Todo lo que necesitas saber para aliviar los efectos de la sequedad vaginal

La sequedad vaginal es más que un problema incómodo con el que te acostumbras a vivir, como por desgracia ocurre en un alto porcentaje de casos. Se trata de un síntoma estrechamente ligado a la menopausia, que afecta a la vida diaria de la mujer no solo en sus relaciones sexuales que se ven dificultadas por el dolor, sino que también pueden aparecer picores, hinchazón, escozor y otras molestias.

Sequedad vaginal por la menopausia

El descenso de nivel de estrógenos, que son los que ayudan a lubricar las paredes de la vagina, manteniéndola sana, gruesa y elástica, provoca que se reduzca la humedad y que la vagina sea menos elástica y las paredes más delgadas. Este conjunto de factores se conoce como atrofia vaginal, que es propia de la menopausia.

Este periodo, además, suele venir acompañado de otros síntomas como los sofocos, el insomnio, la inapetencia sexual, cambios de humor, etc., que cuando se viven a un tiempo generan en la mujer una situación de malestar continuo con el que resulta difícil convivir. Por suerte, cada vez se conocen más tratamientos para paliar estos signos.

Síntomas

Además de los síntomas ya mencionados, como los picores y la inflamación, también puede haber incomodidad, dolor al mantener relaciones sexuales, hemorragia leve después del coito, ardor al orinar y malestar general en la zona vulvar.

Tratamientos

Actualmente existen en el mercado un gran número de productos que pueden ayudar a mejorar la lubricación, entre los que destacan dos tipos:

• Lubricantes vaginales: proporcionan alivio inmediato pero su efecto es también más corto.
• Hidratantes vaginales: las cremas ofrecen un tratamiento más duradero, con una humedad más similar a la natural.
• Tratamiento con láser intravaginal de CO2.

El láser es una técnica ambulatoria, mínimamente invasiva, que utiliza el calor para estimular la producción de colágeno de las células de la zona vaginal y sustituir las capas más secas de la piel por células nuevas. No requiere de anestesia y apenas tiene efectos secundarios, más allá de un leve enrojecimiento o hinchazón durante 24-48 h.

El aumento que se produce en la producción de colágeno y en la hidratación de la vagina tiene como consecuencia el poder volver a disfrutar de las relaciones sexuales, según el 85% de las mujeres que se someten al láser.

Además, el láser también puede ser utilizado para el rejuvenecimiento vaginal. Esta técnica también permite tensar y tonificar los músculos de la vagina y estrechar el canal vaginal, lo que implica la recuperación de la estética de los labios, consiguiendo un aspecto más joven.

*Texto elaborado por la Dra. Isabel María Blanco Herráez, Jefa del Servicio de Obstetricia y Ginecología y de la Unidad de Mama  Hospital Quirónsalud Marbella