Durante los días de playa, siempre tendemos a planear un menú más grasiento de lo habitual o una comida más insana.
Lo cierto, es que debemos apostar en estos días por la variedad, que la comida nos permita sentirnos ligeros después de comer, que no empache, pero al mismo tiempo, con la que se pueda disfrutar. Esta debería ser la norma básica de cualquier cosa que comamos en vacaciones.
¿Qué podemos pedir en el chiringuito?
En cualquier chiringuito de playa, la opción del pescado siempre es la más adecuada: Calamares, boquerones, sepia, lubina o el pescado del día.
Al final, si estamos en una zona de costa, cerca del mar, siempre hay posibilidad de comer pescado fresco, y yo abogaría siempre por esta elección. Intentaría también combinarlo con algo de hortalizas y verduras.
Compartir platos
Si nos encontramos en la situación de tener que compartir platos, mi recomendación es pedir arroz, tipo paella, o pastas. Intentar también que haya algo de hortalizas y verduras en el plato, con lo cual, la mitad de lo que comemos es sano, y el plato será así, más completo.
Una buena idea, por ejemplo, es tomar una ensalada de tomate, antes del arroz, por que de esta manera, terminaremos comiendo menos arroz y conseguiremos una alimentación más equilibrada.
El debate del postre
El postre siempre es un tema de debate. En este caso, yo recomiendo compartirlo e intentar conectar con mi sensación de saciedad: 'No tengo hambre o si que tengo'.
Es mejor tomar un poquito de postre que aguantarme y luego comer con toda la ansiedad del mundo. Aconsejo evitar los momentos de 'ahora me lo como todo' y concederme estos pequeños momentos ocasionales.