Trucos para conseguir una autoestima sana y justa: aprende cómo aceptar tus fortalezas y debilidades
¿Buscas aumentar tu autoestima? A continuación te detallamos algunos consejos quepodrás empezar a poner en práctica para conseguirlo.
10 marzo, 2023 01:51Tener una autoestima sana es más importante de lo que te imaginas, al igual que la confianza o la seguridad en nosotros mismos. Todo ello es clave para conseguir evolucionar y aceptar cada experiencia aceptando nuestras fortalezas y debilidades, mientras seguimos evolucionando y marcando nuevas metas.
Y no hablamos solo de ser positivos o de vernos perfectos todo el rato, sino de aceptarnos tal como somos y de sentirnos cómodos desarrollando nuestro día a día, relacionándonos con los demás, mirándonos al espejo, afrontando nuestros desafíos e incluso aceptarnos cuando no somos capaces de lograr lo que nos proponemos.
¿Qué es la autoestima?
Hablar de autoestima es hablar de la manera en la que nos evaluamos a nosotros mismos, pero también de la manera en la que nos juzgamos y nos aceptamos. Por lo tanto, la autoestima comprende todo ese conjunto de valores, creencias y pensamientos que tenemos sobre nosotros mismos y que hemos ido moldeando a lo largo de nuestras propias experiencias y vivencias personales.
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Tener una autoestima sana tiene mucho que ver con aceptar nuestras fortalezas y debilidades y con conseguir nuestros propios valores practicando siempre la autocompasión.
También es importante tener claro que la autoestima evoluciona y cambia al mismo tiempo que vivimos nuestras experiencias, siendo sobre todo las experiencias vividas durante nuestra infancia las que pueden tener un mayor peso e impacto sobre nuestra autoestima.
A menudo son muchas las personas que se preguntan sobre si existe alguna manera de mejorar su propia autoestima. Lo cierto es que no existe ninguna receta mágica para ello, pero sí que cada persona puede mejorar en este sentido con constancia, siendo fiel a sus valores y siguiendo algunos consejos que te detallamos a continuación.
Por supuesto, si lo necesitas, no dudes en ayudarte de un psicólogo experto para poder identificar el origen de una baja autoestima y para poder guiarte mejor hacia una autoestima sana.
Trucos para aprender a aceptarte
Identifica el origen de tu baja autoestima
Aunque los problemas de autoestima suelen desarrollarse durante la infancia, lo cierto es que sus causas pueden ser muy diferentes. Identificarlas es el primer paso para trabajar en ello.
Hazte a tí misma preguntas sobre ello: ¿Por qué me siento así cuando…?, Si hacértelas no te orienta, no dudes en acudir a un psicólogo experto que pueda ayudarte a identificarlas y comenzar a trabajar en ellas. Por cualquiera de estos dos caminos, estarás un paso más cerca de dejar atrás tu baja autoestima.
Deja de meterte presión y acéptate
Ser realistas y aceptarnos tanto con nuestras virtudes como con nuestros defectos es fundamental para conseguir salir de ese bucle de baja autoestima. Tenemos que ser conscientes de que no somos perfectos y de que nuestro objetivo final no debe ser forzarnos a serlo.
Para empezar a aceptarnos como somos, es importante que normalicemos y nos familiaricemos con aquello que se nos da bien y lo mismo con lo que se nos da mal para aprender de ello. Eso sí, nunca se debe caer en el error de restar importancia a aquello en lo que sabemos que somos buenos y valorarnos en ello.
¿Acaso pensar constantemente que eres un desastre en algo te beneficia o te ayuda de alguna manera? Céntrate en aceptarlo y aprender de cada parte de ti.
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Metas realistas
Ponerte objetivos o metas demasiado exigentes y poco accesibles o poco realistas es frustrante y no ayuda a salir de una baja autoestima. Así que procura ponerte metas que realmente puedas conseguir. Poco a poco verás como una vez lo hayas alcanzado podrás paulatinamente exigirte un poco más y seguir consiguiendo lo que te propones.
