El café ha sido durante mucho tiempo la bebida preferida de millones de personas en todo el mundo para despertar con energía y vitalidad. No importa el tipo, su preparación o el lugar de donde lo compremos: su aroma y su sabor no solo estimulan nuestros sentidos, sino que también nos aportan las ganas suficientes para afrontar el día o, por lo menos, la mañana.
En la actualidad nada ha cambiado. En España y en prácticamente todos los países se sigue priorizando el café para iniciar el día, tanta es esta afición que es la segunda bebida más consumida del mundo, por detrás del agua. Sin embargo, a pesar de su fama, existen diferentes incógnitas alrededor de su consumo que hacen dudar sobre sus beneficios o daños para nuestra salud.
Diferentes estudios han demostrado que cuando tomamos cafeína con moderación, estamos obteniendo diferentes beneficios. Tiene una alta concentración de antioxidantes, propiedades anticancerígenas, acelera el proceso metabólico, reduce el dolor de cabeza y los niveles de azúcar en sangre, entre otros. No obstante, cuando tomamos café, no solo tomamos café, sino que todos los ingredientes que añadimos pueden llegar a contrarrestar todas las ventajas anteriores.
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Existen muchas maneras de hacer un café, desde añadirle caramelo, miel o sirope de arce, endulzarlo con dos sobres de azúcar, cambiar la leche tradicional por avena o almendras, añadir especias como canela o nuez moscada o agregar crema batida o almíbar aromatizado. Aunque todos estos ingredientes mejoren nuestra bebida y la hagan original, lo cierto es que estos mismos son los que hacen dudar a los expertos sobre los beneficios que tiene el café.
De entre todos los nombrados, algunos de ellos tienen grandes ventajas como la canela, capaz de mejorar la salud cardiovascular, aliviar los malestares digestivos o reducir la inflamación en el cuerpo. Mientras tanto, hay otros que los nutricionistas aconsejan no añadir, como la crema batida.
El ingrediente que no deberías añadir al café si quieres adelgazar
Cuando nos preparamos el café o, incluso, acudimos a comercios a pedírnoslo, siempre aceptamos cuando nos preguntan si queremos añadir diferentes ingredientes, sobre todo, cuando nos mencionan la crema batida. Esa mezcla de crema de leche que se bate y airea hasta que adquiere una textura esponjosa adquirió mucha más fama hace tan solo unos años y ahora hay personas que no pueden tomar su bebida sin ella.
Si eres ese tipo de persona que ama la crema batida encima del café, debes saber que este aderezo en realidad es perjudicial para el metabolismo. Al elaborarse principalmente con nata, este añadido es tan malo como la nata espesa o la crema. Según los expertos, la nata montada contiene alrededor de ocho calorías, un gramo de grasa y casi medio gramo de azúcar por cucharada.
Si cada vez que nos preparamos un café añadimos crema batida, estamos agregando a nuestro cuerpo el alto contenido en calorías y grasas que destaca de este ingrediente. A la vez, estamos deteniendo la pérdida de peso, pero nunca sintiéndonos satisfechos, por lo que queremos seguir comiendo.
Cuando tomamos una taza de café negro para aprovecharnos de sus pocas calorías, estamos obteniéndolas si agregamos cremas, azúcares o saborizantes a nuestras tazas. Además, estamos aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas si los consumimos en exceso y al tratarse de dulce, se puede convertir en una pequeña adicción.
Tal y como ocurre con cualquier alimento o bebida, la moderación es la clave. No es obligatorio eliminarlo por completo de nuestra vida, sino emplearlo con poca frecuencia y usar pequeñas cantidades. Podemos equilibrarlo con otros ingredientes saludables si queremos consumirlo con frecuencia.
Existen muchas alternativas bajas en grasas que poder añadir a nuestro café y que no suponen un aditivo de calorías como la leche desnatada o la leche de almendras. Estos ingredientes pueden proporcionar una textura cremosa muy similar a la crema batida, pero sin perjudicar o hacernos ganar peso.
Otros ingredientes que no deberías añadir
Además de la crema batida, desde She finds hacen una recopilación de otros ingredientes muy comunes en el café que eliminan sus beneficios. Todos ellos se pueden consumir, pero con mucha moderación, por el contrario, estamos neutralizando las consecuencias de todos los ejercicios o dietas que realizamos.
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Crema espesa. A menudo, las cremas de origen vegetal que añadimos a nuestro café suelen tener más azúcar que las cremas lácteas normales.
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Azúcar y almíbares. El azúcar es malo para la salud en general, por lo que hay que reducirlo cuando lo añadimos a nuestro café. Las dietas ricas en este ingrediente se han relacionado con brotes de inflamación y arrugas prematuras. Estos aditivos son muy inflamatorios para el cuerpo y, por lo tanto, aumentan el nivel de colesterol en la sangre.
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Edulcorantes artificiales. El sabor dulce de este ingrediente muy usual podría interferir directamente con nuestro deseo de perder peso, ya que una vez lo tomamos, podría provocar diferentes antojos de más dulces y azúcar real.