"El parto es un hecho inevitable que pone fin a cada embarazo. A pesar de ser un proceso natural, en las humanas tiene mayores dificultades que en otros mamíferos. Poder caminar erguidos modificó la pelvis: el canal del parto se acodó y los fetos deben hacer más maniobras para poder nacer. El tamaño mayor del cráneo de los fetos humanos, requiere una flexión de la cabeza para facilitar el menor diámetro posible, y permitir el paso por los huesos pelvianos, hasta salir por la vulva materna", explica la doctora Mercedes Herrero, de HM Hospitales.
[¿Qué es lo que puedo esperar de un parto?]
Quien continúa diciendo: "El parto ha sido un momento de riesgo vital para las mujeres a lo largo de la historia. En nuestro país la mortalidad materna es una de las más bajas del mundo (3 cada 100.000). Todo gracias a los avances sanitarios, que han permitido controlar las infecciones puerperales y la hemorragia. Las dos causas más frecuentes de muerte materna en relación con el parto. Ahora toca luchar para que estos avances lleguen al mayor número de mujeres en el mundo".
Según la OMS, en 2020 moría, en el mundo, una mujer de parto, cada dos minutos. El 95% en países de ingresos medianos y bajos. La mayoría por causas evitables. La atención de los partos por profesionales cualificados "pueden salvar la vida de la madre y del recién nacido".
[Tu cuerpo te está avisando para que te prepares: el parto está cerca]
Fases del parto
La ginecóloga y obstetra continúa explicando a magasIN las fases del parto:
- Dilatación. Se sienten dolores, son las contracciones del útero, van y vienen. Hay pausa del dolor entre ellas. La hormona oxitocina, que segrega nuestro cerebro, es la responsable de provocar y mantener las contracciones durante todo el proceso. Se puede romper la bolsa. La cantidad del líquido amniótico expulsado puede ir desde poco abundante, con o sin algo de sangre, hasta cantidad suficiente para mojar la ropa y el asiento. El color del líquido puede ser transparente, sanguinolento, o incluso de tono marrón.
Cuando se completa la dilatación, hasta diez centímetros, el feto comienza a descender por el canal del parto. Este proceso puede durar horas, sobre todo en primíparas (mujeres que dan a luz por primera vez).
Durante este tiempo, se controla el bienestar fetal gracias a un sistema inocuo para el feto: la monitorización fetal. Los latidos del corazón fetal se registran en un trazado, y podemos conocer cómo se encuentra en cada momento. También se registran las contracciones maternas. El comportamiento del feto con las contracciones es otro dato más para conocer su bienestar.
- Expulsivo. Es el descenso del feto a lo largo del canal del parto. Ahí, la cabeza debe realizar unos giros para adaptarse a los diámetros mayores de la pelvis, en cada parte del trayecto acodado. Ese giro se acompaña del descenso a lo largo del canal.
Las contracciones van empujando al feto en ese camino. La postura de la madre durante ese tiempo puede favorecer el proceso. Los profesionales, matronas y obstetras, acompañamos a la mujer para facilitar esos cambios posturales y que el feto pueda hacer ese descenso.
Al final, el feto sale al exterior, a través de la vulva. La cabeza del feto asoma por el periné materno. Tras alumbrar la cabeza, esta debe rotar de nuevo para permitir que los hombros usen ese diámetro mayor para poder pasar por el canal. Sale un hombro primero, después el segundo. En ese momento, ya está asegurada el nacimiento del bebé.
Este proceso también se realiza con monitorización fetal, para poder detectar cualquier cambio que nos haga sospechar una pérdida de bienestar fetal durante el descenso.
- Alumbramiento. Llamamos así a la salida de la placenta y la bolsa amniótica. Suele demorar unos minutos tras el nacimiento del bebé. En ese momento, el útero se contrae de forma intensa, permitiendo que los vasos sanguíneos que han nutrido a la placenta se contraigan de forma vigorosa, evitando la temida hemorragia obstétrica.
Tipos de parto
La doctora Herrero, clasifica los tipos de parto como fáciles, difíciles o imposibles.