Pero ojo, no conseguirlo no es una derrota, solo un camino más para aprender y seguir evolucionando. Es importante que sepas que la autoestima no depende del resultado de esas metas o de tus actos, sino simplemente de que actúes, de lo que intentas y de que te enfrentes a las circunstancias
Evita las comparaciones
Seguro que alguna vez habrás escuchado eso de que "las comparaciones son odiosas", y es que no deberías olvidar de que cada persona es un mundo y tú eres dueño del tuyo. Así que nada mejor que centrarse en tí y evitar centrarte en la vida de los demás. Esto solo conseguirá frustrante más. No olvides que cada uno de nosotros a pesar de normalizar nuestras virtudes y defectos, siempre tendremos algo bueno que aportar.
Guíate por tus valores
Más allá de centrarte en objetivos, te invitamos a que te centres en tus valores. Esa debería ser siempre tu hoja de ruta y la dirección que tomar cuando te encuentres pérdida. Seguir esos valores y cumplirlos siempre hará que puedas sentirte orgullosa de tí y que tu autoestima crezca.
Aprende a identificar tus fortalezas
Además de tener claros tus valores, es importante que sepas identificar aquello bueno que hay en tí y tus puntos fuertes. Habitualmente las personas con baja autoestima tienden a no saber identificarlos, así que si necesitas recordarlos.
Te invitamos a que cojas lápiz y papel y escribas detalladamente cuáles son esos logros que crees que has conseguido en tu vida (terminar la carrera, conseguir trabajo, conquistar a tu pareja…).
Una vez identificado esto, céntrate en cuáles son las características positivas necesarias para conseguir estos logros. Esas son tus fortalezas.
Transforma pensamientos negativos en respuestas racionales
Aunque tengamos identificados nuestros valores y fortalezas, a menudo nuestras experiencias y miedos pasados acostumbran a no ponerlo demasiado fácil en determinadas ocasiones a través de nuestra propia 'voz interior'.
En las personas con una autoestima sana y equilibrada, esta voz suele ser amable, pero en el caso de las personas con baja autoestima, está puede ser nuestra peor enemiga. En este último caso, esta forma de ver el mundo y lo que nos pasa puede llegar a interpretar una situación normal de la peor manera posible.
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Si por ejemplo tu pareja llega tarde de trabajar, sería lógico pensar que ha tenido un día de muchas tareas y trabajo y que ha llegado cuando ha podido. Por el contrario, no sería lógico pensar que te esté siendo infiel. Esto último estaría más cercano a nuestro miedo al abandono que a una situación o pensamiento racional, sobre todo si nos basamos únicamente en que simplemente ha llegado tarde del trabajo.
Hablamos por lo tanto de pensamientos irracionales sin una base real. Por lo tanto cuando esto suceda pregúntate a tí misma: ¿Se trata de una amenaza real o está totalmente infundada? Y ¿Qué emociones te provoca esto? Cuanto mejor entiendas estás emociones, menos poder e impacto tendrán sobre tí.
Ayuda a tú autoestima con ejercicio
¿Sabías que más allá de estas técnicas, el deporte figura como una de las mejores herramientas para trabajar en una autoestima sana? Los estudios han demostrado que hacer ejercicio de media intensidad aumenta la autoestima a corto plazo.
Y es que el ejercicio, no solo ayuda a reducir los niveles de cortisol y a aumentar tu bienestar a través de las beta- endorfinas, sino que también es capaz de aumentar la capacidad mental, aumentar el flujo sanguíneo hacia el cerebro, reducir la ansiedad e incluso mejorar el autocontrol.
Práctica la autocompasión
En muchas ocasiones nos convertimos en nuestros peores enemigos, precisamente por no saber perdonar nuestros errores. Esto quiere decir que si después de estar por ejemplo dos o tres años preparando a conciencia unas oposiciones y llegas al examen y las suspendes, puede que te sientas muy decepcionado, pero ¿qué le dirías en ese caso a una amigo? ¿Acaso no le consolarías haciéndole entender que por lo menos lo ha intentado y que si quiere tendrá otras nuevas oportunidades?
Precisamente por ello, te invitamos a que practiques esa autocompasión contigo, al igual que la prácticas con los demás. En lugar de criticarte o juzgarte (lo cual no te aportará nada más allá de frustración y ansiedad), céntrate en hablarte como lo harías a un amigo.