El término contingencia significa que algo puede ocurrir o no. Cuando utilizamos esta palabra detrás de autoestima, estamos haciendo referencia al amor propio que aparece y desaparece según se dé una condición.
Por ejemplo, podríamos sentirnos válidas cuando sacamos una buena nota en un examen o cuando a nuestros amigos les gusta la ropa que llevamos puesta.
La autoestima contingente (CSE) es la que se basa en la aprobación de los demás o en comparaciones sociales. Esto implica una crítica extrema sobre uno mismo y una constante preocupación por cómo se es percibido.
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En la revista The Principles of Psychology, William James explica que la autoestima puede ser un rasgo estable e inestable. Esta fluctúa en respuesta a diferentes eventos, siendo hombres y mujeres selectivos por igual acerca de qué eventos les afectan.
La psicóloga Pilar Pastor explica en su página web que es frecuente que se desarrolle en personas inseguras y con baja autoestima.
Tipos de autoestima contingente
De acuerdo con la profesional, existen siete tipos de autoestima contingente, en función de la condición que le afecta.
- Basada en el rendimiento: esta depende de si una persona logra sus metas o tiene éxito en sus actividades.
- Basada en la apariencia: el amor propio varía en función de cómo una persona se ve a sí misma y cómo los demás la ven. Estas personas se sentirán bien cuando se vean o crean que los demás les ven atractivas.
- Basada en la aprobación de los demás: depende del reconocimiento en forma de elogios y aprobaciones de los demás.
- Basada en la riqueza o estatus social: la cantidad de dinero y la posición social influyen directamente en la autoestima.
- Basada en la inteligencia o la habilidad: esta forma varía en función de si una persona se siente inteligente o capaz de hacer algo.
- Basada en la relación: depende de la calidad de las relaciones que una persona tiene con los demás.
- Basada en la pertenencia: si la persona se siente parte de un grupo o comunidad, su autoestima será alta.
Reforzar la autoestima verdadera
En mayor o menor medida, todos tenemos una autoestima contingente. Dependemos de lo que nos rodea para tener una imagen de nosotros mismos. William James explicó que las personas realizamos juicios de valor en multitud de áreas diferentes, lo que hace que podamos sentirnos mejor en una dimensión y peor en otra.
Un estudio de la Universidad de Michigan confirma que la autoestima contingente hace que siempre estemos tratando de validar nuestras habilidades y cualidades. Necesitamos que la sociedad nos visibilice, refuerce y valor lo que somos.
Al fin y al cabo, somos seres sociales y dependemos en parte de cómo nos traten o vean los demás. Ahora bien, podemos desarrollar una autoestima verdadera, más fuerte y resiliente que no dependa tanto de factores externos a nosotros.
Según la teoría de la autodeterminación, esta refleja sentimientos de autovalía bien anclados y seguros, que se basan en la satisfacción de las auténticas necesidades y preferencias personales. La persona con autoestima verdadera siente decepción cuando fracasa y alegría por sus éxitos, pero no exagera su importancia ni implica en ello a su autoestima.
Curiosamente, como ya contamos en magasIN, las mujeres ganamos más autoestima verdadera que los hombres según vamos cumpliendo años, a pesar de que comenzamos generalmente en peor posición. Esta es una conclusión a la que llegan Jack Zenger y Joseph Folkman en un artículo publicado en Harvard Business Review. Una investigación realizada con más de 8.600 personas.
En este estudio se destaca que la autoestima cambia a lo largo del tiempo y por supuesto depende de cada persona así como de las experiencias vividas, pero esta variación entre hombres y mujeres se ve mucho más acentuada en el género femenino.
Precisamente porque sabemos que ese camino de mejorar la autoestima no es fácil, a continuación te recordamos algunos consejos con los que podrás aprender a mejorar esa autoestima y a sentirte mejor contigo misma.
- Aprende a quererte y respetarte. Es el paso básico, quiérete como eres. Si hay algo que no te gusta solo tienes que cambiarlo.
- Invierte tiempo en tus virtudes y lo que te apasiona. Para gustarnos es importante que nos motive el estilo de vida que tenemos. Por ello, es fundamental que disfrutes de tiempo contigo misma.
- Aprende a darte prioridad. La vida a menudo se nos llena de responsabilidades y la propia autoexigencia puede hacer que nos olvidemos de nosotras mismas, pero recuerda que eres la protagonista de tu vida.
- Cuidado con la autocrítica. A veces, nosotras mismas somos nuestro peor verdugo. Empieza a cambiar tu propio discurso interior, valora y da mérito a lo positivo que hay en ti.
- Aprende a perdonarte y aceptar tus defectos. No olvides que nadie es perfecto y tú tampoco.