Fáciles o partos eutócicos
Según la experta, son aquellos en que la mujer está de parto, las contracciones favorecen una dilatación completa, que puede necesitar de oxitocina externa o no.
"El descenso por el canal lo hace el feto de manera natural. Permitiendo un expulsivo, con acompañamiento profesional, pero sin necesidad de maniobras especiales. Tras el nacimiento, el alumbramiento es espontáneo, y no se produce sangrado posterior. Atendido en un medio sanitario con medidas de asepsia, también se minimiza el riesgo de infecciones", explica.
Y continúa: "Algunos de estos partos pueden comenzar de manera natural (espontáneos), o necesitan un tratamiento médico para que empiecen. A estos últimos los llamamos inducidos. Disponemos de distintos fármacos para conseguirlo. Motivos maternos, fetales o del propio embarazo pueden recomendar esta indicación médica. Que un parto sea inducido no quiere decir que no pueda ser un parto vaginal, eutócico.
Estos partos los atienden las matronas o los médicos obstetras".
Difíciles o partos distócicos
Los profesionales llaman distocia a las dificultades en los procesos del parto. Sobre todo, del expulsivo.
"Se puede completar la dilatación y comenzar el descenso del bebé, hasta un punto en
que la salida debe ser vaginal. El feto está en ese canal acodado", cuenta Herrero.
Partos instrumentales
"Puede haber problemas en la rotación y descenso. Ese momento, si se prolonga en el tiempo porque el espacio es muy justo para el tamaño del feto o este muestra signos de perder su bienestar, podemos utilizar instrumentos que ayuden a esas fases finales. Estos son la ventosa, el fórceps o las espátulas", apunta la doctora.
Y añade: "Son instrumentos que, usados en el momento adecuado, y por profesionales expertos como los médicos obstetras, evitan el daño fetal producido por la falta de oxigenación. Tienen un mayor riesgo para el canal del parto materno, por eso es fundamental la indicación en su uso y la pericia de los profesionales. Estos partos los atienden los médicos obstetras".
Distocia de hombros
Se produce cuando, tras salir la cabeza, los hombros no realizan un descenso
adecuado. Es una situación de riesgo importante para el feto. "Los obstetras y matronas estamos entrenados en las maniobras para poder resolver la situación. Es algo poco conocido, pero temido por los profesionales", señala Herrero.
Partos imposibles o cesárea
Si el feto no consigue adaptase a la pelvis materna, si la dilatación no se completa o el feto no es capaz de pasar por el canal del parto tras la dilatación completa, el parto no puede ser vaginal.
"También en casos de emergencia obstétrica como pérdidas de bienestar fetal, hemorragia, preeclampsia o eclampsia, o prolapso de cordón, entre otros. Todas aquellas situaciones en las que sea necesario un nacimiento rápido, que no permita el tiempo de espera del proceso del parto", explica la ginecóloga y obstetra.
Y añade: "En esos momentos se hace una cesárea. Es el parto por la pared abdominal. Se abre el abdomen materno y el útero se secciona, permitiendo una salida rápida del feto y de la placenta con sus membranas. Las cesáreas las realizan los médicos obstetras".
Un mensaje tranquilizador
"Mi mensaje a las embarazadas siempre es tranquilizador. El parto es un proceso
natural, no exento de riesgos. Pero somos unas afortunadas de disponer de medios
humanos y materiales para que nuestros hijos nazcan en las mejores condiciones que
hemos conocido, a lo largo de la historia. Los profesionales que atendemos partos,
matronas y obstetras, tenemos siempre presente el bienestar fetal y el cuidado de la
madre, ellos son los protagonistas del proceso", dice la doctora.
Y concluye: "La pareja juega un rol de acompañamiento y soporte muy importante. Hemos llegado hasta aquí gracias a los avances científicos y el conocimiento. La confianza en los profesionales sanitarios que les atienden, les hará vivir el mejor parto posible. Incluso un parto distócico o una cesárea pueden ser experiencias de parto muy intensas y de gran crecimiento personal, para la madre".