La cistitis es una enfermedad inflamatoria de las vías urinarias inferiores, sobre todo la vejiga, cuyos síntomas más característicos son sensación de ardos o escozor al orinar; dolor y pesadez en la zona inferior del vientre; ganas frecuentes de orinar, etc.
Se trata de una patología que afecta con mucha mayor asiduidad a las mujeres, debido a que anatómicamente es mucho más sencillo que los microorganismos de la zona perianal alcancen la vejiga de una mujer que la de un hombre, que tiene una uretra más larga y mucho más distante del ano.
Un alto porcentaje de las mujeres sufrirán a lo largo de su vida al menos un episodio de cistitis o infección de orina, y en muchos casos, las infecciones serán repetitivas. Resulta más común en las mujeres jóvenes de 20 a 40 años.
Los casos de cistitis sufren un fuerte incremento durante el verano, debido principalmente a que tras los baños veraniegos en playa y piscina, no solemos cambiarnos ni bikinis ni bañadores, de manera que la humedad de los mismos afecta al microbioma pudiendo alterar el equilibrio que existe entre los microorganismos beneficiosos de la zona vaginal encargados de defendernos de otros microorganismos potencialmente patógenos.
También es bastante habitual que en verano, al hacer más vida en el exterior, no acudamos al baño con la misma regularidad, de modo que retrasamos el mecanismo de expulsión natural del organismo de los microorganismos con la orina.
Hablamos con la doctora Carmen Pingarrón, jefa de Equipo de Obstetricia y Ginecología del Hospital Quirónsalud San José sobre esta enfermedad y su tratamiento.
¿Qué es una cistitis y cómo identificar los síntomas?
La cistitis es una infección localizada a nivel del tracto urinario inferior. Es frecuente, sobre todo, en mujeres. Existen factores predisponentes que facilitan su aparición. Hay un 50% de mujeres que padecen una infección urinaria a lo largo de su vida. La mayoría de ellas ocurren tras una relación sexual y de ellas, un tercio que son recurrentes. Los gérmenes más frecuentes son E. Coli y Proteus. Ambos provienen del intestino.
El microorganismo que es el principal causante de la cistitis es la bacteria E. coli, pero puede estar producida por otras bacterias provenientes también del intestino o por hongos como la cándida.
La infección se produce cuando E. coli sube por la la uretra, alcanza la vejiga y se adhiere a las paredes de esta de manera que el organismo no consigue expulsarla al orinar y por tanto es capaz de reproducirse.
¿Por qué las mujeres pueden sufrir esta dolencia en mayor medida en verano?
Generalmente, con el calor se genera un ambiente de humedad por el sudor, bañadores mojados, playas, piscinas, que hace que sea más fácil la instalación de los gérmenes.
¿Cómo se puede prevenir?
Hay diferentes formas de prevención. La primera es una buena higiene y limpiarse tras la defecación en la dirección adecuada, es decir, desde delante hacia atrás. La toma de probioticos por via oral también ayuda a mantener un equilibrio en la flora intestina y en la flora vaginal, que hará más difícil la entrada de gérmenes en la vejiga.
También contamos con diversos preparados con arándanos rojos y D-Manosa como ingredientes principales, que ayudan a evitar las recidivas de las infecciones.
¿Con qué otras enfermedades o patologías que afectan al tramo urinario hay que tener cuidado en la época estival?
Es importante tratar la cistitis, para evitar en ocasiones su progresión hacia vías urinarias altas y Pielonefritis. También son muy frecuentes en mujeres en verano, Las Candidiasis vaginales, que se ven favorecidas por los mismos factores predisponentes que las cistitis, aunque se tratan de distinta manera, con antifúngicos, no con antibióticos.