Aunque no siempre sea posible identificar nuestras necesidades y fragilidades emocionales, algunas pautas pueden ayudarnos a adquirir una mayor seguridad de forma progresiva.
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En este sentido, la autora e investigadora británica Alice Boyes destaca cuatro preguntas sencillas, que todo el mundo puede hacerse, para emprender esta exploración interior.
1. ¿Cuál es el mejor cumplido que recibiste este año y por qué?
Es la primera pregunta que recomienda hacerse la experta, tomando como ejemplo su experiencia personal: "el mejor cumplido que recibí este año llegó cuando le conté a mi médico las dificultades con la lactancia de mi recién nacido. Me dijo: "Lo averiguarás. Siempre lo haces".
Supuso, para ella, un gran cumplido ya que demostraba un reconocimiento de su inteligencia e ingenio. Afirma que le dio fuerzas para seguir adelante y superar lo que le parecía un reto imposible.
A raíz de esta pregunta, es importante hacerse otras preguntas para entender lo que supone a nivel personal: "¿El elogio que recibió fue sobre una cualidad que valora mucho? ¿Te dio confianza en ti mismo? ¿Te ayudó a ver un camino a seguir con un problema? ¿O te hizo consciente de una fuerza que no habías percibido previamente en ti mismo?".
2. ¿Cuál es el cumplido que más anhelas y por qué?
La respuesta puede ser reveladora de una falta de confianza pero también de una necesidad de mayor reconocimiento. La autora recomienda, en este sentido, analizar la situación.
Si una persona no nos felicita de forma directa pero nos brinda más trabajo, puede ser una forma indirecta de reconocimiento. Un "cumplido encubierto" que realmente debe tener importancia para nosotros.
La experta recalca asimismo: "tal vez puedas pedir ese cumplido, incluso si la persona a la que le pides no te lo hace o lo hace de manera torpe".
3. ¿Qué lección de vida me acompaña en el día a día?
Se trata de desarrollar nuestra flexibilidad cognitiva, capacidad elección y visualización de escenarios posibles. Existen múltiples caminos que pueden conducir al resultado deseado y también muchas maneras de recuperarse de un error.
La investigadora pone de ejemplo una situación económica: "este consejo también me ayuda a ver que no siempre hay que optimizar los gastos puntuales. Por ejemplo, una vez, pagué a mi abogado 1.400 dólares. para que completara un formulario que fácilmente podría haber hecho yo misma.
Sin embargo, dado que no volveré a necesitar un abogado para un tema de inmigración, realmente no importó, en comparación con lo que me costaría este cargo si se repitiera todos los años. A veces es más fácil encontrar la manera de ganar más dinero que reducir un gasto único".
En un sentido amplio, la autora nos invita a pensar que la visualización de varios escenarios posibles nos puede ayudar a superar los obstáculos, sin bloquearnos.
4. ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste avergonzada y por qué?
A menudo, nos sentimos avergonzados innecesariamente. "Por ejemplo, tengo una casa pequeña porque me gusta tener una casa pequeña, pero a veces me siento avergonzado cuando otras personas ven mi casa, especialmente si tienen una casa mucho más grande en un vecindario más elegante. Me preocupa que no me vean como alguien exitoso o inteligente porque no tengo una casa grande" pone de ejemplo la autora.
Identificar este malestar es fundamental para evitar comportamientos que puedan herirme como el autosabotaje. Puedo anticipar mi respuesta ante esta situación. La investigadora apunta a que muchos comentarios no se hacen con mala intención, la mayoría de las personas no les da más importancia. Por lo tanto, cabe relativizar y sobre todo permanecer fiel a uno mismo.