En España se practican muchos deportes de manera habitual, como el fútbol, baloncesto, natación, ciclismo o incluso, senderismo. Todos ellos son muy beneficiosos para nuestra salud, sin embargo, no todas las personas son aficionados a ellos, por lo que buscan otras alternativas.
El pilates surgió como una de ellas. Cuando los españoles contemplaron la cantidad de beneficios que se podían obtener de este ejercicio, muchos comenzaron a aplicarlo en sus rutinas diarias, ya que conseguía conectar la salud física y la mental.
Se calcula que en España más de un millón de personas practica pilates para fortalecer el cuerpo, promover el rendimiento y provocar un bienestar general. Dentro de él, se pueden realizar diferentes ejercicios, pero no todos son tan conocidos.
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Cada vez son más los expertos en pilates, profesores y profesionales que se dedican a ello o le destinan una parte importante de sus vidas. Poco a poco, van conociendo ejercicios y aplicándolos a sus rutinas, mientras que algunos son tradicionales como el puente, algunos resultan más desconocidos.
Uno de ellos es el swimming o 'natación', un ejercicio divertido pero desafiante, que pone en juego todas las partes del cuerpo. Entre sus beneficios podemos encontrar el fortalecimiento de la zona abdominal y los glúteos.
En qué consiste y cómo hacer 'la natación' en pilates
La 'natación' es un ejercicio de extensión de la espalda que constituye un excelente contra estiramiento para los muchas de las otras actividades que se pueden realizar en colchoneta y requieren flexión hacia adelante.
A pesar de ser el número 24 de los ejercicios clásicos de colchoneta escritos por su creador Joseph Pilates, en España no es tan conocido a la hora de realizar el entrenamiento.
El swimming tiene como objetivo entrenar un control de la columna pélvica y lumbar, así como la estabilidad de la articulación escapulotorácica (entre las costillas y la escápula), ya que se realiza en una posición de carga de peso. Estos son los pasos a seguir para realizarlo:
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Acuéstate boca abajo con los brazos extendidos por encima de la cabeza y las piernas rectas y paralelas.
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Contrae los abdominales para levantar el ombligo del suelo.
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Levanta un brazo y la pierna opuesta, alternativamente por el otro brazo y la otra pierna. Debes asegurarte que los abdominales están completamente contraídos a medida que realizamos el movimiento.
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Mantén la postura del cuello alargada y alineada con la columna mientras levantas la parte superior del cuerpo. En todo el proceso, debes evitar mirar hacia adelante, ya que eso acortará los músculos del cuello.
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Intenta comenzar con 20 movimientos en cada pierna y aumenta gradualmente a 30 a medida que se fortalezca.
- La respiración es fundamental en todo el proceso, es recomendable inhalar y exhalar mientras haces los movimientos
Los beneficios de 'la natación' en pilates
La mayoría de nuestras actividades diarias, o incluso cuando no somos conscientes, requieren que nos encorvemos e inclinemos hacia adelante, por lo que nuestros músculos de la espalda se debilitan y la columna poco a poco va adaptando esa postura.
El swimming es excelente para evitar que esto suceda, además de ser un movimiento fundamental para equilibrar la postura, fortalecer los extensores de la espalda, los glúteos y los músculos de la espalda.
Resulta en un ejercicio muy útil para los glúteos y el core, es decir, los músculos abdominales, lumbares, de la pelvis, los glúteos y la musculatura profunda de la columna. A menudo encontrarás este ejercicio en entrenamientos destinados a dar más definición a esta parte, lo que demuestra su eficacia.
Lo que hace que este movimiento sea único en comparación con otros ejercicios de espalda que se realizan en el gimnasio es el disparo cruzado de los lados opuestos del cuerpo mientras se realiza el ejercicio.