¿Quién no tiene algún complejo?, se preguntaba un artículo de magasIN hace ahora un año, en el que se explicaba que los complejos físicos con raíz emocional pueden llevarnos, incluso, del quirófano al aislamiento social.

Piernas más (o menos) largas, caderas más (o menos) anchas y nariz más (o menos) pequeña... nunca llueve a gusto de todos; como decía aquel antiguo refrán: "La suerte de la fea, la guapa la desea".

Afortunadamente, los cánones de belleza han cambiado hacia unos más diversos e inclusivos, pero la aparente perfección que muestran las imágenes que inundan las redes sociales está llenando las consultas de los cirujanos plásticos y estéticos.

[Hasta el moño de ser perfecta: manual de la mujer sin complejos]

Hemos querido profundizar en un tema que, al parecer, va en aumento también entre quienes buscan ayuda psicológica. Porque algunos complejos no tienen su raíz en el físico, sino en inseguridades sociales, laborales o académicas.

Y le hemos consultado a Guillermo Fouce, doctor en Psicología y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, las dudas más frecuentes que surgen al hablar de complejos.

¿Qué son los complejos?

Los complejos son aquello con lo que uno no está de acuerdo en su forma de ser o en su cuerpo. Es decir, con lo que hay una discrepancia entre lo que creemos que deberíamos ser y lo que realmente somos. A veces tienen origen en las bromas que se han hecho sobre nosotros o sobre nuestro cuerpo, o en las deformaciones o visiones que podamos tener. 

¿Cómo puedo ser consciente de que tengo uno? 

Esa es un poco la situación del complejo, ¿no?: algo que no aceptamos, que nos parece que no está de acuerdo a expectativas. No se es consciente solo por pensar en ello. Tampoco se es consciente cuando uno reflexiona sobre por qué hay algo que no le gusta y por qué hay algo que no le deja avanzar.

¿Cuál es la diferencia con no estar cómoda con una parte de ti?

No estar cómoda es algo más habitual. Tener un complejo sería algo que tratamos de escudar, de esconder, de no mostrar, de algo que nos hace sentir mal.

¿Cómo se combaten?

De alguna manera se combaten desde el conocimiento, tienes que saber cuáles serían esos complejos y, a partir de ahí, aceptarlos. Y si queremos también mejorar o hacer procesos para mejorar cada uno de esos procesos —porque podemos mejorarlos—, pensar que no son inamovibles y que podemos superarlos.

¿Cuándo tengo que solicitar ayuda profesional?

Mucha gente que ha tenido complejos de pequeños porque le han insultado o le han puesto algún mote en el colegio o que en la empresa ha sufrido un uso cercano al bullying, luego ha podido mejorar y mirar hacia atrás y ver que se pueden cambiar estas situaciones de complejos. Y lo ha logrado, ha hecho lo posible por cambiarlas, desarrollando cuestiones.

¿Hay complejos patológicos?

No hay complejos patológicos. Un complejo solo puede ser patológico si nos genera una distorsión tan grande en nuestra forma de funcionar que no nos deja avanzar o que nos hace ocultar determinadas cosas.

¿Cuántos tipos de complejos hay?

Puede haber complejos casi por cualquier cosa. Se podrían diferenciar fundamentalmente entre complejos psicológicos o de forma de comportamiento y complejos, digamos, físicos, sobre nuestro cuerpo.

Si me parece que mis hijos tienen algún complejo, ¿cómo puedo ayudarles?

Los complejos a los hijos se ayudan hablando de ellos, poniendo ejemplos diferentes y también tratando de ver que no son inamovibles y que se puede trabajar sobre ellos.



*Guillermo Fouce (@Gfouce) es doctor en Psicología. Profesor de Honor en la UC3M. Profesor de Psicología en la Universidad Complutense de Madrid. Presidente de Psicología sin Fronteras.