El suelo pélvico está compuesto por diferentes músculos encargados de cerrar la cavidad abdominal en su parte inferior. Son músculos muy importantes, tanto para las mujeres como para los hombres, que hay que fortalecer para evitar que se debiliten. 

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Para resolver las dudas asociadas al suelo pélvico, desde magasIN hemoshablado con  la Dra. Sánchez Gallego, miembro de la Unidad de Urología Funcional-Femenina de ROC Clinic.

¿Qué es el suelo pélvico? 

Se denomina suelo pélvico al conjunto de músculos, ligamentos y elementos de sujeción situados en la parte inferior de la cavidad abdominal.

Su función elemental es aportar el sostén necesario para los órganos situados en la pelvis: vejiga, recto y útero y vagina en el caso de la pelvis femenina.

¿Qué diferencias hay para el hombre y la mujer?

Las diferencias anatómicas hacen que la debilidad del suelo pélvico no tenga la misma repercusión ni los mismos síntomas entre hombres y mujeres. Mientras que en el caso de los varones, una debilidad de suelo pélvico suele tener escasa repercusión sintomática (ocasionalmente incontinencia urinaria al hacer esfuerzos) en el caso de las mujeres puede traducirse en múltiples problemas, desde incontinencia al prolapso de órganos pélvicos.

¿Cuál es su función?

La función princeps del suelo pélvico es de sostén de los órganos pélvicos en la cavidad abdominal. También está implicado en la continencia urinaria y fecal y juega un papel fundamental en la etapa expulsiva del parto.

¿Qué riesgos hay si se tiene debilitado? ¿Es más peligroso para la mujer o por igual?

Los riesgos principales son los derivados de pérdida de las funciones que realizan estos músculos y ligamentos. Como hemos comentado anteriormente, los síntomas son distintos entre hombres y mujeres. No resulta más peligroso para las segundas, pero habitualmente sí provoca más síntomas.

En el caso de los varones, generalmente la debilidad del suelo pélvico está en relación con cirugías pélvicas (con frecuencia prostáticas), por lo que el síntoma fundamental es la incontinencia al ejecutar un esfuerzo, toser o reír.

Por el contrario, las mujeres, dada su anatomía, pueden presentar una sintomatología más florida y variada: desde incontinencia urinaria de esfuerzo, necesidad imperiosa de orinar, prolapso de los órganos intraabdominales a través de la vagina (vejiga, útero o recto), hasta incontinencia para heces o gases.

¿Qué puede debilitarlo?

El suelo pélvico puede verse debilitado por múltiples motivos. Uno de ellos el envejecimiento natural que todos sufrimos.

Si a esto le sumamos agresiones externas como cirugías pélvicas (prostáticas, vesicales, ginecológicas o de colon), tos crónica, sobrepeso o los partos, existen múltiples factores a lo largo de la vida que pueden deteriorar el tono de nuestro suelo pélvico.

¿Cómo se puede ejercitar?

Para mejorar el tono de nuestro suelo pélvico, en primer lugar debemos tener en cuenta todos aquellos factores que contribuyen a debilitarlo. Bajar de peso, abandonar el hábito tabáquico o  tratar la tos crónica son un buen punto de partida en aquellas personas preocupadas por la salud de su piso abdominal.

Por otra parte, eLa clavLl suelo pélvico es relativamente fácil de fortalecer con unos ejercicios básicos que cualquiera, independientemente de su condición física, puede incluir en su rutina diaria (desde montados en el coche de camino al trabajo hasta mientras vemos nuestra serie favorita).

Son los famosos ejercicios de Kegel. La clave de los mismos es realizarlos de forma constante. Los resultados los veremos al cabo de varias semanas de ejercicios regulares.

Además, cada vez resulta más fácil encontrar fisioterapeutas especializados en suelo pélvico (tanto femenino como masculino) que pueden ayudarnos a realizar estos ejercicios de forma más eficaz, mejorando así los resultados que podemos obtener.

El biofeedback también ha demostrado ser eficaz en el fortalecimiento pélvico. Se trata de un sistema que traduce la contracción muscular del individuo en una señal acústica, gráfica o ambas para que el paciente pueda modificar y modular dicha actividad muscular.

Otra opción es la gimnasia abdominal hipopresiva. Los ejercicios hipopresivos son un conjunto de técnicas posturales que provocan el descenso de la presión intraabdominal, conduciendo a una activación refleja de la musculatura pélvica.

En este caso, si suele ser recomendable un entrenamiento dirigido, para realizarlos de forma correcta y resulten realmente eficaces para el fortalecimiento.

¿A qué edad se debe empezar a ejercitar?  

No existe edad para comenzar a ejercitarlo. Parece lógico pensar que la prevención es la clave para evitar problemas futuros, por lo que recomendaría a cualquier persona preocupada por su suelo pélvico que incluyese los ejercicios de Kegel en su rutina habitual.

Especial mención tienen aquellas personas que vayan a presentar algún tipo de situación que vaya a condicionar la integridad de su suelo pélvico:

  • Varones que vayan a ser sometidos a cirugías de cáncer de próstata pueden comenzar a realizar los ejercicios de Kegel antes de la intervención.
  • Mujeres embarazadas.
  • Cualquier tipo de paciente que vaya a ser sometido a cirugías pélvicas.