La suplementación parece la nueva panacea. No lo es. Debe aplicarse siempre como parte de la casa saludable que construimos. Pero amiga, lo primero, los cimientos. Y los cimientos siempre van a ser una alimentación saludable y equilibrada.
[¿Qué alimentos nos roban energía en el día a día?]
Hay una frase que explica muy bien para qué sirven los suplementos: "Donde no llega el alimento, llega el suplemento". Y es que esa es la función principal de la suplementación, que aporta exactamente el nutriente que entendemos que nos falta y que a través de la alimentación no estamos consiguiendo aportar.
Pero por favor, ten siempre presente que un suplemento sin una buena alimentación va a hacer el trabajo a medias.
¿Por qué ahora son tan importantes?
Principalmente, porque los alimentos según pasan los años tienen menos nutrientes. El uso de fertilizantes, el sacar el máximo rendimiento al suelo y los tiempos tan ajustados de recolecta (no dejamos que el fruto madure en el propio árbol) han reducido mucho las propiedades de los alimentos, especialmente en minerales y vitaminas.
¿Cómo se pautan?
A la hora de introducir suplementación en nuestra dieta, debe estar siempre pautada por un especialista (dietista-nutricionista o doctores) que haya valorado previamente con una analítica como estás.
Además, se debe hacer un diagnóstico completo que nos permita conocer los hábitos de la persona y cómo se alimenta.
¿Rompen los suplementos el ayuno?
Algunos de ellos sí, especialmente los que vienen en comprimidos. Eso lo podemos valorar en función de la composición. Por eso, si te pautan suplementación y parte de la estrategia es incorporar ayuno deberás consultar cuándo tomar los suplementos.
¿Qué suplementos recomiendo?
- Ashwagandha. Es un adaptógeno, esto significa que es de origen natural y que tu cuerpo lo absorbe solo cuando lo necesita para mejorar la respuesta al estrés y reducir el cortisol. La ashwagandha es especialmente potente para personas que les cuesta concentrarse, o que notan que su descanso no es tan profundo como les gustaría. ¿Un indicador de que este podría ser una buena ayuda? Cuando te despiertas todos los días a la misma hora por la noche.
- Rhodiola rosea. También es un adaptógeno, y ayuda mucho en situaciones de ansiedad y depresión. Nos reducirá los niveles de cortisol.
- Magnesio. Es un mineral del cual en torno un 70% de la población tiene déficit. Además de tomarlo en suplemento, recomiendo aumentar la ingesta de este mineral a través de alimentos como almendras, cacahuetes, garbanzos o guisantes.
- Vitamina D. Es una vitamina que se comporta como una hormona dentro de nuestro cuerpo. Eso significa que impacta en distintas partes de nuestro organismo: sistema inmune, digestivo, reproductor, cognitivo... Quizás no impulsa la energía, pero si ayudará de forma directa a que tu cuerpo funcione mejor y, por lo tanto, elevará tu power. La vitamina D puede suplementarse, pero la fuente principal siempre debe ser la exposición solar. Para ello, deja que te dé el sol sin protección unos 15’ diarios, en horas que no sean de alta intensidad.
- Coenzima Q10. Seguramente conocida por acompañar a algunos medicamentos para mejorar su absorción. Sin embargo, esta coenzima desempeña una función clave: ayuda a transformar los alimentos en energía y a almacenarlos en nuestro cuerpo para que cuando los necesitemos podamos extraerlos.
Amiga, recuerda que la casa no se construye por el tejado, y que para tener una buena salud debes fortalecer primero tu alimentación, tu descanso, tu movilidad y reducir tu estrés. Una vez hayas hecho eso, la suplementación puede ser una gran aliada para poner la guinda al pastel.