Amiga, si cada día te levantas con sensación de hinchazón y cada día te acuestas aún peor; no estás hinchada, estás inflamada.
La inflamación es ese concepto que nos cuesta entender.
- ¿Es sobrepeso? No tiene por qué.
- ¿Es mala alimentación? No siempre
- ¿Es un problema digestivo? A veces
- ¿Es un trastorno hormonal? A menudo.
¿Por qué? Porque la inflamación es la herramienta que tiene tu cuerpo para combatir ese je ne sais quoi que no lo deja avanzar, que lo intoxica cada día más.
Amiga, un cuerpo inflamado es un cuerpo que se queja y te pide que le hagas caso.
¿Cómo puedo saber si estoy inflamada?
Hay algunas características clave de la inflamación que, si tú la padeces, rápidamente te sentirás identificada y comprenderás el porqué. El motivo principal es que generas más toxinas de las que deberías. Esto está siempre ligado a tu estilo de vida y sí, aquí aparecen mis queridos 4 pilares de la salud: alimentación, descanso, ejercicio y estrés.
En el campo de la alimentación, hay algunos musts que debemos revisar para saber si nos estamos sobreintoxicando: azúcar y alcohol son los tóxicos más conocidos. El azúcar es un alimento súper perjudicial en todas sus formas (azúcar blanco, moreno, mieles, siropes y por supuesto cualquier ultraprocesado que lo contenga) y lo mismo pasa con el alcohol. El mensaje de 'una copa de vino al día' no solo es antiguo sino también falso. El alcohol lo debemos consumir por elección (y no por presión social) lo menos posible. No hay cantidad mínima recomendada de azúcar y por supuesto tampoco lo hay en el alcohol.
[Los 4 alimentos que debemos eliminar de nuestra dieta para acabar con la inflamación]
Y, aunque menos populares, hay otros alimentos que a nuestro cuerpo le cuesta digerir y que están altamente ligados con una auto-intoxicación. Los más controvertidos son la leche de vaca y el trigo, alimentos que antaño eran sanos pero que por las condiciones en las que se producen se han convertido en muy inflamatorios. En el caso de la leche de vaca, lo que sabemos es que aquella que procede de Europa es rica en caseina alfa-1, una proteína que en nuestro intestino produce hiperpermeabilidad, inflamación y adicción.
En cuanto al trigo, sucede algo similar, y es que contiene una proteína altamente difícil de digerir para nuestro testino, por lo que un consumo abusivo de este alimento ocasiona hiperpermeabilidad y sobre-estimulación del sistema inmunitario ( y por lo tanto inflamación).
Otra vía de entrada de tóxicos es la piel y cualquier producto de limpieza. Nuestro organismo es permeable, y lo que aplicamos cutáneamente entra en nuestro cuerpo. Es vital utilizar productos cosméticos de calidad e, idealmente, naturales.
Un pequeño apunte sobre los tóxicos es que hay muchos que elegimos y otros que no, la contaminación es uno de ellos. Por eso, no es importante solo centrarse en recibir menos tóxicos sino también en facilitar las vías de detoxificación.
[Las 3 claves para hacer un buen détox hormonal]
¿Qué son las vías de detoxificación?
Son todas esas carreteras que tiene nuestro organismo para liberarse de lo que sobra. Y lo que sobra no es solo lo que comemos y que no se aprovecha, sino un montón de sustancias que nuestro cuerpo fabrica continuamente y que son resultado de la degradación de tóxicos. O sea, para que nos entendamos, para que el cuerpo pueda eliminar lo que le sobra fabrica otras sustancias que van a erradicarlo. Pero claro, todos esos resultados deben expulsarse porque si se quedan dentro de nuestro cuerpo se convierten en altamente peligrosos.
Por eso, es vital asegurar que las vías de detoxificación funcionan a la perfección. Estas son:
- Heces: sí amiga, todas hacemos nuestras necesidades y debemos asegurarnos de ir todos los días al baño. Es la principal vía de detoxificación. La mayoría de estreñimientos se mejoran con hábitos y alimentación pautadas por un profesional.
- Hígado: es ahí donde se desactivan todas las hormonas que sobran y donde se hace el mayor filtrado. Por eso no debemos sobrecargar a nuestro hígado con más tareas.
- Orina: por todos es sabido el papel tan relevante que hacen nuestros riñones. Sin embargo, menospreciamos altamente la importancia de una buena frecuencia en la hidratación y en la micción.
En conclusión: para desinflamarte es fundamental averiguar el origen de esta situación y no 'atajar' con soluciones aparentemente fáciles (como una dieta) pero que serán pan para hoy y hambre para mañana.
[4 hortalizas perfectas para incorporar y retomar hábitos saludables]