La llegada de la menopausia es un momento que suele suponer un cambio radical en la vida de toda mujer. Se trata de una nueva etapa natural que marca el final de los ciclos menstruales y de la regla, pero también la llegada de nuevos síntomas físicos como los sofocos, los cambios emocionales, la falta de energía… Por suerte, ya te dimos a conocer los 10 remedios naturales para combatir los efectos de la menopausia.
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Precisamente, es durante esta etapa cuando también puede llegar a desarrollarse en algunos casos el denominado Síndrome de Sjögren. Una enfermedad inflamatoria que, aunque puede afectar tanto a mujeres como a hombres, suele ser predominante entre el género femenino con una tasa de incidencia de 5 casos por 100.000 habitantes.
¿Qué es el síndrome Sjögren?
El síndrome Sjögren es una enfermedad inflamatoria, autoinmune y crónica que se caracteriza, según la Fundación Española de Reumatología, por infiltración de las glándulas exocrinas por linfocitos y células plasmáticas (aquellas glándulas que vierten su secreción al exterior).
Pero son precisamente las glándulas salivales y las lagrimales las que más afectadas suelen estar por este síndrome. A pesar de tratarse de una enfermedad crónica, se trata de una enfermedad de pronóstico benigno y la mayoría de los pacientes, incluso si no se curan, pueden llevar una vida de calidad y aceptable
¿Cuáles son los síntomas del Síndrome de Sjögren?
Los síntomas clínicos principales de este síndrome están relacionados con la destrucción de las glándulas exocrinas, por lo que los pacientes suelen experimentar sequedad ocular (xeroftalmia) debido a la disminución de la secreción lacrimal y también sequedad bucal (xerostomía) por la disminución de la secreción de saliva y la sequedad nasal y vaginal. Una forma leve de afectación de este síndrome, pero una de las más frecuentes.
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A pesar de que los síntomas sean leves, lo más aconsejable es consultar al reumatólogo ante síntomas principales de sequedad de la piel y mucosas. Síntomas que normalmente no suelen preocupar demasiado a las personas afectadas, de hecho, los pacientes suelen ir a consulta cuando se encuentran con complicaciones asociadas, algo que puede llegar a retrasar mucho el diagnóstico y el tratamiento.
En cuanto al diagnóstico y tratamiento, el Síndrome de Sjögren puede reconocerse con una visita y exploración médica, además de con un posterior análisis en el laboratorio, a través del que podrá confirmarse esta enfermedad. Una vez detectada, a pesar de no existir ningún tratamiento que pueda curarla, sí que existen tratamientos alternativos para aliviar los síntomas y limitar los efectos perjudiciales que pueda generar esa sequedad crónica en ojos y boca.
Otros síntomas asociados al Síndrome Sjögren
Además de ojos y boca secos, el síndrome Sjögren también afecta a otros tejidos y órganos, por lo que sus efectos en el cuerpo también pueden llegar a derivar en otros síntomas:
- Fatiga
- Dolor y debilidad en articulaciones y músculos
- Dificultad para dormir
- Hormigueo, debilidad en brazos y piernas y entumecimiento
- Problemas de memoria y falta de concentración
- Resequedad en la piel, fosas nasales y en la garganta, además de tos seca
- Falta de aire y dificultad para respirar
- Erupciones en la piel
- Inflamación de las glándulas alrededor de la cara y cuello
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