El verano es la temporada más propicia a las quedadas y los planes en exterior. Estas no son sin consecuencia para el cuerpo y más si se repiten. Las comidas o cenas pesadas pueden acarrear molestias de estómago, sensación de pesadez, acidez, malas digestiones e hinchazón, lo que se traduce en la molesta y antiestética inflamación abdominal.
[La fruta de temporada que ayuda a adelgazar por sus propiedades diuréticas y antiinflamatorias]
De hecho, según un artículo que publicó el Servicio de Salud de La Rioja y que recogió Lavigor, entre el 30 y 40% de la población española sufre malas digestiones que se manifiestan, entre otros, con los siguientes síntomas:
- Estómago hinchado, especialmente en la parte superior del abdomen
- Gases
- Sensación de pesadez durante la comida y después de la misma
- Ardores y acidez
- Náuseas y vómitos
¿Cómo evitarlo?
Los expertos de Lavigor recomiendan tener en cuenta las siguientes pautas:
- Ingerir más agua, una buena hidratación es fundamental para mejorar la digestión ya que facilita el movimiento de los alimentos a través del sistema digestivo y, por tanto, su evacuación.
- Comer despacio facilita la digestión y ayuda a no comer en exceso, ya que se percibe mejor la sensación de saciedad.
- Evitar comidas copiosas, abundantes o ricas en grasa y priorizar en el consumo de verduras y frutas.
- Limitar el consumo de alcohol ya que irrita las mucosas, ralentiza la digestión y supone un aporte extra de calorías.
- Restringir los alimentos picantes ya que irritan las mucosas y producen acidez.
- Practicar actividad física moderada después de las comidas, ya que facilita la digestión.
- Realizar cenas ligeras y hacerlo, al menos, un par de horas antes de acostarse.
- Incorporar complementos alimenticios de origen vegetal en nuestro día a día
¿Qué alimentos son recomendables?
Los expertos de Herbalife nos recomiendan la menta, en té: "es uno de los mejores tés para la digestión, y generalmente se le conoce por aliviar los dolores estomacales, los calambres y la acidez, además de proporcionar un efecto tranquilizante digestivo general. La menta es refrescante, contiene mentol, y es capaz de destruir la flema y la mucosidad leve. La inhalación de los vapores de menta es el mejor aliado contra los molestos resfriados.
También nos invitan a tener en cuenta el jengibre: "además de añadir un sabor peculiar a platos horneados y frituras, contiene 14 compuestos bioactivos que ofrecen numerosas propiedades para la salud. Con un alto nivel de antioxidantes que benefician a la salud cardiovascular, también se le considera una hierba antiinflamatoria. Además, algunos estudios sugieren que modera los sensores del dolor, pudiendo ayudar a aliviar la rigidez ocasionada por la artritis.
Sin embargo, el uso más común y extendido del jengibre es el destinado a aliviar el mal de estómago. Uno de los numerosos estudios sobre esta planta demostró que las mujeres embarazadas que utilizaban suplementos a base de jengibre, experimentaban menos vómitos y náuseas que el grupo que había recibido el placebo".