El 48% de la población adulta española sufre trastorno del sueño. Un problema al que las mujeres somos más propensas y que encuentra su razón principal en nuestras hormonas, en concreto en dos: el estrógeno y la progesterona. Los síntomas pueden aparecen en diferentes momentos de la vida de la mujer y por causas muy diversas.
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El insomnio puede hacer que nos sintamos cansadas, ansiosas o más irritables a corto plazo pero, con el tiempo, esta falta de sueño puede aumentar el riesgo de sufrir problemas de salud, como diabetes e hipertensión, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y obesidad.
Trastornos del sueño por el ciclo menstrual
Uno de los motivos por los que las mujeres somos más propensas a sufrir insomnio es por los cambios hormonales que ocurren durante el ciclo menstrual, en especial en los días anteriores al período menstrual, donde muchas mujeres manifiestan tener problemas para conciliar el sueño o para mantenerse dormidas. Esto es muy común en mujeres que sufren el trastorno disfórico premenstrual (TDPM), un tipo de síndrome premenstrual (SPM) más grave.
Trastornos del sueño en la menopausia
La perimenopausia y menopausia, cuando los sofocos y sudores nocturnos pueden interrumpir el sueño.
En el caso de la menopausia, son dos los trastornos del sueño que adquieren especial relevancia: el insomnio y el síndrome de apnea del sueño. Dos hormonas son clave en este periodo de madurez femenina. El estrógeno, que actúa en la fase del sueño REM, y la progesterona, que lo hace en el sueño profundo.
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Trastornos del sueño en el embarazo
Durante el embarazo, los estrógenos pueden aumentar hasta 1000 veces, y generan una disminución del sueño rem, el más profundo, aumentado el dormir superficial. Es por esto por lo que a pesar de dormir más horas este sueño es fragmentado y de menor eficiencia.
Un 15% de las mujeres embarazadas roncan, provocado por el aumento de peso y por los estrógenos que alteran la vía aérea superior de la garganta, generando un edema. Las paredes de la garganta se hinchan dificultando la entrada y salida de aire lo que provoca apnea y ronquidos.
Cuanto más aumenta el abdomen hacia el final del periodo de gestación, más se acentúa este síntoma y, aunque roncar puede ser perfectamente normal, en algunos casos puede ser peligroso, como por ejemplo cuando se tiene preeclampsia (una complicación del embarazo).
La alimentación también desempeña un papel importante en la calidad de sueño durante y después del embarazo para la madre y para el bebé. Así como la sensibilidad de las mujeres a los ruidos, sobre todo cuando tiene el niño es recién nacido y el tener que despertarse cada poco tiempo para amamantar.
Trastornos del sueño y ansiedad
Algunos problemas de salud que puede causar el insomnio secundario son más comunes en mujeres, como la depresión y la ansiedad. Las personas con insomnio son 10 veces más propensas a tener depresión y 17 veces más propensas a sufrir ansiedad.
Los investigadores no saben con seguridad si las afecciones de salud mental generan insomnio o si es al revés, pero lo que es seguro es que no dormir lo suficiente puede empeorar las afecciones de salud mental.
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