja.
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Te contamos todo lo que tienes que saber sobre la dependencia emocional y la mejor forma de superarla.
¿Qué se conoce como dependencia emocional?
Como te hemos adelantado, la dependencia emocional en psicología es la dependencia afectiva o sentimental que deriva en una serie de comportamientos adictivos que se dan en una relación interpersonal.
En este tipo de relaciones, cada persona asume un rol concreto. Una dependencia que deriva de esa necesidad de afecto básica que todo ser humano necesita, pero que en este caso implica además conductas patológicas y desproporcionadas, nada sanas ni beneficiosas para la relación.
Habitualmente las personas dependientes suelen mostrar un determinado patrón persistente de necesidades emocionales insatisfechas, que la persona intenta cubrir con otras personas, normalmente, derivando en una necesidad afectiva extrema hacia la pareja.
Una dependencia que bien podría ser comparada con una adicción, y es que acaba generando una dependencia psicológica casi incontrolable en la persona. Cabe destacar, que en ocasiones esta dependencia emocional tiende a apoyarse en conceptos del amor romántico en los que se tiende a idealizar a uno de los miembros de la pareja.
Evidencia de ello, es el conocido mito de la media naranja, por el que habitualmente se piensa que somos seres incompletos hasta que aparece esa persona capaz de rellenar esa parte que nos falta.
Esa necesidad de la otra persona suele provocar un fuerte temor a que la relación termine, así como una presencia de malestar significativo de forma persistente. Un patrón psicológico en el que la persona que sufre esa dependencia tiende a sentirse desamparada al encontrarse sola.
Dependencia emocional y roles de género
A pesar de que los roles de género a menudo juegan un papel que puede llegar a pasar desapercibido en lo que se refiere al desarrollo de la dependencia emocional, la realidad es que tanto hombres como mujeres pueden verse afectados por ellos.
Ejemplo de ello es que durante años se ha mantenido la creencia en la sociedad de que los hombres son los encargados de trabajar y sostener la familia o de que las mujeres son las encargadas del hogar.
Dos pensamientos anticuados, pero que durante años y lamentablemente todavía hoy aunque con menor frecuencia, siguen siendo un ejemplo de cómo la dependencia emocional se ha instaurado debido a este tipo de estereotipos impuestos por la sociedad.
Un tipo de roles de género que han favorecido que el número de mujeres que experimentan dependencia emocional sea ligeramente más elevado que el de hombres. En el caso de los hombres, esto ocurre sobre todo si vienen de una familia muy rígida y sobreprotectora y de repente les quitamos la posibilidad de ser independiente.
Es entonces cuando su personalidad podría variar convirtiéndose en alguien dependiente emocionalmente. En ambos casos, las personas dependientes reflejarán baja autoestima, autodesprecio, depresión, ansiedad o sencillamente la incapacidad de asumir responsabilidades o tomar decisiones por sí mismas.
¿Cómo superarla?
Precisamente siempre que el querer pase a transformarse en una necesidad o tu felicidad dependa de alguien que no seas tú misma, es entonces cuando necesitamos identificar esa dependencia emocional lo antes posible para hacerle frente y superarla.
Solo así podremos garantizar una relación de bienestar, sana y disfrutar de una vida feliz. Para ello hemos recopilado algunos de los pasos principales recomendados por el Instituto Europeo de Psicología Positiva:
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Aprende a identificar tu dependencia emocional: para superar la dependencia emocional es imprescindible saber identificarla y reconocerla en uno mismo. Solo de esta forma podrás pasar a la acción y buscar posibles soluciones.
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Identifica aquellas actitudes y pensamientos que te perjudican: puede que a raíz de esa dependencia emocional hayas dejado de lado actividades, amistades o familiares que te gustaban o con quienes te gustaba pasar tiempo.
Es importante que seas consciente de todo el sufrimiento que esa dependencia emocional te está generando y de todo lo regalado o abandonado a cambio de un coste que a menudo no es beneficioso para la persona que la sufre.
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Aprende a ser asertiva y decir “No”: practica decir lo que piensas y lo que sientes respetando a su vez a la otra persona. Ser asertivo y aprender a decir “no” cuando no se quiere algo, es fundamental para tener un equilibrio emocional adecuado y disfrutar de un mayor bienestar
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Trabaja en tu autoestima: la baja autoestima es una de las principales características de las personas dependientes y una de las principales razones por las que deberías trabajar en ella.
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No temas salir de tu zona de confort: a menudo, el miedo a lo desconocido o a no saber lo que vendrá puede hacer que nos paralicemos y que ese problema se mantenga en el tiempo, alimentando así la dependencia en la persona. Precisamente por esto, es importante que te arriesgues a salir de esa zona de confort y a luchar de una vez por tu bienestar.
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Sé valiente: ser una persona independiente emocionalmente requiere también valor para no temer a lo que venga. Para conseguirlo lo mejor es que te propongas unos objetivos sencillos a corto plazo y vayas poco a poco alcanzándolos.
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Aprende a pasar tiempo contigo y no te olvides de ti: sabemos que el ser humano es un ser sociable por naturaleza, pero para pasar tiempo de calidad con los demás es importante aprender primero a estar bien con uno mismo y aprender a disfrutar de la soledad. Así que no dudes en pasar tiempo contigo y conocerte.
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Disfruta de la compañía de los demás: pero no todo radica en pasar tiempo con uno mismo, también es importante disfrutar de la vida social y de relaciones sanas con tu círculo o abriéndote a conocer a nuevas personas.
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No hay cabida para las creencias: al mismo tiempo que los roles de género no hacen ningún favor en lo que respecta a la dependencia emocional, lo mismo sucede con las creencias en el amor incondicional o el amor romántico. Todos estos pensamientos, etiquetas sociales y creencias lo único que consiguen es que las situaciones de dependencia emocional sigan siendo algo habitual en las relaciones interpersonales.
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Evita las expectativas: tener expectativas excesivamente intensas de lo que esperan los demás suele llevar a una idealización hacia la otra persona, así que lo mejor es que las evites y te alejes de esa imagen irreal de la otra persona.
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Despídete del pasado: el pasado no hay que borrarlo, pero sí pasar página y aprender de él, siempre dando importancia al aquí y al ahora. Así que evita las comparaciones con relaciones anteriores y no añadas nuevas cargas a tu relación actual.
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No dudes en buscar ayuda profesional: en estos casos de dependencia emocional la ayuda de un psicólogo o expertos puede ser crucial para adquirir las técnicas y herramientas necesarias con las que mejorar tu autoestima y tus habilidades interpersonales. De esta forma, estarás aún más cerca de conseguir luchar por tu bienestar personal y mejorar tu calidad de vida.