De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), desde los años noventa, el mes en el que se produce el mayor número de nacimientos es septiembre, coincidiendo con el final del verano.
Esta estación suele ser la más deseada por todos. La piscina y la playa vienen inmediatamente a nuestra cabeza cuando pensamos en estos meses. Sin embargo, las altas temperaturas pueden hacer más incómodo el embarazo, especialmente si es el último trimestre de este.
Ahora bien, calor y embarazo pueden ir de la mano sin riesgo ni inconveniente alguno, pero para ello es importante seguir unos cuidados adicionales, lo que no quita que puedas seguir disfrutando de esta época del año.
[Una buena dieta afecta a tus posibilidades de quedarte embarazada: qué debes comer]
Consejos para sobrevivir
A continuación te dejamos las recomendaciones para sobrevivir al verano embarazada de los expertos en salud y Club de MalasMadres:
Protege tu piel.
Este consejo debes seguirlo, estés o no estés embarazada, porque el sol no perdona. Protege tu piel de la radiación con el protector solar adecuado para tu piel y también los ojos con unas gafas de sol adecuadas.
Además, trata de evitar la exposición directa en las horas centrales del día porque es frecuente que baje la tensión arterial.
Mantente hidratada.
Las altas temperaturas del verano pueden llegar a provocar deshidratación. Por ello es importante asegurarse que estamos dando al cuerpo un correcto aporte de líquidos. Además, estar hidrata ayuda a prevenir el estreñimiento, la hinchazón de las piernas y pies y las infecciones de orina.
Sigue una alimentación fresca y saludable.
Durante el verano es común que se descuide la alimentación entre comidas y cenas fuera de casa. Para cuidarte tú y de tu bebé aprovecha que es temporada de platos más frescos e incrementa el consumo de ensaladas, frutas y verduras.
Cuida del sueño.
Conseguir conciliar el sueño durante el verano puede ser una tarea complicada. Para plantar cara al insomnio procura mantener una temperatura adecuada de la habitación, evita cenas copiosas y usa un pijama cómodo.
Si, por el contrario, el calor te baja la tensión y te hace sentir más cansada y fatigada, ten en cuenta que estos síntomas se acentúan durante el embarazo, así que lo mejor que puedes hacer es descansar y disfrutar de no hacer nada.
Utiliza ropa cómoda y fresca.
El calor de los meses de verano invita a vestir con ropa más cómoda y fresca. Aprovecha la temporada estival para sacar del armario los vestidos cortos de embarazada, shorts, camisetas de tirantes y sandalias. Es preferible que la ropa sea de algodón para que la piel transpire y a poder ser de colores claros.
Eleva las piernas para acabar con la retención de líquidos.
Tener las piernas hinchadas es algo muy común durante las semanas finales del embarazo y se agrava aún más con las temperaturas elevadas. Por ello, los expertos recomiendan elevar las piernas y realizar masajes en sentido ascendente con geles o cremas, que se puedan poner un tiempo en el frigorífico para que estén más frescas y mejoren las molestias.
Distrae cuerpo y mente.
Por último, después de trabajar o haber estado ocupada, conviene que te des tiempo con amigas, con el padre o contigo misma y te relajes al menos un par de horas. La desconexión mental es imprescindible.