A menudo me encuentro en consultas mujeres que han adquirido nuevos hábitos y que cuando llega el momento de viajar, tienen miedo a tirar por la borda todo el trabajo hecho. Qué confusión más grande.
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Tambén pasa que las mujeres que viajan mucho por trabajo piensan que esto no es compatible con cuidarse. Otra confusión.
Cuidarse y alimentarse bien no tiene nada que ver con pasar más o menos tiempo de viaje. Tiene que ver con las decisiones que tomamos en nuestro día a día. Lo que sucede es que cuando comemos en casa sentimos que "controlamos" más la situación, pero depende de igual manera de nosotras lo que comemos por ahí.
Esto es, una vez más, parte de la cultura de dieta. Esa mentalidad que nos hace creer que dentro "me cuido" y que fuera "me permito de todo, porque total un día es un día. Ese mismo pensamiento que nos hace enfocarnos en el "control" en vez de "me cuido".
Por eso, para ti, que estás en este 2024 soñando con sentirte mejor, pero que sientes que tu ritmo de vida no te permite elegirte, he preparado estos consejos:
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Deja de poner excusas. Sí, amiga, sé que esto es incómodo. Pero cada día que no haces por cambiar y te inventas teorías sobre por qué no pasas a la acción, es un día perdido. Invertimos mucho tiempo y mucha energía en pensamientos que se convierten en trampas mentales, nos enfocamos mucho en todo lo que puede pasar mal. Y como somos soberbios y no queremos arriesgarnos a no conseguir el objetivo, no accionamos.
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Aprende a comer bien. Es importante cuando queremos dar el paso de cuidarnos informarnos correctamente. Tendemos a confundir salud con delgadez, y pensamos que para estar sanas debemos comer más "ensaladitas". No. Recomiendo adquirir conocimientos sencillos y prácticos sobre nutrición que te permitan organizarte, elegir con criterio y asegurarte de que estás bien nutrida, sin que eso signifique dejar de disfrutar con la comida.
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Prepara tus viajes. Si sigues yendo a los mismos lugares, seguirán comiendo lo mismo. Sin embargo, si antes de tu siguiente viaje por trabajo dedicas un par de horas a buscar sitios de moda y sanos, tu vida será mucho más fácil. He podido comprobar con el paso del tiempo que nadie propone un sitio sano para comer pero luego todo el mundo lo agradece. Puede que haya llegado el momento en el que propones sitios nuevos para tus reuniones.
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Trabaja tu mentalidad. La mentalidad condiciona nuestros actos, y si no trabajamos nuestros pensamientos y hacemos por dejar de hacernos trampas al solitario, recaerás una y otra vez en tus antiguos hábitos. Y como cualquier otro proceso de cambio, no esperes un camino lineal. Habrá momentos altos y otros bajos, pero todos serán parte de ese recorrido para alcanzar unos hábitos más saludables.
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Encuentra un punto intermedio. Esto forma parte de la mentalidad y de cuidar nuestra salud de una manera integrativa. Que te cuides no significa que empieces con radicalismo o con una restricción total. Recuerda que salud y disfrute deben ir siempre de la mano, porque es para lo que nuestro cuerpo está diseñado.
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Elige calidad. A menudo nos preocupamos de comer poco y no mejor. Yo te recomiendo que empieces por elegir cosas buenas. Aunque no sean sanas. ¿Por qué? Porque al ser buenas las disfrutarás mucho más, comerás de forma más pausada y consciente y eso modulará el volumen de la ingesta.
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No lo hagas sola. Qué manía tenemos de no pedir ayuda. En este caso te ruego que no sea así. Levanta la mano y agárrate a alguno profesional que sepa escuchar sin juzgarte y que pueda acompañarte en este camino, levantándote cuando haga falta y resolviendo tus dudas técnicas para alcanzar tu mejor versión.