El mundo de las relaciones, en parte por la digitalización y la evolución natural de la sociedad, se ha hecho más complejo. Tener pareja parece más sencillo que nunca. ¿La consecuencia? Separarse también lo es.
[La clave inesperada para un matrimonio feliz]
Es una de las temáticas que trata la conocida como la “psicóloga del amor”, Silvia Llop. Psicóloga graduada en la Universidad de Barcelona, posee un máster en Programación Neurolingüística (PNL) en la escuela Mens Venilia, un posgrado en Psicoterapia Práctica en Mensalus y varios cursos en inteligencia emocional.
Es también la autora de la obra Mándalo a la mierda (mereces algo mejor), que ya va por la décima edición y que se ha convertido en todo un referente para las personas que desean dar un giro a su vida sentimental y encontrar pareja, ayuda a más de 25.000 personas a mejorar su vida amorosa a través de cursos, membresías, su newsletter y sus redes sociales donde cuenta con una comunidad que supera los 97.000 seguidores en IG y FB.
En todos estos canales aporta respuestas y ofrece herramientas con las que superar rupturas, mejorar nuestra autoestima, empoderarnos, detectar las no-relaciones, tener relaciones sanas, encontrar pareja… todo ello en base a su propia experiencia y la de su entorno. Conversamos con ella sobre algunos de los comportamientos más tóxicos de la actualidad, recordando que no son tan recientes como parece.
¿Por qué nos puede hacer creer alguien que le importamos y luego desaparecer?
Es posible que en un inicio tenga ganas de conocerte y de pasar tiempo contigo, pero que llegue un momento en que le ha aparecido otra persona más interesante, siente que no quiere vincularse más o simplemente, deje de sentir interés en construir algo y, en lugar de tener una conversación, elija la opción de desaparecer del mapa y así no tener que enfrentarse a esa charla incómoda.
Cuando alguien desaparece, ya nos está indicando que tiene la gestión emocional de un langostino y eso significa que no es la persona adecuada para construir una relación sana.
¿Por qué algunas personas nos dicen que no quieren comprometerse y se implican igualmente?
Porque hay gente que tiene claro que no quiere tener las ataduras que implica una relación, pero sí le apetece crear un vínculo afectivo. Es decir, hacer planes, hablar a diario, incluso presentarte en el grupo de amigos. Quiere tener sus necesidades sexuales y emocionales cubiertas, pero sin la etiqueta de “novio” o “novia”, ni las responsabilidades asociadas a ello.
¿Por qué nos hacen ghosting? ¿Las redes sociales y las aplicaciones tienen en parte la culpa?
El ghosting ha existido toda la vida. La única diferencia es que antes esa persona nunca más aparecía y no sabías si le había atropellado un camión o estaba pasando de ti y ahora con las redes y las aplicaciones, puedes ver que está vivito y coleando y que, simplemente, te está ignorando.
La culpa no se la podemos echar a la tecnología, sino a la mala gestión emocional de ciertas personas y al hecho de que no nos han enseñado a manejar todo este tipo de situaciones. Sería genial si en el colegio existiera una clase de gestión emocional que fuera obligatoria. No garantizaría que todo el mundo se comportara bien, pero por lo menos proporcionaría herramientas.
¿Por qué nos quedamos con quien nos elige?
Si tu autoestima está baja o tienes la necesidad de tener pareja, es fácil que te quedes con personas que te eligen y no tengas en cuenta lo que realmente es importante para ti de cara a construir una buena relación a largo plazo, es decir, tus estándares.
¿Por qué no siempre podemos cortar con alguien que nos hace sufrir?
Cuando no somos capaces de romper una relación que no nos hace bien, hablamos de dependencia emocional. Es esa sensación de no poder vivir sin la otra persona y sentir que la vida no tendrá sentido, si cortamos. La dependencia emocional suele ir acompañada de baja autoestima y de mucho miedo al vacío y a quedarte sola. Por eso su antídoto es trabajar en tu amor propio e ir planificando esa ruptura hasta que tengas la fuerza suficiente para llevarla a cabo.
En el caso de una relación más larga, ¿por qué algunas personas lo dejan en el mejor momento? ¿Podemos equivocarnos de percepción sobre el estado real de la relación?
En una pareja hay dos partes siempre. Puede que una sienta que está en el mejor momento de la relación, pero si hay una ruptura es porque la parte que ha decidido tomar la decisión no siente que quiera continuar. Eso no significa necesariamente que la relación estuviera en un mal momento. También puede significar que se ha dado cuenta de que hay algo que no le encaja, que haya perdido la ilusión por construir o que haya conocido a otra persona.
¿Las rupturas de las relaciones más cortas pueden doler más que las de las largas?
Hay rupturas de relaciones cortas que son especialmente dolorosas porque te han dejado justo cuando estabas en la cresta de la ola o en pleno atracón de química. El atracón de química es esa sensación de haber encontrado a tu persona ideal (cuando apenas la conoces) y que puede durar varios meses hasta que la relación está más asentada y ya conoces mejor a tu pareja.
Si te dejan en ese momento, es fácil que tu cerebro se quede encallado porque no se lo esperaba y le cueste pasar página. También juega un papel importante el hecho de que se ha quedado todo por vivir, es decir, que tú has estado imaginando mil planes y escenarios que no vas a poder experimentar con esa persona. Es como si te hubieran robado el futuro que habías tejido en tu cabeza.
¿Cómo gestionar una ruptura con responsabilidad emocional?
Intentando no hacer daño a la otra parte, especialmente cuando eres tú quien ha tomado la decisión de dejar la relación. No hay forma agradable de decirle a alguien que no quieres seguir, pero si se hace con asertividad y empatía, dejando que el otro se exprese y pregunte lo que necesite, seguramente el cierre será más maduro. Luego, se deberá decidir si hay contacto cero o cómo va a ser la comunicación a partir de ese momento, especialmente cuando hay hijos u otras obligaciones de por medio.
¿Es sano echarle la culpa a alguien de una separación?
Los términos “culpable” o “inocente” no deberían tener cabida en las relaciones humanas porque funcionamos a través de las emociones y, además, cada uno tiene su propia personalidad. Lo que para uno puede ser la forma correcta de actuar, para el otro puede resultar una cabronada.
¿Cómo gestionar la inseguridad después de una ruptura?
Con mucha paciencia y dándote el tiempo necesario para reconstruirte antes de iniciar algo nuevo para así no ir cargando con las piedras de tus relaciones anteriores. Si somos capaces de hacer ese reciclaje emocional y trabajar nuestra autoestima, que suele quedar tocada después de una ruptura, será más fácil que nos podamos sentir cada vez mejor. Una buena forma de trabajar la ruptura es a través de mi curso, que sirve precisamente para hacer esa limpieza emocional de forma sana y poder pasar página para que el duelo no se enquiste. Lo encontrarás en https://silviallop.com/ruptura/.