¿El género puede ser un factor de influencia en la adicción? Es lo que parcialmente afirma la Encuesta Nacional sobre Envejecimiento Saludable de la Universidad de Michigan, publicada el pasado mes de enero y mencionada este mes por Maureen Salamon, editora ejecutiva de la Harvard Women's Health Watch.
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Según los datos recopilados, casi una de cada cinco mujeres de más de 50 años mostró signos de adicción a alimentos y bebidas altamente procesados durante el año 2022, una proporción más alta que en los hombres, según la encuesta realizada con 2163 personas, de 50 a 80 años de edad, en Estados Unidos. Aunque entren en cuenta diferentes factores, los cambios hormonales femeninos podrían influir en esta estadística.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores plantearon 13 preguntas relacionadas con comportamientos y pensamientos sobre alimentos ultraprocesados como dulces, bocadillos salados, bebidas azucaradas y comida rápida, a todos los participantes. Para evaluar las respuestas, tuvieron en cuenta los indicadores de adicción que incluyen antojos intensos, incapacidad para reducir el consumo y signos de abstinencia. Para cumplir con la definición de adicción a los alimentos altamente procesados, los participantes tenían que haber experimentado al menos dos de los once síntomas, así como una angustia significativa o problemas relacionados con la alimentación, al menos dos veces por semana.
¿Pero por qué se puede instalar esta adicción? Tal y como se pueden leer en los resultados de la encuesta, los alimentos ultraprocesados favorecen la liberación de dopamina en el cerebro, de ahí que algunas personas recurran a ellos para enfrentarse a situaciones difíciles y emociones negativas. Según explica la psicóloga e investigadora Ashley Gearhardt: "La palabra adicción puede parecer fuerte cuando nos referimos a alimentos, pero las investigaciones demostraron que nuestros cerebros responden con la misma fuerza a los alimentos altamente procesados, especialmente a los que tienen un alto contenido de azúcar, almidones simples y grasas, como al tabaco, al alcohol y a otras sustancias adictivas".
Como apuntan los expertos, este comportamiento tiene consecuencias a corto, medio y largo plazo. El consumo de alimentos ultraprocesados incrementa el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 y enfermedades renales, entre otras.
Una alimentación adaptada
Aunque sea fundamental mantener un estilo de vida saludable a cualquier edad, las mujeres han de tener en cuenta algunos factores en cada etapa. Leyre López-Iranzu, nutricionista de Clínica FEMM, explica que "por ejemplo, en la adolescencia se necesitan alimentos ricos en calcio para fortalecer los huesos, en la edad reproductiva, se necesitan nutrientes como hierro, calcio y ácido fólico para la salud reproductiva y ósea mientras que en la menopausia se recomienda aumentar la ingesta de alimentos ricos en calcio y vitamina D para prevenir la osteoporosis.
En general, independientemente de la edad, se recomienda una dieta equilibrada y saludable que incluya una variedad de alimentos nutritivos, evite los alimentos procesados y las bebidas azucaradas, y se centre en alimentos ricos en fibra, proteína magra y grasas saludables. En cualquier caso, como siempre comento es recomendable consultar con un profesional de la salud para recibir recomendaciones personalizadas según las necesidades individuales de cada mujer".